La cineasta francesa Claire Denis vuelca en Juliette Binoche la búsqueda femenina del amor verdadero en la mediana edad
La búsqueda activa del amor verdadero en la mediana edad a partir de un personaje femenino fuerte no es nuevo. El chileno Sebastián Leilo nos entregó a la fría y compleja «Gloria» en 2013, así como desde Brasil Kleber Mendonça Filho elaboró con fuerza el carácter único de «Doña Clara». La primera buscaba el amor en la vida nocturna, la segunda pertenecía a un mundo laboral artístico. Ambas nos sugieren distintas resonancias con Isabelle, la protagonista de «Un sol interior», el nuevo filme de la francesa Claire Denis protagonizada por la inmensa Juliette Binoche. Aunque si bien las dos cintas sudamericanas comentadas anteriormente nos mostraban el torbellino emocional que vivían/sufrían sus protagonistas, en este caso el acercamiento trata de desprendarse del drama y de la rabia, entretejiendo una capa emocional que recorre a su personaje principal enfocándose desde el tono de una comedia romántica deconstruida. Rechazando la opción convencional de situar el inicio del relato en un punto inflexión que le llevará a recorrer un seguido de desventuras emocionales que desenvocarán en un éxito o un fracaso amoroso, la película busca encontrar cierto lapso de tiempo donde el espectador sea capaz de percibir la manera en la que Isabelle se enfrenta al deseo de tener una vida en pareja.
Denis busca configurar este viraje sensitivo de Isabelle a partir de su interacción con los hombres. Es por ello que todo el entremado de su odisea se fomenta sobre los cimientos del diálogo. La cineasta juguetea con el cortejo fallido, la lamentable figura del estereotipo del hombre poderoso y sobre todo, la inevitable comicidad absurda de la vida que apela a la incomididad de las dos partes. Y si bien la idea del filme es la de ahondar con honestidad en el maltrecho corazón de esta mujer, aprovechando con acierto la baza de la verdad que irradía el primer plano de la cara, y sobre todo, los ojos y la sonrisa de Juliette Binoche, no se respira esa verosimilitud en el espacio que la rodea. El guion de la cinta estereotipa al sexo masculino, lo ridiculiza sin piedad con tal de darle fuerza a la esencia que radica la cinta, es decir, las dificultades continuas en el hallazgo de un hombre que se erija como el definitivo. La cinta adolece también de ciertos planteamientos conservadores, como el alegato individual de una mujer cuyo único objetivo en la vida parece moverse en la desesperación que supone no encontrar el amor anteponiendo esta carencia a su propia carrera profesional a la que parece no darle demasiada importancia. En particular la secuencia que comentamos, único momento en el que el pensamiento en off se materializa de manera hablada, se antoja incluso ligeramente machista, si bien es cierto que a medida que se desarrolla el filme esta idea se diluye al atacar más adelante continuamente a los diferentes hombres que se encuentra en este periodo de su vida.
Frases destacadas:
- «Necesitas a alguien de tu mundillo, que te entienda»
- «Me corro cuando pienso que es un cabrón»
- «Tengo la sensación de que quieres que salga del coche»