Seis años después del fin de «Los hombres de Paco» Michelle Jenner y Hugo Silva vuelven a verse las caras. Esta vez, en la gran pantalla.
¿Qué es lo primero que se te pasa por la cabeza cuando tu pareja te dice la frase «tenemos que hablar»? «Oh, no, el apocalipsis va a llegar, me va a dar la peor de las noticias». ¿Voy muy desencaminada? No, por supuesto que no. Si eres un adolescente, quizás los tiros vayan por ahí. Bajo esa premisa gira «Tenemos que hablar», la nueva película del director David Serrano («Días de fútbol», «Una hora más en Canarias»).
Nuria (Michelle Jenner) parece tenerlo todo en la vida: un trabajo, una casa preciosa y una pareja estupenda (Ilay Kurelovic). Un buen día su chico le sorprende pidiéndole matrimonio. Sin embargo, algo se interpone en su camino: Nuria y su exmarido, Jorge (Hugo Silva), jamás firmaron los papeles del divorcio. ¿Cómo decirle a Jorge que necesita divorciarse sin hundirle? Él está sin trabajo, soltero y, para colmo, la culpa le reconcome desde que arruinó a los padres de Nuria al recomendarles una serie de inversiones financieras (Fórum Filatélico, preferentes..) muy desafortunadas en plena crisis económica.
Diálogos adolescentes, personajes treintañeros
¿Cuántos años tienen los personajes de Nuria y Jorge? ¿Y sus amigos Yoli y Lucas? A juzgar por su aspecto, todos rondan la treintena. Si analizamos sus dudas, sus temores y su humor -o su carencia de él-, apenas llegarían a los quince años. Ese es probablemente el mayor problema de «Tenemos que hablar», la falta de concordancia entre las edades de sus protagonistas y su madurez.
El segundo gran fallo también es de bulto: su trama es tan sumamente previsible que no es muy complicado -por no decir nada- adivinar cuál va a ser el desenlace de la película. En conclusión: un niño de seis años habría sido capaz de escribir un guión mejor que el de David Serrano y Diego San José («Ocho apellidos catalanes«).
Calidad actoral: ni está ni se la espera
Un mal guión suele destruir una película. Si a ello se le suma una mala selección de los actores, la mezcla es explosiva. «Tenemos que hablar» lo aúna todo. Michelle Jenner y Hugo Silva parecen haberse quedado estancados en el infantilismo romanticón de Lucas y Sara, sus personajes de «Los hombres de Paco». Esto nos obliga a ver en la gran pantalla un extraño revival de la serie.
Óscar Ladoire y Verónica Forqué, los padres de ella en la ficción, realizan una interpretación mediocre de unos personajes bastante insulsos de por sí. Las vidas de ambos se fueron a pique en plena crisis económica, llegando hasta a divorciarse. Y su reencuentro estará plagado de broncas al más puro estilo de Pepa y Avelino en «Noche de fiesta».
Tan sólo se libran Ernesto Sevilla, que da vida a Lucas, el mejor amigo de Jorge. Sevilla saca a relucir su vena de humorista y demuestra que lo suyo sí que es hacer reír. Con su humor chanante será, junto con Belén Cuesta, de los pocos capaces de sacar alguna carcajada entre los espectadores.
Si lo que buscáis es buen cine, huid de «Tenemos que hablar», la simplicidad transformada en película.
Frases destacadas de «Tenemos que hablar»
- Jorge: «¿Pero no la has oído? ¡Ha dicho tenemos que hablar!».
- Víctor: «No puedes sentirte culpable».
- Nuria: «No, solo me siento la peor persona del mundo».
- Miguel: «Por su culpa he perdido dos casas, mi negocio y lo más importante, a mi Patricia. El dinero va y viene, pero ella no».