«TENSIÓN SEXUAL NO RESUELTA» es la última película del guionista y director maño Miguel Ángel Lamata, conocido por sus anteriores trabajos Una de zombis e Isi/Disi II. Esta vez se ha rodeado de un elenco infinitamente más llamativo compuesto por caras muy conocidas del panorama audiovisual español (Norma Ruíz, Amaia Salamanca, Fele Martínez, Miguel Ángel Muñoz, entre otros) para protagonizar esta comedia “románticamente incorrecta” como él la ha calificado que, a pesar de sus defectos, es más de lo que parece. Mi estimado Victor Guybrush se ha encargado de cubrir tan magno evento y ahora os dejo con su reseña del largometraje.
A priori, pocos de los que paráis por esta página pensaría siquiera en meterse a ver «Tensión sexual no resuelta». El poster, con un montón de gente guapa, famosa y de moda tira para atrás y combinado con el título del filme parece un simple cebo para adolescentes hormonados. Los primeros cinco o diez minutos parecen confirmar que el infierno cinematográfico va a engullirnos durante hora y media, arrancando con lo peor de la película: el personaje de Pilar Rubio. Y no porque sea ella, o porque lo haga mal, sino por cómo está tratado el personaje: sale poquísimo y además haciendo lo mismo que hacía en «Sé lo que hicísteis…» es decir, hablarle al espectador, con la única diferencia añadido de que a veces lo hace en bikini o, directamente, desnuda en la ducha (no esperéis verle nada).
El avezado espectador se preguntará ¿y esto por qué? ¿A qué viene ponerme a esta tía aquí luciendo palmito? ¿Es eso lo que tengo que esperar de esta película, tías y tíos buenos y buenas con escotazos y torsos al aire gustándose sin aportar nada más? Los productores, con el amigo Santiago Segura a la cabeza, pensarían que, si tienen la posibilidad de que aparezca Pilar Rubio, qué menos que enseñarla bien. Por suerte, la cosa se relaja con otros personajes y es solo Pilar Rubio quien sufre el mal de la mujer florero tan claramente. Sin ser perfecta y con todo lo que os podéis imaginar, Tensión sexual no resuelta no aburre y tiene unos cuantos gags y personajes curiosos.
Lamata construye una historia de líos amorosos y no tan amorosos con un reparto coral que funciona, que tiene ritmo y que hace reír más que llorar a pesar de no ser una comedia de matrícula de honor. En el apartado interpretativo todos los actores están correctos y algunos personajes despuntan por ser extremos y tener algunas secuencias interesantes, como Miguel Ángel Muñoz convertido en el cantante de heavy metal definitivo (aunque habrá quien, con razón, lamente el estereotipo) o Joaquín Reyes, en una breve pero intensa aparición en la que como mucho se le puede reprochar que no se sacude los personajes de “Muchachada Nui” ni a tiros.
Las chicas tampoco están mal y se agradece que no sean tratadas solo como trozos de carne a las que ponerles modelitos, aunque habría estado bien algún personaje puramente cómico como tienen los chicos. No es una genialidad, no gustará a todos y no pasará a los anales de la historia del cine español, pero lo cierto es que no ha sido hecha con esas pretensiones, sobre todo teniendo en cuenta que el director llevaba tiempo queriendo sacar adelante el proyecto y que éste es algo más cercano a lo que él quería hacer desde un principio (tener amigos productores como Segura ayuda un montón) que a un simple producto con famosetes para vender entradas, según cuenta. Hará más o menos gracia pero por lo menos no es el apocalipsis cinematográfico y guarda unas formas mínimas.
Calificación: 6
Ahora os dejo con un extra, se trata de la sesión fotográfica para la creación del cartel, que amablemente nos ha cedido Paramount España.
TENSIÓN SEXUAL NO RESUELTA-SESIÓN FOTOS
TENSIÓN SEXUAL NO RESUELTA
PRIMERA PARTE-RUEDA DE PRENSA
TENSIÓN SEXUAL NO RESUELTA
SEGUNDA PARTE-RUEDA DE PRENSA
ENTREVISTA MIGUEL ANGEL LAMATA
Lamata me hizo reír con Una de zombis. Le debo una, así que veré esta nueva suya.