Con motivo del 50 aniversario del famoso álbum del grupo británico The Who, se reestrena en cines la película de culto basada en el mismo dirigida por Ken Russell.
La icónica banda The Who publicó su cuarto disco de estudio, Tommy, en Marzo de 1969, un álbum conceptual compuesto casi en su totalidad por el guitarrista y teclista del grupo, Pete Townshend, que popularizó el género de ópera rock. Las canciones iban contando la historia de un niño que, tras un suceso traumático, queda sordo, mudo y ciego, y las consecuencias que esto tendrá a lo largo de su vida. La versión cinematográfica llegaría 6 años después, en 1975, adaptada y supervisada por el propio Townshend, y dirigida por Ken Russell, realizador en cuya filmografía encontramos un fuerte sentido musical, y protagonizada por el propio vocalista de The Who, Roger Daltrey (que ese mismo año protagonizaría también otra cinta de Rusell, «Litztomania»). Situándonos en su contexto, aunque la adaptación al cine de clásicos como «Jesucristo Superstar» (Norman Jewison, 1973) o «El fanstama del paraíso» (Brian de Palma, 1974) se estrenaran previamente a «Tommy» (y de la cuales toma elementos), el hecho de que el álbum original de la película que nos ocupa fuera anterior hace que se la considere la auténtica primera ópera rock de la historia del cine. Un lugar de honor por el que, aprovechando su reestreno para celebrar el 50 aniversario del LP, merece ser reivindicada.
Sensation
«Tommy» es un filme que busca provocar sensaciones en el espectador, precisamente las relacionadas con los sentidos que le faltan al protagonista, sobre todo vista y oido, pero incluso el habla: si uno conoce las canciones, es difícil quedarse callado y no lanzarse a interpretar cada uno de los inspirados temas (la experiencia en un Sing Along sería plenamente disfrutable) con el inconfundible uso de los sintetizadores. La película, que estuvo en la Sección Oficial del Festival de Cannes fuera de concurso, comienza como una historia de amor (con un artifical ambiente bélico que anticipaba al Fassbinder de «El matrimonio de Maria Braun» -1979-), en la que ya queda claro la importancia que en esta transformación al medio audiovisual tiene el personaje de la madre, a la que da vida la entregada actriz Ann-Margret, nominada al Oscar (una de las dos candidaturas, junto con la de mejor banda sonora adaptada, que recibió la obra), una madre viuda que sufre las consecuencias de querer rehacer su vida. Su progresiva decadencia se va acentuando ante la imposibilidad de comunicarse con su hijo, al que ella misma ha reducido al estado en el que se encuentra. Junto a los mencionados Daltrey y Margret, en el llamativo reparto se alternan actores de renombre como Oliver Reed (habitual en la filmografía de Russell) o Jack Nicholson (el mismo año del éxito de «Alguien voló sobre el nido del cuco»), con músicos y cantantes como Tina Turner como la prostituta Acid Queen y Elton John (cuyo biopic, «Rocketman», se estrena también de manera inminente) como el inolvidable Pinball Wizard.
Eyesight To The Blind
«Tommy» está plagada de metáforas que aluden a la religión, el sexo o las drogas. Tras una primera parte que aborda la infancia del protagonista, el filme va entrar de lleno en estos terrenos, siendo ya la primera escena en la que vemos a Tommy adulto la celebración de una ceremonia en la que se rinde culto a Marylin Monroe, con Eric Clapton dando vida al predicador que la conduce. Esta banalización de la fe, relacionada con la adoración de los mitos, alcanzará su máxima expresión cuando Tommy se convierta en una estrella nada más y nada menos que por su habilidad para jugar al pinball, juego mecánico de éxito disparatado en todo el mundo. Toda esta evolución delirante de la trama podría identificarse con el método paranoico-crítico daliniano, el cual relaciona elementos que, de manera objetiva, no conectarían. Esto dio lugar también a los objetos surrealistas, u objetos cotidianos sacados de su contexto y obligados a perder su función habitual; en «Tommy» así lo vemos por ejemplo en los instrumentos musicales, que en ocasiones sirven como atrezzo o parte de mobiliario, y que acaban por aplicarse a cometidos diferentes para los que fueron diseñados.
Pero aunque la religión, como veremos a continuación, acabará por ser el tema principal del relato, en este también se muestran otras cuestiones, como serían las del bullying y o el abuso de discapacitados, y lo hace desde un humor tan cínico y caricaturizado que, si se estrenara hoy por primera vez, haría que muchos indignados se echaran las manos a la cabeza.
Smash the mirror
Dentro de una narración en la que la realidad y la fantasía conviven en armonía, otro elemento al que se alude de manera reiterada son los cristales, y más concretamente la ruptura de los mismos. De hecho, es el destrozo del espejo el que, como alegoría del despertar, hace salir a Tommy de su letargo psicosomático. Esta recuperación supuestamente milagrosa hace que su categoría de celebridad se dispare a la de un dios al que adorar. La película aborda así de lleno un análisis de la creación de las sectas, y una crítica a la comercialización de las religiones (el Tommy’s Holiday Camp se podría entender como un trasunto de complejos como el del Santuario de Lourdes), aquí además centrándose en el efecto sobre los más jóvenes, influenciables ante una figura que en primera instancia les sirve de inspiración, pero cuya actitud les conducirá a una decepción que les llevará a destruir aquello que amaban. Un símil con Jesucristo que no hace otra cosa que, como comentábamos en el párrafo anterior, hacerla más terrenal. La importancia de «Tommy» reside finalmente en ser un ejemplo canónico de la idea contracultural de que la experiencia religiosa es un mal social plenamente humano que se autodestruye cada vez, y que lo místico se alcanza a través de una experiencia psicodélica de la música y el arte, los cuales sí que permanecerán eternamente.
Frases destacadas:
- Frank & Mrs Walker: You didn’t hear it, you didn’t see it! You never heard it, not a word of it!
- Mrs Walker: And Tommy doesn’t know what day it is, he doesn’t know who Jesus was or what praying is
- Mrs Walker: Tommy, can you hear me?
- The Pinball Wizard: That deaf, dumb and blind kid sure plays a mean pinball.
- Tommy: See me, feel me, touch me, heal me