“Selma” nos muestra los acontecimientos originales y el interesante entramado personal que había detrás de las marchas de la libertad.
Más allá del mero biopic
Febrero es el mes de las personas de color en Estados Unidos. En colegios, institutos, universidades norteamericanas, diversas instituciones y organizaciones realizan acciones para poner de relieve la discriminación que existe en este país hacia las personas de color. Por ese motivo, las distribuidoras tienden a tener en el mercado películas de esta temática durante este mes, sirva como recientes ejemplos “Lincoln” (Steven Spielberg, 2012) o “Mandela, del mito al hombre” (Justin Chadwick, 2013). Puede que alguien se pregunte, ¿es necesaria otra película sobre Martin Luther King? A lo que le podríamos contestar que “Selma” no es otro biopic del doctor King. Es un filme que aborda unos hechos muy concretos: cómo consiguieron que Lyndon B. Johnson aprobara la Ley de Derecho al Voto de 1965. Una ley que cambió el designio de muchas personas en Estados Unidos.
Annie Lee Cooper, una ciudadana residente en Selma (Alabama), solicita en tiempo y forma poder votar, al igual que otros conciudadanos. Pero a pesar de ser estadounidense y estar amparada por su Carta Magna que le otorga ese derecho, hay una ley local que le impedía ejercerlo porque no sabe recitar todos los condados que hay en Alabama. Es decir, que hace sólounas décadas sometían a los ciudadanos a una suerte de examen para poder disfrutar un derecho fundamental. Eso lleva al Dr. Martin Luther King Jr. a llevar esta reclamación de derechos civiles ante Lyndon B. Johnson, el presidente de los EEUU, quien sin embargo opinaba que no era el momento de abordar ese tema. Por ese motivo, King se trasladó hasta Selma para iniciar una campaña reivindicativa. Intentaron en tres ocasiones realizar una marcha desde Selma hasta Montgomery para solicitar un derecho básico: votar. Pero el Gobernador de Alabama, George Wallace, hizo todo lo que pudo porque no tuvieran lugar.
“Selma” nos muestra algo más que una marcha triunfal, el espectador será testigo de las batallas políticas en las instancias del poder, las negociaciones que había detrás de la reclamación de un derecho tan básico como elegir a quien te representa. La determinación de un sector de la sociedad estadounidense por luchar hasta el final de una manera pacífica. Asistir atónito desde la butaca a cómo el poder político ante una reclamación pacífica responde con una dureza y agresividad desproporcionadas. Eso es lo que hace muy interesante a “Selma”. Es un filme con muchos actores: los ciudadanos, el doctor King, el presidente Johnson, su asesor Lee White, el gobernador Wallace y el juez Frank Johnson, que admitió las diligencias que permitieron abrir la brecha política.
Votar es un derecho constitucional
En su contra decir que no era necesario que Paul Webb nos narrara la historia como si estuviéramos leyendo un expediente del FBI, cuando la historia va mucho más allá. Puede resultar un poco artificioso. Y sí, se puede contar en menos tiempo. Sin embargo, empatizar con este relato es muy fácil, porque hoy en día en nuestro país el gobierno pone trabas para determinado tipo de ciudadanos. Para los que vivimos en el extranjero votar en las próximas elecciones municipales y generales es un auténtico calvario burocrático lleno de plazos y trabas. No sólo has de estar empadronado correctamente en el extranjero, sino que además tienes que rogar el voto, vamos como que le pides al Estado: “¡Por favor! Déjame votar aquí”, y luego cógete el día libre en tu trabajo para poder desplazarte hasta el Consulado, cuando debería ser igual de simple para todos: estar inscrito en el padrón. Así de simple. Sienta muy mal quedarse con las ganas de votar, por eso es sencillo ponerse en los zapatos de Annie Lee Cooper. Hablando con una amiga de color me dijo que esto también pasa hoy en día en EEUU, por lo visto las nuevas leyes de identificación han mermado el número de votantes afroamericanos. También estábamos de acuerdo en que ni remotamente se nos pasaba por la cabeza ir a vivir a un Estado del Sur hoy en día, sobre todo porque no podríamos ser nosotros mismos, y como decía Sasha: “no quiero simplemente desaparecer un buen día”.
Volviendo a “Selma”, como decían los ganadores del Oscar a la mejor canción original, este filme es necesario, porque EEUU es un país donde la discriminación racial, sexual o religiosas están a la orden del día. Que una cosa es predicar y otra la vida cotidiana que todos vivimos. Luego la discriminación es un grave problema. Ergo, “Selma” es un largometraje interesante con una excelente factura y sobre todo necesario.
Frases destacadas de “Selma”
- Lyndon B. Johnson: “I wanna help. Tell me how”
- Martin Luther King Jr.: “We want a Federal Protocol”
- Lyndon B. Johnson: “This voting thing, it gonna wait”
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- Lyndon B. Johnson: “What I need to know is what he is gonna do next”
- Martin Luther King Jr.: “We can do this. We must do this”
- Martin Luther King Jr.: “We negociate, we demonstrate, we resist”
- Martin Luther King Jr.: “Segregation is illegal in the States, Sir”
- Rev. Hosea Williams: “We built the path as we can. Rock by rock”
- Martin Luther King Jr.: “Who murdered Jimmie Lee Jackson? Every white lawman who abuses the law to terrorize”
- Lyndon B. Johnson: “Stop Wallace, stop Martin or I stop both”
- Rev. Hosea Williams: “We have to win in another way”
- Martin Luther King Jr.: “I prefer the people upset with me than bleeding or death”
- Lyndon B. Johnson: “There’s no negro problem. There’s no color problem. There’s only an American problem”