Mar. Mar 19th, 2024

Comedia con evocaciones cinéfilas en la siempre mágica San Sebastián

Igual que el protagonista de «Medianoche en París» (2011) se perdía en la ensoñación del París de principios de siglo XX en un torbellino de nostalgia y pasión por los artistas de vanguardia, al protagonista de «Rifkin’s Festival» parece ocurrirle algo parecido. Profesor de teoría del cine en la Universidad de Nueva York, este hombre de ya avanzada edad acompaña a su esposa, jefa de prensa de un joven y conocido director, al Festival de San Sebastián, donde se estrena su nueva película. Allí, celoso por el atractivo del cineasta, deambula sumergiendo sus pensamientos en el cine de sus admirados clásicos. Crítico con las obras pretenciosas y comerciales de la actualidad, pretende enfrentarse a sus miedos, pasiones y deseos internos, proyectándolos en su psique como si las películas de sus directores favoritos se tratara. Así pues, desde una vertiente cómica, exploraremos su infancia a la manera de Orson Welles, su relación amorosa con sus esposa desde  Jean-Luc Godard a Truffaut, la toxicidad de su núcleo familiar visto por los ojos de Luis Buñuel y Eric Rohmer o la muerte vestida de Ingmar Bergman.

Por lo demás, la cinta aborda las ya clásicas tramas propias del cine de Woody Allen. Un matrimonio maduro en crisis, una diagnosis psicológica del protagonista, quien rememora todo el filme a modo de flashback desde una consulta terapéutica. Dos personas jóvenes y atractivas que seducirán a los protagonistas. A partir de ahí, el director neoyorquino enreda las tramas aprovechando el potencial que ofrece una ciudad como San Sebastián en pleno festival, regalando a los espectadores bellísimas estampas de uno de los lugares más bellos de la geografía española.

«Rifkin’s Festival» se vive de manera festiva, como una delicia para los seguidores del certamen donostiarra. Un divertimento que enamora a los que como, como Rifkin, adoran las obras de Fellini, Godard, Welles o Bergman. Un acercamiento divertido a su cine visto siempre desde la neurosis y la cómica crisis existencial de los personajes allenianos. Y es que la cinta, pese a no contar con uno de los guiones más inspirados de su artífice, consigue entregar un viaje digno por las pasiones y miedos de sus personajes, sin abandonar la vis cómica y distendida que rodea a la obra. Un trabajo ligero y entretenido, con un reparto entregado, con algún tópico sobre el comportamiento pasional y gritón de los españoles, como ya vimos en «Vicky, Cristina Barcelona» (2008), cuyo visionado nos deja una sensación agradable, una mueca de sonrisa en los labios y muchas ganas de regresar a San Sebastián.

Frases destacadas:

  • «No quiero hacer una novela mediocre. Quiero escribir una obra maestra»
  • «La verdad, no me ha gustado. Pretenciosa»

Tráiler de «Rifkin’s Festival»:

Por Luis Suñer

Graduado en Humanidades, crítico de cine y muerto de hambre en general.

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