Mar. Mar 19th, 2024
Fotograma de la película "Venom"

Primera entrega del universo de Sony centrado en personajes relacionados con Spider-Man que resulta un punto de partida nefasto.

Desde su aparición en los años 80, el personaje de Venom (o como se le ha conocido también en nuestro país, Veneno) ha sido unos de los villanos más destacados de Spider-Man, visualmente el más impactante y sin duda la mayor amenaza a la que se ha enfrentado el héroe de Marvel Comics. Desde que a principios de siglo las películas dirigidas por Sam Raimi dieran el pistoletazo de salida a la fiebre por el cine superheroico que ha poblado las pantallas durante las dos últimas décadas, Sony ha intentado crear todo un universo alrededor de la mitología del trepamuros, centrándose en este villano alienígena como una de sus apuestas más fuertes. De hecho, no pudieron resistirse a meterle con calzador en “Spider-Man 3” (Sam Raimi, 2007) con nefastos resultados, aunque jamás llegase en ese momento a cristalizar su película en solitario. Algo que ha cambiado sin duda la popularidad que nuestro vecino y amigo Spidey ha recuperado con su adición al Universo Cinematográfico de Marvel tras un insulso reboot. Y así llega “Venom” (Ruben Fleischer,2018), primera pieza de la franquicia sobre Spider-Man, aunque sin Spider-Man. El proyecto ha hecho arquear más de una ceja, pero también ha levantado cierta expectación, debido en parte a su reparto. ¿Habrán conseguido esta vez hacer justicia con tan popular personaje?

Fotograma de la película "Venom"

Poca gracia y villanía

Teniendo en cuenta que el alter ego de Peter Parker no es ningún tipo de influencia en la historia de origen de esta criatura venida del espacio, uno ya podía esperar unas cuantas licencias en lo referido a las viñetas, pero lo mínimo que cabía esperar es que la reinterpretación fuera interesante y diera pie a una película mínimamente divertida. Tristemente, la cinta no alcanza ni este último punto ya que nos encontramos ante un producto al que es realmente dífícil sacarle virtudes. Se le podría empezar achacando una historia insulsa a más no poder, en la que apenas ocurre nada mínimamente interesante salvo cuando el guion hace gala de una estupidez tal que se sitúa entre la vergüenza ajena y lo elogiable. Dentro de este punto se encuentra también la absoluta falta de tono del filme, que pasa de los chistes nada inspirados a los jump scares sin inmutarse, con unas insatisfactorias dosis de acción aquí y allá. Teniendo en cuenta que nos encontramos ante un filme centrado en uno de los supervillanos más imponentes que hayan salido de un comic, habría sido de agradecer algo más de riesgo en este aspecto.

Y es que por mucho que nos hayan vendido que este Venom es un “antihéroe” el personaje de Eddie Brock, que servirá de huésped al simbionte, posee todos los rasgos de “el bueno de la película”, alejándose de manera decepcionante de su contrapartida de los comics y convirtiéndole en un soso superhombre que viene a salvar el día. Esto lo interpreta Tom Hardy que va exagerando su actuación a medida que avanza la película hasta niveles extremos, dando la impresión de que se ha limitado a pasárselo bien exagerando todo lo que podía. El enorme talento de Hardy a estas alturas es innegable, pero realmente llega a sacar de quicio en unos cuantos momentos. Al menos no deja indiferente, algo que no se puede decir de Michelle Williams, una magnifica actriz actriz a la que da mucha pena ver arrastrándose como puede por la película, o el resto del reparto que tienen que lidiar con un montón de insulsos personajes.

Fotograma de la película VENOM

Veneno fílmico

En lo técnico la cosa no va a mejor. Visualmente, el director Ruben Fleischer va de lo anodino en lo dramático, a lo epiléptico en las inenarrablemente mal rodadas escenas de acción, sobre todo aquellas construidas en su totalidad en un CGI muy cuestionables a estas alturas. El diseño de Venom resulta acertado pero debido a los mediocres efectos visuales solo convence por momentos, lo que es una pena. El resto de los elementos, desde la fotografía a la banda sonora, resultan carentes del más mínimo aspecto que las haga destacar en el conjunto. Todo esto hacen del conjunto una película fea, tonta y desagradable cuyo visionado termina por hacerse muy cuesta arriba al espectador hasta que llegan los títulos finales en los que suena la canción original de Eminem del mismo nombre del filme que a la postre, es el aspecto más positivo de la película.

Pero aún así, los valientes ejecutivos de Sony se han permitido meter una escena en mitad de los créditos adelantando una secuela (hay otra al final de la interminable lista de nombres y datos de los responsables del filme pero que realmente no tiene nada que ver con la película). Resulta harto improbable imaginar que esta “Venom” pueda llegar a tener el suficiente éxito como para dar pie a una continuación. Más bien, es el tipo de película que encalla en dique seco una franquicia antes de que este haya comenzado. Aún así, el público es impredecible, pero de momento lo que nos encontramos es otra oportunidad perdida de ver en condiciones en pantalla grande al enemigo de Spider-Man más imponente hasta la fecha, y ya van dos. ¿A la tercera irá la vencida?

Frases de la película

  • «Qué tenga una buena vida.»
  • «Ojos, pulmones, pancreas… tanto manjar y tan poco tiempo.»
  • «Somos Venom.»

Trailer de «Venom»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.