Biopic musical que aborda el despegue artístico y deterioro psicológico de Elton John
Véase esta «Rocketman» como un reflejo estructural de la exitosa «Bohemian Rhapsody». Un acercamiento a la infancia del genio, la frustración paterna, el cambio de personalidad, la búsqueda del éxito, el reconocimiento de la homosexualidad y la decadencia. Sin embargo, lo que en la cinta de Bryan Singer no acababa de funcionar como biopic, resulta que en la de Dexter Fletcher se antoja mucho más efectivo. Quizás sea por la esencia de musical que nace desde su misma presentación. Porque esta biografía de Elton John no se presenta como un biopic de un músico, sino que, entre sus distintas canciones ennfocadas de manera intradiegética, la narración se permite licencias ajenas a la realidad. Existen ciertas escenas donde la visión del propio artista irrumpe en el entramado narrativo, introduciendo números musicales utilizados de manera íntima entre el protagonista y el público, utilizando sus propias composiciones para mostrarnos sus propios sentimientos, las emociones que le embargan en las distintas situaciones de su vida. Tanto en las buenas como en las malas, ya que no se trata de una obra destinada a adular y a homenajear, sino que bucea en los claroscuros, abriendo con valentía al artista británico, evidenciando su talento pero señalando sus deprimentes problemas emocionales.
Es en esta dicotomía entre éxito profesional y fracaso personal donde Fletcher, director que ya mostró su valía en el cine social con obras como «Wild Bill» (2011) y el musical, adaptando los temas del grupo escocés The Proclaimers en la fresca y disfrutable «Amanece en Edimburgo» (2013), hace gala de sus armas como narrador de imágenes. Entiéndase el alocado diseño de vestuario como una coraza que se pone el mismo Elton, nombre inventado para tapar su verdadero yo, Reginald Dwight. Extremismo colorido que oculta su depresión y sus miedos. Es por ello que la escena que da el pistoletazo de salida al filme, y que culmina en un clímax introspectivo y emocionante, nos deja ver como el desprendimiento de la figura pop de Elton John sirve para desnudarse ante los demás y acabar confesando sus verdaderos sentimientos.
Bien es cierto que no todo brilla como las lentejuelas y diamantes que luce el protagonista del filme durante todo su metraje. Cabe destacar que la relación con su padres, adolece en todo momento de maniquea y estereotipada. La intencionalidad de la película de culpar la falta de cariño del padre y de comprensión de la madre se vive de manera simplona, utilizado como mero nexo narrativo en la evolución de Elton sin entrar en profundidad. Profundidad que sí existe a la hora de abordar la homosexualidad, siendo más valiente que el acercamiento que se hizo a Freddie Mercury en la ya mentada «Bohemian Rhapsody». Por otro lado, el apartado musical, como no podía ser de otra manera, oscila entre el perfeccionismo y la grandeza. Existen números cargados de fuerza, como esa elipsis en falso plano secuencia en la que entramos en la adultez de John, ese montaje vertiginoso donde toca Pinball Wizard (tema visto en la reestrenada «Tommy») o la composición y grabación de la excelsa Your Song, secuencia la cual es imposible no sentirse como quienes le oyen interpretarla.
Frases destacadas:
- «No basta con cambiarte el nombre. Tienes que matar al hombre que ibas a ser y convertirte en el que quieres ser»
- «Papá, abrázame»
- «No seas blando»