El cine chileno sigue de enhorabuena, llega a nuestras pantallas una gran película disfrazada de biopic y avalada por el Premio del Jurado en Sundance y la nominación a los Goya de 2011. Violeta se fue a los cielos es un excelente filme que se recrea en la persona y no en el personaje de Violeta Parra.
Violeta se fue a los cielos, a la altura del personaje
Para todo chileno hay cuatro personajes que trascienden lo mediático por su influencia en lo cultural y político: Salvador Allende, Pablo Neruda, Victor Jara y Violeta Parra. El trágico final de todos –se investiga en la actualidad si Neruda fue asesinado- les envuelve en un halo de trascendencia mística. Si bien compartieron los ideales socialistas, ninguno de ellos vivirá de modo similar las circunstancias sociales y personales que les marcaron pero Violeta Parra significó para todos ellos el principio de reconocimiento de unos valores apegados a la tierra, de orgullo andino y de lirismo que trasciende lo literario. Violeta Parra fue compositora, recuperadora de un legado que se perdía en el olvido como es el folklore de su país, llevándolo más allá de sus fronteras y aportando su visión modernista en composiciones propias para guitarra. Pero también fue la primera mujer latinoamericana en exponer en el Museo parisino del Louvre sus pinturas y tapices de arpillera. Sus apasionados romances y su figura como madre libertaria tremendamente feminista y luchadora son los matices de una vida que la película no se olvida de contar.
Pero más allá del anecdotario que forma parte del imaginario colectivo, la cinta toca la melodía perfecta para no entronizar al personaje y dar sentido fílmico al reto. Inspirada en el libro escrito por Ángel Parra –su hijo- la cinta se desenvuelve con soltura en una propuesta visual y narrativa arriesgada y justificada. Llevada a buen puerto por el director Andrés Wood y espléndidamente interpretado por Francisca Gavilán que, acertadamente, ejecuta todas las canciones de la película con una crudeza tal que nadie echará de menos la voz original. Su trabajo de mimetismo le costó un cáncer de garganta y no pocos llantos –me aventuro a decir- porque su interpretación es sublime, un acierto de casting que se extiende a todo el elenco. La dirección artística así como el ritmo del filme son magníficos, acompañando a la protagonista en una aventura cinematográfica digna de destacar en los manuales de fabricación de biopics. Sin complejos, con espíritu vanguardista y el dramatismo adecuado para que no se convierta en una sucesión de anécdotas dignas de contar pero sin la fuerza necesaria para soportar el duro examen de la pantalla, la película se nutre de preciosas metáforas narrativas, sencillas y sin pretensiones intelectuales de efecto rococó.
La voz de la actriz Francisca Gavilán, el acierto del filme
Violeta se fue a los cielos es una película perfecta para conocer al personaje protagonista, para descubrir a un realizador excelente y a una intérprete que difícilmente podrá superar esta actuación, Violeta Parra estaba fabricada para ella y, a pesar de su inexperiencia cinematográfica, supo de la importancia del desafío. Violeta se fue a los cielos no es una película más, es un buen ejercicio de memoria y de emociones.
Frase destacada de Violeta se fue a los cielos:
Hija de Violeta: ” he pensado en cortarme las venas”
Violeta Parra: (Previo bofetón) “Eso no se dice, eso se hace”