Mar. Mar 19th, 2024

Si David Lynch nos llevó al infierno de la oreja literalmente en “Terciopelo azul” de una manera soft y poética, el británico Steve McQueen (que nada tiene que ver con el mítico actor de Hollywood) con “Shame” (vergüenza) le quita todos los edulcorantes, colorantes y elementos digestivos para llevarnos directamente a los nueve círculos del infierno de Dante. Su gallardía es que lo hace, además sin red de seguridad… bueno, falto a la verdad, en cierta medida la tiene y son sus dos inmensos protagonistas, Michael Fassbender y Carey Mulligan, que se dan réplicas de lujo, y generan tensión sólo con sus potentes miradas.

«Shame» nos cuenta la historia de Brandon, un hombre de treinta y tantos años que vive en un confortable apartamento en Nueva York. Para sobrellevar su bagaje psicológico y evadirse de su monótona realidad, se dedica a seducir mujeres.  Así su vida amorosa es una serie de historias sin futuro y encuentros de una noche. Pero el ritmo metódico y ordenado de su vida se ve alterado por la imprevista llegada de su hermana Sissy, una chica rebelde y problemática. Su presencia explosiva llevará a Brandon a perder el control sobre su propio mundo.

Abi Morgan y McQueen firman un guión de falsa pero brillante estructura circular, que es absolutamente perturbador, turbio, sensual y erótico, todo para bucear en la naturaleza profunda de nuestras necesidades, en la forma en que afrontamos nuestra vida y las experiencias que nos marcan. Para ello se sirven narrativamente de un cierto “abuso” de primeros planos donde encuadran elementos cotidianos que hacen clara referencia a objetos sexuales, como por ejemplo cuando una mujer se sujeta a la barra vertical del metro.

Así, Fassbender, con este torturado personaje incapaz de ser fiel, de mantener una relación estable, va un paso más allá de su reciente estreno “Un método peligroso” y nos da uno de sus mejores trabajos hasta la fecha, erigiéndose como icono sexual del año, sin duda alguna. Dejando su vis más teatral de lado para ofrecernos un Brandon descarnado, dolido y torturado por sus pasiones y pulsiones.

McQueen como ya hiciera Orson Welles con Rita Hayworth en “La dama de Shangai” o David Lynch con Isabella Rossellini, transforma a Carey Mulligan, la maltiñe de rubio para crear un paralelismo entre Sissy y Dorothy Vallens, al igual que lo hace entre Brandon y Jeffrey Beaumont. Los paralelismos entre McQueen y Lynch son tan variados que hasta tenemos un momento en el largometraje que la inmensa Carey nos regala esta maravillosa turbulenta versión de la mítica canción “New York, New York” de Frank Sinatra, al igual que Rossellini hiciera con el clásico de Bobby Vinton “blue Velvet. Pero, como esto es más un fresco urbano eso queda patente en la banda sonora al introducir el “Rapture” de la influyente banda neoyorkina bandera de la nueva ola que era “Blondie”, liderada por la grandiosa Deborah Harry.

“New York-New York”-Carey Mulligan

“Rapture”-Blondie

Este largometraje es un viaje de sensaciones, hasta el punto que hay una increíble secuencia en la que los que sean amantes de correr verán la destreza del realizador por mostrarnos lo que ve un ser humano cuando corre por las calles de Nueva York. Esa soledad en la gran urbe, da igual que sea Nueva York, Londres, París o Madrid, cuando corres la llegas a sentir, y es en ese momento donde el dolor, la angustia y estrés se mitigan y desaparece. Es una secuencia muy bien planificada, y sabiamente realzada con esa pieza de piano. Lo malo es que esta película se hará famosa por lo dotado que está su actor y la belleza del cuerpo desnudo de Mulligan, pero esto es mucho más que carne a la parrilla.

“Preludio y Fuga XVI en sol menor”- Bach

Así que esta semana os recomendamos este drama urbano del siglo XXI, ajeno a la pirotecnia de Hollywood, que va más allá de los planteamientos de la obra teatral y cinematográfica titulada “Closer”, pero que al igual que ésta versa sobre las relaciones de pareja contemporáneas, el sexo. Su gran acierto es darle ese carácter ciertamente distante a ratos, a veces hipnótico, pero sobre todo fascinante, turbio y lleno de pulsiones y bajas pasiones, en el que cualquiera, de una manera u otra se sentirá reflejado, en mayor o menor medida, porque todos tenemos un lado oscuro, como decía Goerge Lucas en “Star Wars”.

Frases destacadas «Shame»:

Contestador automático: “Hola. Soy yo. Contesta Brandon…Brandon…¿Dónde estas? ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! Soy yo, te estoy llamando.”
David Fisher: “Me gustan las mujeres que llevan traje”
Sissy Sullivan: “Te quiero, haré lo que sea. No necesito a nadie más.”
Brandon: “El hilo musical es como un mal viaje de LSD”
Sissy Sullivan: “Quiero despertarme en una ciudad que no duerme.”
Brandon: “Sal de mi habitación.”

Calificación: 9

Por Alfredo Manteca

Periodismo UCM. Cinéfilo y cinefago compulsivo. Crecí con Kubrick, Hitchcock y Cronenberg.

6 comentarios en ««Shame»»
  1. «lo malo es que esta película se hará famosa por lo dotado que está su actor»

    Inevitable. Pero es que con ese badajo colgando… que uno no es de piedra.

  2. No me gustó. Comprendo perfectamente de lo que habla la película y su mensaje, pero no me convence. Para ver un film sobre el vacío existencial prefiero ver una de Antonioni. Esta peli se hace demasiado larga y tediosa, dura mucho más de lo debido.

  3. Lo siento mi estimado Félix que no le gustara, le recomiendo pues que vea Terciopelo Azul de Lynch, está en la misma onda. Es cierto que el miembro viril de Fassbender dará que hablar.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.