Chris Pratt y Ethan Hawke encabezan este western que retoma el mito del legendario Billy el niño y su verdugo, Pat Garrett.
Destino Santa Fe
En el séptimo arte uno de los personajes más icónicos en el género del oeste es, sin duda alguna, Billy el niño. Posiblemente la más conocida entre los cinéfilos sea la dirigida en 1973 por Sam Peckinpah, donde James Coburn y Kris Kristofferson daban vida respectivamente a Pat Garrett y Billy. También es recordada por la participación del cantautor Bob Dylan. Este es el segundo trabajo como realizador del afamado actor Vincent D’Onofrio. Su ópera prima, inédita en España, era una incursión en el subgénero del slasher a ritmo de música folk que no cautivó al público estadounidense.
Con este nuevo largometraje salva los muebles, al darle un toque de originalidad a esta manida historia. Para ello se sirve de un personaje, el joven Rio, al que alude el título del filme (“The Kid” [“El niño”]) en su versión original, que también de modo indirecto apunta al apodo del famoso cuatrero. Toda la acción se verá desde la perspectiva de este protagonista que se verá obligado por las circunstancias a tomar una decisión que marcará su destino en un intento de salvar a su hermana y madre de un padre maltratador. Tras cometer un parricidio su tío intentará darle caza, pero en su huida hacia Santa Fe con su hermana se encontrará con Billy el Niño, que es perseguido por el sheriff Pat Garrett. La conexión entre los dos jóvenes será inmediata, y Rio tendrá que elegir entre convertirse en un forajido o un hombre honrado, a la par que tendrá que decidir en qué tipo de hombre quiere convertirse para lo único que le queda, su hermana.
Dos niños y un destino
D’Onofrio lo tenía fácil con esta aproximación un tanto original al mito del famoso vaquero. Para ello ha confiado en un actor de la talla de Ethan Hawke para interpretar a Pat Garrett. Sorprende mucho Chris Pratt, que hace doblete en la cartelera, en el papel de villano, de cruel y despiadado tío. Dane DeHaan hace un excelente trabajo al humanizar un personaje como Billy. Aunque, sin duda alguna, el gran descubrimiento es el joven actor Jake Schur que debuta en el cine con este papel. Resuelve el trabajo con solvencia y sabe llevar sobre sus hombros el gran peso de la función creando un personaje en constante diatriba ética: decidir si fiarse de un bandido o dejarse guiar por una persona más afín a la ley.
El guion posee dos líneas dramáticas claramente diferenciadas que dinamizan la trama: la persecución entre dos antiguos amigos que se convirtieron en enemigos mortales y la encrucijada de un adolescente que tendrá que posicionarse a favor de uno de los dos bandos. D’Onofrio se mueve con solvencia entre ambos contextos psicológicos para acabar reinterpretando el famoso mito, dándole una pátina de humanidad que carece otras aproximaciones al personaje, porque lo que importa es la historia que cuentas y no su veracidad.
Frases destacadas:
- Billy El Niño: “Tienes que aprender a confiar”
- Billy El Niño: “Pat… más vale que te des prisa porque tengo una cita con el destino, y no quiero llegar tarde”
- Pat Garrett: “¿Sabes qué significa que escriban sobre ti?”
- Pat Garret: “Cuando escriben sobre ti ya estás muerto”
- Pat Garrett: “¿Hay algo que quieras contarme?”