El galardonado debut cinematográfico de la actriz catalana Leticia Dolera ya se corona, indiscutiblemente, como la mejor comedia romántica española del año.
María de las Montañas es una treintañera amargada que no cumple ninguno de los requisitos para ser una persona normal, según su criterio. No tiene trabajo, pareja ni casa. Tampoco tiene aficiones ni vida social y familiar. Un día por casualidad conoce a Borja, un simpático y rechoncho dependiente de Ikea. Después de una peculiar primera «cita», los dos establecen un pacto con el cuál, ella le ayudará a adelgazar mientras que él intentará convertirla en un ser humano feliz, normal y corriente.
Leticia Dolera: una creadora en constante evolución
Prácticamente todo el mundo recuerda a Leticia Dolera como la sufrida novia matazombies de «[Rec] 3: Génesis«. Sin embargo, son pocos los que conocen su faceta más creativa, la de realizadora y guionista. En Videodromo nos declaramos fans absolutos de la intérprete y hemos seguido muy de cerca sus pasos en el mundo de la dirección des de que, en el año 2009 nos presentó su primer cortometraje «Lo siento, te quiero«. En este, Dolera nos contaba una prototípica historia romántica de forma muy naïve aliñada con algunos toques fantásticos y una interpretación soberbia de Manuela Vellés. Un tiempo más tarde, nos llegó su nueva incursión en el mundo del cortometraje: «A o B«. Esta vez, la realizadora dejaba de lado todo aquello más romántico y azucarado para sacar a relucir un estilo más cómico, gamberro y descarado. Su tercer largometraje, «Habitantes«, volvió a dejar claro que detrás de esos grandes ojos azules y esa sonrisa de niña buena se escondía un verdadero talento. «Requisitos para ser una persona normal«, su debut en el largometraje nos ha demostrado que estábamos en lo cierto: Leticia Dolera tiene madera de directora, guionista y actriz. Es más, de creadora. De artista.
El primer requisito para ser una buena creadora de universos es tener una personalidad fuerte que los impregne por completo y un imaginario altamente rico y heterogéneo. Dolera cumple de sobras este requerimiento. Si en sus cortometrajes intuíamos qué elementos constituyan el mundo interior de Leticia Dolera, su primera película es un compendio de todos ellos. Para sus seguidores, «Requisitos para ser una persona normal», se nos antoja como un suculento batido surgido de mezclar sus anteriores cortos en una Termomix. En su ópera prima coexisten la inocencia y el mundo de yupi de «Lo siento, te quiero«, con la gamberrada y el mundo más terrenal y rastrero de «A o B«. Y todo esto, bañado con altas dosis de humor y gags divertidos y simpáticos.
El universo estético, cuco y pastel de Dolera
El tono del filme transita equilibradamente entre lo ingenuo y cándido y lo bobo y socarrón, agradando así a todo tipo de espectador y desmarcándose de la mayoría de comedias españolas, que, por miedo o falta de valentía, deciden no cruzar estos dos tipos de comedia. Sin embargo, y para curarse en salud, Leticia Dolera disimula las gamberradas como «el horno holandés» o «el brownie de marihuana» con una estética cuqui y pastel. La calidez y armonía de las imágenes funcionan como un filtro de Instagram haciendo de ésta, una cinta amable y agradable para todos los sentidos. Algunos distintivos de este lindo y ordenado universo Doleriano son una perceptible frontalidad en la planificación, una selección acertada y hipster de las localizaciones de la ciudad de Barcelona, una banda sonora llena de baladas indie-pop, un gusto subrayado por el grafismo y las letras grandotas y el femenino vestuario de Dolores Promesas. Y es aquí, en este cuco planeta Dolera, dónde habitan los entrañables personajes de «Requisitos para ser una persona normal«.
Como antaño hicieron Woody Allen, Xavier Dolan y George Clooney, Leticia Dolera decide involucrarse al 110% en su debut, interpretado excelentemente y seguramente, con un alto nivel de auto-exigencia, a la protagonista, la histriónica y afable María de las Montañas. Para los roles secundarios, Dolera opta por el desconocido pero impecable Manuel Burque y el simpático y con grandes dotes interpretativas Miki Esparbé. Y como Wes Anderson, la realizadora reserva papeles pequeños (casi cameos) para sus compinches, protectores y mentores. Con un cuidado extremo por el detalle, tanto en el diálogo como en la dirección de actores, la realizadora consigue que cada frase de su guión suene de forma realmente natural y nada forzada, y, en definitiva, que el filme se alce como un producto totalmente verosímil para el espectador. Y esa veracidad lleva fácilmente a la sonrisa, a la carcajada y a la felicidad.
Un pintoresco abanico de personajes «normales»
Si «Requisitos para ser una persona normal» resulta tan refrescante, verdadera y simpática, es, en parte, porque cumple un requerimiento fundamental: todos los personajes, por secundarios que sean, deben tener fuerza por si solos. Leticia Dolera vuelve a aprobar y con nota. Se percibe a la legua que la actriz aprecia a todos los personajes del filme y que no distingue entre buenos y malos o entre protagonistas y secundarios. La guionista elabora un mundo interior fértil y establece un arco de transformación para cada uno de ellos. Todos los personajes de la cinta tienen una asignatura pendiente, algo por aprender y se necesitan los unos a los otros para superar sus propios retos. En definitiva, todos aportan una capa independiente a la película y no son un simple catalizador para hacer avanzar la trama protagonista. Dolera consigue transmitir la sensación de que todos son absolutamente necesarios, humanos y especiales.
«Requisitos para ser una persona normal» es ante todo una comedia romántica buenrollista, tierna y bienintencionada apta para el consumo humano generalizado. Los fanáticos de las rom-com como «500 días juntos» y «Amigos de más» la adoraran y aquellos a los que no les vayan este tipo de películas se llevaran una grata sorpresa si acuden a su cine más cercano. Leticia Dolera ha elaborado una bonita fábula sobre la aceptación y el amor que nos deja una moraleja sencilla pero profunda y universal: no se debe cambiar para encajar y no hay un molde estándar en el que establecerse. Cada uno debe hacer lo que crea idóneo para ser feliz, sin pensar en las convenciones sociales. Una bonita reflexión que nos invita a salir de la sala con una sonrisa.
Esperamos y deseamos que en la próxima edición de los Goya, el filme tenga alguna nominación. Se lo merece.
Frases destacadas de «Requisitos para ser una persona normal»
- Persona de recursos humanos: «Veo que tiene muy buen curriculum, María de las Montañas… ¿Qué tipo de persona es usted?»
- María de las Montañas: «Pues una persona… normal.»
- Persona de recursos humanos:»¿Y qué es una persona normal?»
- María de las Montañas:»Pues es aquella que… tiene un trabajo, una casa, una pareja, aficiones, vida social, vida familiar, y que es feliz.»
- Persona de recursos humanos:»¿Y usted cree que cumple todos estos requisitos?»