Considerar Total Recall como una versión del clásico de Paul Verhoeven creo que es un error porque Kurt Wimmer y Mark Bomback hacen una relectura del relato de Philip K. Dick, modificando muchos aspectos de la historia aunque deje la base argumental del juego realidad-sueño, casi en un segundo plano. La historia arranca en un futuro donde ha tenido lugar una guerra química de tal magnitud que sólo quedan dos núcleos poblacionales, la UFB, que viene a ser como la Federación Británica y la Colonia situada en el continente australiano. Están unidos por la Catarata, una lanzadera que en 15 minutos te cruza el globo terráqueo. En la Colonia es donde trabaja Douglas Quaid, en una fábrica donde hacen robots. Su vida es un tanto monótona y decide darse unas vacaciones mentales en Recall. Tras ir algo mal en el procedimiento acabará siendo perseguido por las fuerzas policiales al mando del canciller Cohaagen y en busca de Mathias, el líder de la resistencia.
Como podéis ver básicamente parece al relato corto titulado “Podemos recordarlo todo por usted” (We Can Remember It For You Wholesale), pero las diferencias son diversas tanto en el plano argumental como en el visual. Y eso es un acierto, a pesar de que nada más salir del visionado comiencen las comparaciones. Esto es el “Total Recall” de las nuevas generaciones. Narrativamente Len Wiseman genera momentos muy sofisticados sobre todo en las secuencias de acción a bordo de la lanzadera, por su propio mecanismo físico que está muy bien explicado. Los diseños de producción son herederos de los videojuegos, como por ejemplo “Mass Effect”, y lo curioso es que lo mezclan con mundos ya vistos en “Blade Runner”, “Yo, Robot” o “Minority Report”, así la transculturalidad futurista y edificios de arquitectura imposible estarán siempre de fondo. Y los policías se desplazarán en coches voladores y tendrán gadtes sofisticados como el ojo.
Argumentalmente, aquí no hay colonia del espacio exterior con mutantes, olvidaros de Quato, y los derroteros de la lucha de Quaid son otros. Es que Cohaagen no invada la colonia. Lo malo es que el motivo y que recompensa tiene por ello, no será desvelado en ningún momento al público. Ese agujero argumental es rellenado por los guionistas por escenas de acción trepidantes y para nada aburridas. En cuanto a la paranoia realidad y memoria que planeaba sobre el original, así como en el relato, es decir que si es todo un sueño o es una realidad queda muy diluida para que nuestras jóvenes generaciones no salgan frustrados del cine. Para bien, modifican ciertos personajes que rodean al protagonista en sus aventuras para hacer desaparecer otros que estaban en la versión holandesa, al igual que la sangre y los momentos ciertamente gores. Quedando todo tan limpio y aséptico como un quirófano.
En cuanto al reparto Colin Farrell, genera un Quaid en las antípodas del personificado por Arnold Schwarzenegger, que da más con el gusto de las jóvenes espectadoras, eso sí, enseñando lo justo. Luego tenemos a una Kate Beckinsale que toma el testigo de Mrs Stone, y está muy bien en su papel, dado que está acostumbrada de sobra a filmes de acción. Jessica Biel no posee tanto protagonismo como Rachel Ticotin con lo que su Melina queda un tanto diluida, lo mismo que le pasa a Bill Nighy que es una sombra de Marshall Bell como líder de la resistencia. Y dejamos al malo de la función al canciller Cohaagen, en este caso con los rasgos de Bryan Cranston sustituyendo a Ronny Cox, hace lo que puede creando un papel mucho más físico, aunque nadie se molesta en explicarnos sus malévolos planes, ni sus motivos o beneficios, con lo que el final queda como una mera lucha de machos alfa carente del menor sentido.
En resumidas cuentas, este entretenido filme de acción con grandes efectos especiales se lo recomendamos a las nuevas generaciones, es muy digestiva. Al resto revistar el clásico que posee más enjundia argumental aunque los efectos especiales puedan cantar como una soprano, pero eso a fin de cuentas no deja de tener su cierto encanto de serie B.
Frases destacadas:
Douglas Quaid: Te prometo que te encontraré.
Douglas Quaid: El mismo sueño. El mismo instante.
Mathias: La Catarata nos esclaviza.
Hauser: Es hora de hacer lo correcto. Millones de vidas están en tus manos.
Douglas Quaid: Todo el mundo sabe quién soy, excepto yo.
Mathias: El pasado es una construcción del presente.
Lori Quaid: Hasta que la muerte nos separe.
Calificación: 5