Mar. Mar 19th, 2024
Guion es obra de OLEG NEGUIN

Andrey Zvyagintsev busca deshumanizar la familia nuclear rusa a cualquier precio

El carácter seco, frío y desesperanzador es una constante en la filmografía Andrey Zvyagintsev, un ya habitual de nuestras carteleras que regresa tres años después tras «Leviatán». En esta ocasión con «Sin amor», un título que desde luego resume a la perfección la esencia de su último trabajo. Y es que el ruso se propone abordar el seno de una familia tradicional rusa asolada por el dolor de la ausencia total de amor entre sus tres miembros.

Música original de sin amor es de EUGENI GALPERIN

Un drama caricaturizado

Resulta complejo el hecho de querer reflejar en un filme la decadencia moral de una familia valiéndose del guion a la hora de englobarlo dentro de un contexto que busca la visceralidad más naturalista. Es en este sentido que el primer tercio de esta «Sin amor», en su intento por enfocarse desde un prisma realista, se antoja distorsionado por un guion demasiado simple a la hora de construir a los personajes. Zvyagintsev desea ser tan conciso y directo en su crítica que todo cae en el subrayado y la obviedad, rompiendo desde luego cualquier atisbo de verosimilitud. El personaje de la madre, sin duda el más salvajemente tratado por su director, encarna los males de la feminidad moderna que cubre su vacío emocional a través de distracciones superfluas. Desde los tratamientos de belleza al uso indiscrimado del teléfono movil, pasando por su declaraciones abiertamente hirientes hacia su hijo no deseado. El resultado de todo ello, sumado a la personalidad frágil de la nueva novia del padre, que encarna el cliché de la mujer dependiente de un hombre, nos deja una visión involuntariamente machista del género femenino. Por su parte, la forma tan poco elaborada de tratar el temor por la pérdida del trabajo dependiendo de la censura religiosa de la empresa por parte del padre, también nos invitan a alejarnos del presunto halo de credibilidad de la sociedad rusa que pretende mostrar la cinta. Y es que toda esta primera parte que busca presentar a los distintos personajes que protagonizan el filme visto desde distintos prismas que atacan directamente a la fría e insensible sociedad rusa, es mostrada con torpeza en su construcción del guion. Todo suena a ya escrito, a necesario para dejar patente la opinión de Zvyagintsev. Es por ello que choca ante el espectador una cinta con un tono tan marcado tratado como si fuera una simple caricatura, una exageración simplista que pretende pasar por drama a ojos del público.

El filme no obstante resulta estar en completa evolución, virando a partir de cierto suceso hacia una especie de thriller que sirve de macguffin para explotar el caracter de sus personajes. Se denuncia la impasividad policial, la ausencia de amor maternofilial que da origen al drama que experimenta la cinta y la frialdad en la que la sociedad en general aborda el tema. También se habla del poder ciudadano, organizado mucho mejor que el burocrático estatal. Porque sobre todo la cinta busca señalar el mal endémico que nace de las propias instituciones, aunque en ocasiones el uso radiofónico en off tratando de informar al espectador del estado político de Rusia sea retirativo. No obstante sí resulta interesante los conflictos que viven los protagonistas, las declaraciones abiertas y sinceradas sobre la falta total de amor y su manera individual de encararlo.

Frases destacadas:

  • «¿Hombre?, si solo sabe lloriquear»
  • «Nunca te he amado»
  • «Muchos padres se niegan a reconocerlo»
  • «No me vais a encasquetar a ese demonio»

Tráiler de «Sin amor»:

Por Luis Suñer

Graduado en Humanidades, crítico de cine y muerto de hambre en general.

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