La película de Dominik Moll representa un cambio formal en su último thriller. Un film cargado de secuestros/desapariciones que no aporta nada nuevo al género, más allá de una serie de historias cruzadas que se desarrollan en espacios aislados y una trama (117 min.) dividida en cinco capítulos desarrollados de forma desequilibrada por un montaje agotador.
Una adaptación con un punto de vista formal
El quinto largo del director francés Dominik Moll recupera elementos de thriller («Harry un amigo que os quiere») con un maniqueísmo infundado y un tanto oscuro de la vida. Lo prohibido dentro de la legalidad matrimonial (representado en Alice, Michel y Evelyne), de las leyes fiscales del Estado (con la red de extorsión cibernética llevada a cabo en Abiyán) y de la sociedad (con el arte del engaño en el apartamento de Papa Sanou). Todas las relaciones están abocadas al fracaso, acabando de forma trágica y ridícula. Mientras Michel pasa las horas de trabajo pegado a la pantalla de su ordenador chateando con una joven inexistente, su mujer, Alice, dedicada a los servicios sociales mantiene un affair con Joseph. Otro granjero seco y prudente que será el desencadenante de la historia al toparse con el cuerpo de Evelyn, una mujer rica y casada de la cual Marion quedará locamente enamorada.
Un entorno natural que se abre a su paso
La nieve como paraje natural («Fargo»), el desaparición de una joven («The lovely bones«) o las escenas de investigación policial («Prisioneros«) son un tópico del género al que su director recurre al juego de falsos culpables en el que las piezas del puzzle van encajando a medida que transcurre el tiempo cinematográfico.
Se juega a la deslocalización, el choque cultural provocado por la vida occidental en la campiña francesa que contrasta con la vida exótica de los jóvenes en Costa de Marfil. Una localización múltiple que encaja en el esquema de una ecuación de misterio en clave de suspense; ya que la sombra de las adaptaciones americanas de Dennis Lehane es alargada. En esta ocasión la novela homónima escrita por el francés Colin Niel ha sido la elegida para pasar por la enésima transformación del texto narrativo al lenguaje cinematográfico.
Personajes oscuros, interpretaciones femeninas claras
El minuto y medio de la secuencia inicial tiene demasiado de miniserie con títulos de crédito preciosistas que, si bien le podían haber venido al pelo, gira en torno a la figura de Papa Sanou (Christian Ezan) y todo lo que trae consigo a un mundo lleno de chamanismo y de ciertos espiritismos que pierde fuerza en el momento de postrarse ante sus clientes.
De las cinco historia que se dan destacan tres personajes por encima de todos. El primero es Alice (Laure Calamy), adaptándose a las localización dada por su padre y, sobre todo, a las circunstancias que le ha tocado vivir. El segundo es Evelyn (Valeria Bruni Tedeschi), un personaje lleno de dolor que busca refugiarse en alguien que le saque de su rutina amorosa, pues ¿quién no ha buscado consuelo en alguien más joven? Y el último, Marion (Nadia Tereszkiewicz), una lolita representando la fragilidad humana, el amor adolescente y la pasión juvenil, quizás no sea el personaje más oscuro de los tres pero es el único del que apenas se da información de su pasado.Los matices de todas y cada una de las actuaciones que se habla aportan realismo, humanidad y misticismo al espectador. Los deseos más primarios del ser humano se ven reflejados en cada una de las historias. Deseo, Odio, Venganza.
La quinta historia es, a su vez, última instancia la misteriosa sensación de que unos personajes patéticos se han pasado a otra realidad no escrita donde las normas sociales/de conducta tal y como las conocemos no existen.
Frases destacadas:
- Rolex: Soy Rolex, vengo a ver a Papa Sanou.
- Michel: Ponme los cuernos con ese. Pero si sale mal, luego no vengas a llorarme.
- Policía: ¿Qué le pasa a su perro?
- Joseph: Tiene hambre.
- Policía: Yo también tengo hambre y no ladro así.
- Evelyn: No puedo darte lo que me pides.
- Marion: Yo no te pido nada.
- Evelyn: Me pides mucho
- Marion: Te crees fuerte pero en realidad estás asustada. No es cierto que prefieras estar sola. Simplemente tienes miedo, sobre todo, tienes miedo a ser amada. No es nada. No me importa. Te amo por dos, ¿entiendes?. ¡Te amo por diez si hace falta! ¿No quieres ser feliz?
- Evelyn: ¡Basta!
- Michel: Amandine…
- Marion: No entiendo nada.
- Michel: Amandine. ¡Qué preciosa eres!
- Marion: ¡No le conozco!
- Michel: Soy yo.
- Moussa: ¿No sabéis quién es? ¿Ese es Rolex, el Burgués? Atrapó a un incauto. Hasta su correo come ensalada. Está lleno de dinero.
- Driss: Es cierto, ha ganado mucho. Pero no de forma muy limpia.
- Armand: ¿Qué hizo?
- Driss: Un sacrificio humano.