El retorno de Malick trás su éxito en El árbol de la vida es una película fallida, vacía de sentido, objetivo o intención.
¿To the qué? To the Wonder ¿To the qué? To the Wonder ¿To the qué? To the Wonder.
Se suele decir que las mentes de los genios son tan similares que coinciden en muchos aspectos. Si hace más de un mes hablábamos del cortometraje Carlo Padial para #littlesecretfilm, no he podido sino recordarlo mientras veía la última creación de Terrence Malick.
Si Padial hablaba de gente que abría y cerraba puertas constantemente, Malik, sin desearlo explícitamente, se asemeja mucho a él en To the Wonder. Personajes que repiten las mismas (y aburridas) situaciones constantemente, que se acercan y se alejan, que bailan y se paran, que se pelean y se tocan.
La historia en sí podría ser interesante, pero la forma narrativa lo evita. Y queda en algo demasiado vacío de todo.
Personajes perdidos en el tiempo y en el espacio
Y es que los personajes de Malick en esta película puede que sean muy profundos, parecer lo parece, pero no lo muestran en ningún instante. No comprendemos sus motivaciones. No se muestran sus intenciones. No hablan entre sí.
La película no tiene apenas diálogos, hay más voz en off que voz en plano y, además, nunca hay réplica a las frases. Un personaje habla y el otro nunca responde.
Para empezar tenemos el personaje de Ben Affleck (Neil) que aparece durante toda la película, la mayor parte de las veces con su rostro fuera del plano o de espaldas, y que no habla apenas durante el metraje. No recuerdo más que cuatro o cinco frases y un par de offs. Así está el tema. De él no sabemos nada. Sabemos su trabajo porque lo vemos, pero toda la relación con el personaje de Marina y después Jane es incrmprensible, porque no se sabe qué hace que se mueva en el mundo.
La preciosa Olga Kurylenko es Marina. No es el personaje protagonista (como quien dice), pero es el personaje del que más se sabe. Es francesa, tiene 27 años, una hija de 10 años y le gusta bailar. O eso parece, porque no deja de bailar en toda la película. Oí varios comentarios de hastío al acabar la proyección respecto a esto. Es plano de ella quieta, plano de ella pseudo-bailando. Además, llegado un punto de la película, su hija desaparece del mapa. Tienen una conversación por skype y parece no volver a acordarse ni de su existencia…. no me lo creo.
Más tarde aparece el personaje de Rachel McAdams, Jane. Durante su aparición fueron los únicos minutos que realmente me gustaron de la película. Aparece en el minuto 50 y durante un rato la película comienza a comportarse de una manera un poco más narrativa. Dentro de lo que es Malick, pero funciona verdaderamente de forma narrativa. Y claro, en esos momentos se puede disfrutar. La aparición de Jane en un papel de Cow-woman es genial. Pero, por supuesto, su personaje está una vez más desaprovechado. Es muy plano, se nota extremadamente sintetizada su aparición y, al final, lo que tendría que funcionar como un revulsivo a la historia; no hace sino funcionar como excusa para cambiar la dinámica de la película durante cinco minutos y después, como si no hubiese pasado nada, que vuelva al punto anterior.
Por último tenemos al personaje de Javier Bardem, al Padre Quintana. Y este SÍ es un personaje interesante. Pero, una vez más, su papel está tan desligado de la película, su trama tan sinsentido en sintonía con el resto que no tiene lugar a desarrollarse. Hay una especie de reflexión sobre las creencias religiosas y cómo el llevarlas a cabo puede hacer a uno infeliz, etc. Pero, no lo veo bien, porque no se desarrolla lo suficiente.
¿»Es Terrence Malick» sirve como excusa?
Ben Affleck, claramente enfadado, dijo hace varios meses: «To the wonder hace que El árbol de la vida parezca Transformers. La película parece más unos recuerdos de una vida que una verdadera historia a tiempo real de la vida de una persona. Este pastiche de momentos impresionados, saltando a través de momentos de la vida de los personajes de forma no lineal, asimila a la forma en la que una recuerda su vida. Es un poco hipnótico… es más fluido que la vida real». Fuentes revelan que lo que siguió a estas líneas seguro ya que no eran palabras de agrado.
Y es que todos sabemos que Terrence Malick hace un tipo de cine poco narrativo y, lógicamente, con un público difícil de encontrar. Pero, esto no significa que no pueda hacer un producto malo. Y sin duda es lo que ocurre en esta ocasión.
El director no sabe en donde meterse, se ha quedado en la mitad, en una desastrosa tierra de nadie. No ha hecho nada realmente reflexivo como era El árbol de la vida ni algo que cuente una historia. Ha realizado 112 minutos vacíos de contenido o sentido.
Se suele decir que para que los personajes evolucionen (y por tanto la historia) en una película, los personajes tienen que relacionarse con otros personajes. En los conflictos que entre ellos se crean es en lo que la película se llena de sentido. Pero, aquí los personajes ni hablan entre sí. Se supone que lo hacen, pero no se ve en ningún momento.
Se trata de una serie de personajes que vagabundean en la pantalla. Que con cara de perdidos se mueven por los escenarios. Algunos como el de Kurylenko bailando constantemente, otros como el de Bardem yendo a las puertas de casa de la gente y dándose la vuelta antes de llamar (juro que lo hace 6 o 7 veces en la película, ninguna de forma justificada). Y todo esto acaba por cansar al espectador.
¿Que no es narrativa? Lo se, pero como contemplativa o existencial tampoco funciona. En esta ocasión Malick se ha columpiado y ha tropezado. No hay que darle más vueltas.
Ya tratará de levantarse en la siguiente .
Frases de To the wonder:
Está es complicada, ya que mucho, precisamente, no hablan:
Quintana: Muéstranos cómo encontrarte.
Marina: Abro los ojos y me derrito en la eterna noche. Una chispa. Me sacaste de la oscuridad.
Neil: ¿Ves la división que hay en el cielo? La parte oscura es la sombra de la Tierra.
Nota de To the Wonder: 4
PD: Dato curioso, en la película aparecen como montadores cinco personas, entre las que no está el propio Malick. Lo cuál en una película normal sería extraño, pero teniendo en cuenta que Ryan Gosling acaba de decir Indiewire que Malick se encuentra a día de hoy montando simultáneamente 5 películas… pues es comprensible y preocupante.
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