Mar. Mar 19th, 2024
en la pasada edición del festival de SITGES 2017 obtuvo el PREMIO ESPECIAL DEL JURADO, MEJOR GUIÓN y MELIÉS DE PLATA A LA MEJOR PELÍCULA

Joachim Trier decide abordar el cine de género desde su propia estética y personalidad características

Sin duda alguna el noruego Joachim Trier es un cineasta en continúa evolución. Así lo ha demostrado a medida que ha ido estrenando sus cuatro largometrajes hasta el momento. En su anterior filme «El amor es más fuerte que las bombas» (2015), decidió no solo sumergirse en la psique de un único personaje principal contra el mundo contemporáneo, como vimos en la magistral «Oslo, 31  de agosto» (2011), sino abarcar un sinfín de emociones humanas a partir de tres protagonistas que formaban una sola familia. Una película ambiciosa, cargada de metáforas subjetivas de los personajes y con un reparto anglosajón para acercarse algo más al gran público. Se trataba sin duda de una cinta que buscaba abiertamente mostrarse más empática y juguetona con el espectador, aunque quizás por ello se acabara perdiendo entre algunas naderías y un uso sensiblero del montaje, las imágenes y la música.

Una película de Joaquim Trier

Con «Thelma», presente en el último festival de Sitges, Trier vuelve a rodar en lengua noruega con un reparto desconocido. En esta ocasión nos encontramos ante cine de género. Quizás un último viraje hacia la búsqueda de la comercialización de su filmografía, la cual cada vez se bifurca e intenta abrazar nuevos mercados. No obstante, pese a la etiqueta donde se encuentra argumentalmente este largometraje, no podemos obviar que la fuerte personalidad del director baña formalmente el desarrollo de éste. Y de hecho, no es hasta la mitad del filme en el que se dan muestras claras de que estamos ante un thriller sobrenatural. Así pues, en su primeros intantes, lo que hallamos es la emancipación universitaria nórdica, la reubicación de lo rural a lo urbanita en carnes de su joven protagonista. Una buena hija sobreprotegida por sus padres católicos que encuentra un mundo nuevo al abandonar su solitario domicilio natal. Algo que podría retrotraernos a una cinta más realista y auténtica como es «Júlia Ist» (Elena Martin), salvo que en esta ocasión, lo ambiguo y perturbador se antoja mediante pesadillas que buscan deconcertar al espectador. Ya que, al igual que Thelma, no existirán a penas  escenas donde se le permita cierta relajación. La intención del cineasta es la de contagiar el desasosiego y la pérdida del control que sufre su personaje principal. Todo ello lo logrará mediante la reiteración de sus ataques epilépticos, pero también a través de su lenguaje visual, de sus escenas metafóricas, cargadas de refinamiento estético. Un ejercicio de estilo que por su insistencia y ambición puede llegar a resultar cargante e incluso agotador. La sucesión de imágenes trascendentales que suponen en si mismas un oxímoron entre la belleza de la toma y el horror de su significado le va demasiado grande a la simpleza de su argumento.

Thelma ha sido SELECCIONADA POR NORUEGA PARA LOS OSCARS 2018

La cinta pierde aún más fuelle en sus tramos finales, tomando todos los clichés del género en las inacabables pruebas médicas, los descubrimientos familiares y la reclusión de la protagonista. El filme deja de hablarnos por momentos de la cupabilidad cristiana, de la represión familiar o la liberación sexual para sumirse en la trama más sobrenatural solventada con una macabra metáfora que simboliza el triunfo de la protagonista ante estas adversidades. Un final que bien hay que reconocer es acorde a los tiempos que corren. La acusación de brujería ya no somete a la mujer joven sino que es ella la que se emancipa de manera violenta del yugo que trata de castigarla por sus propios deseos.

Frases destacadas:

  • «Solo bebo Cola»
  • «El otro día bebí alcohol»
  • «No le gustas de verdad. Si ha ocurrido es solo porque era lo que tú deseabas»

Tráiler de «Thelma»:

 

Por Luis Suñer

Graduado en Humanidades, crítico de cine y muerto de hambre en general.

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