Mar. Mar 19th, 2024

Reestreno de la singular versión cinematográfica de la obra del poeta Sayat Nova por parte del vanguardista Sergei Parajanov

Sayat Nova

En 1968 el cineasta soviético vanguardista Sergei Parajanov haciendo gala de una idea del arte cinematográfico que abraza lo experimental y se sustenta en parte en el surrealismo, finalizó un proyecto que trataba de acercarse de una manera personal a la figura del armenio Sayat Nova. Éste, nacido en Tbilisi en 1712 y educado en el respeto y la veneración a la creación artística, se erigió en una de las personalidades más importantes en la composición musical (tocando el instrumento kamancheh), en un diplomático fomentando la unión contra los persas y como poeta de tradición religiosa pero de temáticas ligadas al expresionismo romántico. Su importante legado y la influencia que marcó en su momento lo consagraron como una de las sensibilidades a tener en cuenta en la tradición lírica y cultural armenia del siglo XVIII.

 El Color De La Granada (28)

Sayat Nova visto desde los ojos de Parajanov

Cuando la censura soviética se topó con un filme de estas características, decidió cambiar el nombre original de la obra. Argumentando que no se apreciaba que eso fuera una película sobre la vida del poeta armenio, se decantó por titularlo «El color de la granada», un nombre que nunca ha admitido Sergei Parajanov. ¿Y por qué sorprendió tanto a unas personas acostumbradas al biopic al uso? Pues porque lo que ofrece el realizador en este largometraje se escapa de la comprensión del gran público. Sin seguir una línea temporal clara, de descanta por entremezclar elementos que atañen a sus experiencias vitales pero al mismo tiempo intercalar fragmentos en forma de intertítulos y de voz en off de algunos de sus bellos y más sinceros poemas. La claridad de sus textos se funde con la plasmación al medio audiovisual de Parajanov. Moviéndose entre la infancia, la juventud, su enamoramiento con la hermana del rey, el destierro y la muerte, no pueden faltar infinidad de referencias a la religión, pues no hemos de olvidar que su fe resultó tan importante para él que prefirió la muerte a la conversión al Islam ante Shá persa.

Una religiosidad que se traduce de dos maneras, por el artificio del cineasta en sus tableros vivientes en armónico y simbolista movimiento y en la muestra de los iconos murales que emparentan esta película con una de las obras magnas de Andrei Tarkovski, “Andrei Rubliev” (1966). Andrei Rubliev entendió el arte iconográfico como la única manera de conectar a los simples mortales con Dios, y algo parece haber de eso, en la música y la poesía, en las inquietudes artísticas de Sayat Nova.

La referencia y apología de la cultura es clara, una de las primeras citas del poeta es “Sin libros, el mundo no habría sido testigo más que de ignorancia”. Un discurso más cercano en el cine ruso contemporáneo de lo que parece, pues sin duda, la última y monumental obra de Aleksei German (padre) Qué difícil es ser un Dios, estrenada en Venecia en 2013 tras la muerte de su autor, gira durante tres horas entorno a esta idea, a las más que ruines miserias a las que está condenada el alma humana si decide censurar y vivir alejado de la cultura que purifica a la sociedad y hace avanzar de manera civilizada y sensible a los hombres y a las mujeres.

 El Color De La Granada (6)

Frases destacadas:

  • Sayat “Yo soy aquel cuya vida y alma son tortura”.
  • Sayat: “Sin libros, el mundo no habría sido testigo más que de ignorancia”.

Trailer de “Sayat Nova: El color de la granada”

 

Por Luis Suñer

Graduado en Humanidades, crítico de cine y muerto de hambre en general.

Un comentario en «“Sayat Nova: El color de la granada”»
  1. No conocia a Sayat Nova y me parece muy buena la aportación del critico de cine. Me he reido mucho con la biografia del autor «muerto de hambre»….. siempre tendremos un plato para ti en canet de mar.

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