“MORTADELO Y FILEMÓN: MISIÓN SALVAR LA TIERRA” supone la segunda entrega que se hace de esta adaptación del popular cómic de Ibáñez a personajes de carne y hueso. Nuestros famosos héroes en este episodio se enfrentan a una gran amenaza, de hecho todos los habitantes del planeta luchan contra ella. Coincidiendo con la peor sequía que hemos vivido, un grupo de malhechores está terminando con todas las reservas de agua que quedan en la tierra. Los mejores agentes secretos del mundo se reúnen urgentemente en la sede la JONU, sí, habéis leído bien, pero ni siquiera cuentan con una pista. Para acabar de empeorar las cosas, el malvado Botijola planea atentar contra esa reunión, para acabar así con todos los agentes.
Su intención no es otra que convertir la bebida que lleva su nombre en el sustituto del agua. Para ello, intentará también secuestrar al alocado profesor Bacterio y conseguir que trabaje para él. Sin embargo, hay dos cosas con las que Botijola no contaba. Por un lado, Bacterio, antes de ser secuestrado, escondió las piezas de su invento en distintos momentos históricos, utilizando la máquina del tiempo. Por otro, hay dos de los agentes internacionales que no han acudido a la reunión saboteada, dos agentes que van a convertirse en la única esperanza del mundo: Mortadelo y Filemón que tendrán que dejar de lado sus disputas para volver de nuevo a la acción. De esta premisa tan divertida en apariencia, a mi me lo pareció, se transforma en un film soso, al que le falta un poco de chispa, en el que cuesta encontrar una
situación cómica con la que esbozar una sonrisa y cuando la encuentras estás aburrido de esperar.
Ya sé que las comparaciones son odiosas, pero me pareció un peliculón “Ángeles SA” en comparación esta entrega de las aventuras de los detectives más divertidos del cómic cañí. La película de Bardem es solo apta para el público infantil. Eso es porque todo el celuloide esta plagado de chistes fáciles y muy físicos, a la par que esperables. El realizador carece del carisma necesario y de un universo propio donde llevar los personajes y tomen vida propia. Todo ello se nota porque en cada fotograma se respira el espíritu friki de Fresser, pero lo malo es que es sólo en aspectos formales. Eso además se nota en que cuenta con gran parte del reparto de las primeras aventuras, que todos ellos están estupendos, desde Villuela que está grandioso haciendo de Filemón, a Emilio Gavira que vuelve a meterse en la piel de Rompetechos, Janfri Topera en el de Bacterio y Berta Ojea en el de Ofelia. Es más, todos hablan como si fuera Fresser quien los dirige. Pero en esta nueva entrega contamos con un nuevo Mortadelo, porque Benito Pocino no llegó a un acuerdo con la productora, así que en esta ocasión es interpretado por Eduard Soto, al que todos recordaréis por su personaje catódico del Neng de Castefa, que baja el listón sobre su predecesor, añorándole en cada fotograma. Además se permite el lujo de parodiarse a sí mismo y no se da cuenta de que no está en el programa de Buenafuente, sino que es otro personaje que no tiene nada que ver con el Neng.
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Anda, al menos ya sé por qué Benito Pocino no sale en esta entrega. ¿Acaso pidió mucha pasta?
Tiene toda la pitna, ¿has escuchado a los productores? Yo e slo que deduje de su respuesta. Eso de no hay acuerdo suena fatal, por lo general el acuerdo es sobre salario ¿no crees?
La premisa me hace gracia, pero ya me dejó un poco decdepcionado la entrega Fresser, como para fiarme de esta.
Te entiendo, te entiendo perfectamente Monsieur Copépodo
madre mia esto es darles cremita, la verdad que si te pones asi es que no será para tanto. la dejaré para una tarde muuu tonta
Yo, yo tenia un poc de esperanza en esta, en fin, algún día la vere