Mar. Mar 19th, 2024
Fotograma de la película Tully

Jason Reitman recupera el mejor tono de su filmografía tras varios tropiezos, de nuevo de la mano de Diablo Cody y Charlize Theron.

Jason Reitman, que durante la primera década del siglo XXI se alzó como una de las figuras más importante del cine independiente estadounidense gracias a obras que afrontaban con valentía los problemas de la sociedad contemporánea como «Gracias por fumar» (2005) o sobre todo «Up in the air» (2009), poco a poco había ido perdiendo el prestigio ganado, sobre todo por el fracaso de sus dos últimos filmes, la telenovelesca y absurda «Una vida en tres días» (2013) y la tremendista y conservadora a la par que desfasada en su mensaje «Hombres, mujeres y niños» (2014). Esto podía provocar recelos hacia su nuevo proyecto como es «Tully» (aunque este año también tiene en postprodución «The Front Runner», con Hugh Jackman y Vera Farmiga), pero a su rescate acude la guionista Diablo Cody, con la que ya formó un equipo eficiente en la premiada «Juno» (2007) y en las menos redonda pero con aspectos muy destacables «Young Adult» (2011). Y, como en ésta última, Reitman vuelve a recuperar a Charlize Theron como protagonista, en un papel aparentemente opuesto al de aquella: Marlo es una mujer tradicional, casada y con tres hijos, frente a Mavis, una escritora que vivía como una adolescente permanente. Sin embargo, el fondo de ambos personajes escritos por Cody es el mismo: ambas están descontentas con su presente, anhelan su juventud y, de una manera u otra, intentan recuperarla. Algo que ya sabemos de antemano que traerá más problemas que alegrías…

Ser madre hoy

Como decíamos, Marlo en una madre que espera su tercer hijo, y saturada por la situación familiar y económica, busca la ayuda de una niñera, Tully, en la que delegar algunas tareas. Y es que pocas veces la dureza de la maternidad se ha expuesto tan desmitificada y abierta en canal en la gran pantalla: la secuencia de montaje en la que se ve cómo enfrenta Marlo las primeras semanas de vida del bebé aúna la comedia ácida de la cotidianidad con el drama real de lo que se está tratando, a la manera en la que lo hemos visto en series como la española «Mira lo que has hecho» de Berto Romero o la australiana «The letdown» de Alison Bell. En ellas, al igual que en «Tully», se aborda un tabú que parece que aún despierta recelos: puedes querer a tus hijos más que a nada, y aún así, ser muy infeliz como madre. Porque tu cuerpo, tu mente, tu vida (individual y de pareja) y tus perspectivas de futuro cambian radicalmente. En este sentido, Charlize Theron, quien de primeras impresiona con su cambio físico, acaba debastando con una fuerza emocional y trágica sin afectación, enfrentada Mackenzie Davis, una suerte de hada madrina luminosa. Ambas configuran la imagen de la mujer enfrentada a un destino que parecen aceptar, pero cuya disconformidad acabará por revelarse de la manera más radical.

Fotograma de la película Tully

¿Película para mujeres?

Que el argumento de fondo sea la conexión que existe entre Marlo y Tully, así como el hecho de que los personajes masculinos del relato, tanto el hermano de Marlo (Mark Duplass), que es quien le da la idea de contratar esta ayuda, como su marido (Ron Livingstone), queden en un plano más secundario (lo cual no significa que no tengan peso o estén desdibujados), además de que la mano tras el guion sea femenina, hacen que «Tully» se califique automáticamente como un filme destinada a mujeres. Pero, ¿es eso así? De hecho, ¿existe realmente un cine exclusivamente para público masculino o femenino? Es general, las películas tratan temas universales, que pueden interesar a cualquiera al margen de su género (eso sin entrar en la sensibilidad estética, que tampoco entiende de sexos); y si concretamente nos referimos a la cinta de Reitman (recordemos, dirigida por un hombre), es cierto que habla de la conexión de una mujer consigo misma además de con su bebé y el resto de su familia. Pero eso no tiene por qué necesariamente no implicar a los hombres. Es más, podría ser casi de visión obligatoria para aquellos que también se sienten perdidos y al margen ante los sentimientos, mucha veces enfrentados, que se despiertan durante la maternidad. Algo que queda en evidencia en la natural y nada forzada evolución de personaje del marido de Marlo, que nos regala una hermosa conclusión para una obra que solo se vuelve algo tópica cuando intenta crear un misterio que se ve venir de lejos.

Frases destacadas:

  • Emmy: Mamá, ¿qué le pasa a tu cuerpo?
  • Marlo: Las cosas no se ponen fáciles para las niñas.
  • Marlo: Las chicas no cicatrizan.
  • Marlo: No quiero que te vayas.

Trailer de «Tully»

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