Una clásica historia de venganzas, aderezada con una cuidada estética y un reparto sobresaliente, convierten a «The Salvation» en una delicia para los fans del género.
Estrenada hace prácticamente un año en su país de origen, Dinamarca, «The Salvation» es una de las cuatro películas que nos trae A Contracorriente Films este fin de semana y que pasó muy discretamente por el último Festival de Sitges. Un film posicionado en un género que estuvo a punto de desaparecer hace un par de décadas pero que, gracias a la labor de grandes directores como Clint Eastwood o Quentin Tarantino, consigue mantenerse vivo. Esta película podría no encajar entre las mejores de su género, pero sí que resulta un film profundamente satisfactorio, especialmente por su espíritu nórdico, que consigue otorgarle de innegable personalidad.
Unos protagonistas a la altura
Madds Mikkelsen interpreta a Jon, un ex-soldado danés que emigró a tierras americanas para empezar una nueva vida. Tras vengarse de la pareja de maleantes que acabaron con la vida de su familia, Jon se verá obligado a enfrentarse a Henry Delarue (Jeffrey Dean Morgan), el cabecilla de la banda que, tras conocer la noticia, ha puesto precio a su cabeza.
Como ya he mencionado anteriormente, esta película no presenta una gran novedad argumental, por lo que nos topamos ante un desarrollo de los acontecimientos bastante predecible. A grandes rasgos uno puede imaginarse cómo va a acabar el film, por ello lo más recomendable para disfrutarla es centrarse en esos otros aspectos que la hacen diferente. El principal de todos ellos es su reparto. El guión no se preocupa por desarrollarnos unos protagonistas tridimensionales, sabemos lo justo y necesario para poder elaborar un perfil aproximado y funcional, pero no por ello carecen de carisma. Mads Mikkelsen consigue aportar la naturalidad necesaria a ese héroe a su pesar que es Jon, una habilidad que ya ha demostrado de sobras a lo largo de su dilatada carrera. Mikkelsen es uno de esos actores camaleónicos que sabe aprovechar lo que pueden dar de sí sus personajes y aquí no es la excepción.
Eva Green consigue que alguien como Madelaine, un personaje marcado (física y psicológicamente) por su pasado, tenga la presencia necesaria para que no resulte un simple elemento decorativo. Hay un aura de misterio que la rodea durante toda la película y aunque se nos dan ciertas pinceladas sobre su historia particular, son las imprescindibles para que el espectador se imagine una historia a su gusto.
Un estilo impecable
Cabe destacar la labor de Kristian Levring detrás de las cámaras, quien aquí consigue dotar de un tono que fácilmente recuerda al cine nórdico a una historia puramente americana. Un tono que viene justificado por el origen de los personajes y el contexto histórico en el que se encuentra. Levring aprovecha esos elementos para que «The Salvation» no esté plagada de diálogos descriptivos y sean las acciones y miradas las que definan a los personajes. Esto queda muy claro en sus primeros quince minutos, donde entramos fácilmente en situación y conseguimos hacernos una idea de por dónde irán los tiros (nunca mejor dicho).
Es interesante apreciar como en «The Salvation» apenas hay ningún personaje puramente bondadoso. Todos ellos se ven movidos por la venganza, un deseo que provoca que el ritmo no se detenga y finalmente estalle en los últimos veinte minutos de metraje. «The Salvation» reúne lo mejor que puede darnos un género tan olvidado como el western, una película que vale la pena ver tanto si se es afín al género como si no, aunque los seguidores más fieles son los que se verán más recompensados.
Frases destacables de «The Salvation»:
- Peter: Aprendí algo de la guerra… Nunca empieces una batalla que no puedes ganar.
- Corsican: ¿Mataste alemanes? Tienes mis respetos.
- Delarue: Te he subestimado soldado… Has matado a muchos hombres…
- Corsican: ¡Dispara! ¡Hazlo!