Se estrena en nuestro país la película que obtuvo el premio del público en la última edición del Festival de Sundance, que explora los límites parentales de las redes sociales.
Lo que encuentras en las redes sociales
“Searching” posee un ágil comienzo que despierta el interés del espectador. A través de distintas cuentas de Facebook nos cuentan como la mujer de David Kim contrae un linfoma y acaba falleciendo. A partir de aquí nos cuenta como la familia Kim hace un duelo patológico. El resultado es que la relación entre padre e hija se deteriora por la falta de comunicación. El director sabe retratar la soledad de David, y se sirve de ella para establecer un lazo de conexión entre el personaje y el espectador. David recibe tres llamadas perdidas de su hija Margot durante la noche. Al día siguiente, lo primero que hace es intentar localizarla. En teoría, se supone que había estado con sus compañeros del grupo de estudio de biología del instituto. Tras los infructuosos intentos, decide llamar a la policia. El caso se lo asignan a Rosemary Vick tras presentarse voluntaria. Sabe que el tiempo va en su contra, cuanto más pase, mayor será la probabilidad de encontrarla muerta. Desesperado ante la falta de noticias de la policía, este comenzará su particular búsqueda en el lugar donde hoy se guardan todos nuestros secretos: el ordenador portátil de Margot.
Hasta aquí la propuesta formal de la ópera prima de Aneesh Chaganty puede parecer novedosa, pero en realidad no lo es. Timur Bekmambetov, como productor del filme considera que está descubriendo la pólvora, pero lo cierto es que no hay nada nuevo bajo el sol, y es muy hábil vendiendo sus productos. Si con “Hardcore Henry” descubrió la cámara subjetiva y revolucionó al público que asistimos al SXSW, ahora nos descubre la transposición del ordenador a la pantalla grande. El intrépido cinéfilo podrá recordar “Open Windows” (Nacho Vigalondo, 2012) o “Eliminado” (Levan Gabriadze, 2014) como ejemplos de esta forma de narrar. En este tipo de largometrajes el punto de vista acaba siendo reducido a lo que muestra la pantalla del ordenador. Las aplicaciones como Skype o Facebook cobran un especial protagonismo, porque son el nexo de unión de los personajes y se convierten en el vehículo narrativo. El motivo del auge de este tipo de propuestas es que parece ser que espectador ansía la veracidad y la realidad por encima de todo. Por ese motivo los realities tienen tanto éxito en el campo televisivo. La gran ironía es que la realidad va en contra de la ficción por definición, y los nuevos realizadores acaban recreando la realidad para generar sus ficciones. Otra cosa es el resultado final. Este thriller acaba rozando los límites del telefilme, si atendemos a las claves narrativas de Chaganty.
Retransmisión de una desaparición
Lo más interesante de la película lo encontramos en el plano argumental. Las barreras que existen en la comunicación cotidiana entre padres e hijos. Todos viven bajo el mismo techo en casa enormes, pero son incapaces de hablar de lo que verdaderamente les importa o interesa. John Cho (“Star Trek”) sabe llevar el peso del filme, y mostrarnos la soledad de ese padre vulnerable. Otro de los motivos que despertaba nuestra curiosidad era Debra Messing, actriz que posee unas grandes dotes para la comedia como nos ha demostrado de sobra en la galardonada serie “Will & Grace”, y que aquí da vida a la detective Vick. También explora los peligros de las redes sociales. El filme pone en tela de juicio el grado de libertad que debemos conceder a nuestros hijos a la hora de bucear en la red de redes. El principal problema es que el gran giro de tuerca pueden exasperar la paciencia del espectador porque está cogido por los pelos, y resulta ser ciertamente inverosímil.
Frases destacadas:
- David Kim: “Todo va bien”
- Margot Kim: “¡Ey! Has llamado a Margot. Por favor, deja tu mensaje”
- David Kim: “No conocía a mi hija”
- Detective Vick: “No ve las cosas con claridad”
- Peter: “Después de la muerte de Pamela, dejaste de preguntar”