Julianne Moore nos regala una de sus mejores interpretaciones hasta la fecha, que bien podría valerle la ansiada estatuilla, en «Siempre Alice».
“Siempre Alice” llega este viernes a nuestras pantallas de la mano de Richard Glatzer y Wash Westmoreland (“Quinceañera”,“The Last of Robin Hood”), un filme con un presupuesto pequeño engrandecido por la brillante interpretación de Julianne Moore.
Basada en la novela de Lisa Genova, “Siempre Alice” nos cuenta la historia de Alice Howland una reputada profesora de lingüística felizmente casada y madre de tres hijos que empieza a sufrir pequeños olvidos, despistes, a priori, sin importancia que le llevan a preocuparse y por ende a realizarse un estudio neurológico y a descubrir que sufre Alzheimer de inicio precoz. Es entonces cuando todo su mundo se desvanece y da comienzo su lucha por no perderse, no olvidar quien fue y por no dejar atrás sus maravillosos recuerdos.
Pese a ofrecernos una ligera visión de cómo la familia se enfrenta a esta enfermedad y de cómo tratan de sobrellevarlo, inevitablemente, todo el relato, así como las miradas, se centran en ella.
Julianne Moore da vida a esta valiente mujer con una calidad, una pureza y una sencillez aplastante. Su expresión, sus ojos y sus gestos nos permiten experimentar el vacío, la pérdida, el dolor. El proceso de cambio y el avance de la enfermedad está latente en cada secuencia, en cada plano, lo que hace que Moore se coma la pantalla. Alice ya le ha valido un Globo de oro y esperemos le otorgue el tan merecido Oscar. Cuatro son las veces que la actriz ha sido nominada al máximo galardón sin éxito, pero, todo apunta a que este será su año y que, de una vez por todas, se reconocerá su maravillosa trayectoria.
El trabajo de Alec Baldwin como un marido superado por las circunstancias es correcto, quizás con algo más de notoriedad se podría haber explotado un poco más sus dotes, pero será Kristen Stewart quien aporte la guinda actoral con una de sus actuaciones más madura con la que nos aleja de la visión de insípida que la artista se fraguó a conciencia en la exitosa saga de vampiros. El resto de actores, Kate Bosworth, Hunter Parrish y Shane Mcrae pasan sin más.
La hermosa y liviana música de Ilan Eshkeri acompaña a cada momento trágico haciéndolo más lacrimógeno si cabe, lo cual, a pesar de ser un manido truco, logra dar forma a ese nudo en el estómago al espectador. Es una cinta simple en su estructura, pero, hasta eso pasa desapercibido gracias a la intérprete principal que nos regala un triste y perfectamente formado final. Ni sobran ni faltan minutos, poco más queda por decir sobre esta devastadora realidad.
Lecciones de vida
Si bien es cierto que los argumentos que parten de una enfermedad ya tienen medio camino hecho por la conexión con el público que lo vive de cerca, véanse títulos como “Iris” (2001),“Lejos de ella” (2006) o “Amour” (2012) que lograron una gran notoriedad tanto entre espectadores como entre la crítica, no es oro todo lo que reluce, es necesario ser fieles, correctos y evitar, en la medida de lo posible, la lágrima fácil. “Siempre Alice” aporta, con gran acierto, una visión muy respetuosa y desgarradora de este terrible mal. ¿Quién no ha temido, tras un insignificante descuido, verse ante esta cruel situación? Perder tu esencia, caer en el olvido y lo peor, saber que tus seres queridos sufrirán a tu lado el complicado proceso.
Pero, también tienen algo bueno este tipo de películas tan duras, y es que lanzan directa o indirectamente mensajes que van más allá del derrotismo, y que hacen que, además de con lágrimas, salgamos con lecciones de vida. Nos invitan a valorar un poco más nuestros caminos, a intentar disfrutar de cada pequeño detalle, de cada momento junto a amigos y familiares. Nos enseñan que siempre hay alguien que está peor que tu y que merece un respeto, merece que tu no desperdicies tus días, porque da igual si tienes una situación acomodada, una carrera de éxito y una familia feliz, si la vida está en abofetearte duramente, como hace con esta mujer lo hará, no lo dudes.
Por eso y como dice Alice Howland «vive el momento».
Frases destacadas de «Siempre Alice»
- Alice: «Se que mi puta mente se muere«
- John: «Pase lo que pase estoy aquí«
- Alice: «Puede que sea el último año en que sea yo misma«
- Alice: «Aprendo el arte de perder a diario«
- Alice: «¿Quién nos tomará en serio cuando estemos tan lejos de nosotros?«
- John: «Deberíamos recordar siempre quién es Alice«
- Lydia: «Nada se pierde para siempre«