Antonio (Javier Cámara) enseña inglés con canciones de Los Beatles. En una visita de Lennon a España, emprende un viaje con dos jóvenes que huyen en busca de sueños.
«Vivir es fácil con los ojos cerrados». Este verso de la canción de Los Beatles «Strawberry Fields Forever» da nombre al último largometraje del director español David Trueba. Su música está muy presente en la vida de Antonio (Javier Cámara), un profesor de inglés que enseña a sus alumnos el idioma de Shakespeare al son de Los Beatles, al mismo tiempo que les inculca el amor por la banda de pop británico.
Corre el año 1966 y el maestro decide ir en pos de su ídolo John Lennon, que se encuentra en Almería rodando ‘Blindman’. En su camino se cruza con Belén (Natalia de Molina) y Juanjo (Francesc Colomer), dos jóvenes que viajan en busca de sí mismos.
«Todos buscamos lo que hace nuestra vida mejor»
Con esta sencilla frase de David Trueba se resume lo que motiva a los tres personajes principales a realizar su viaje hacia el Sur. Antonio persigue a su ídolo, Lennon, que ya es uno más en su clase de inglés; Belén está embarazada y va a Málaga con su familia y, por qué no decirlo, en busca de una vida a su medida; y Juanjo, ha huído de casa con 16 años harto de un padre que le critica por su pelo largo a lo Beatle -como le define Alberto al verle en la carretera-.
El camino es lo que vertebra la película y hace crecer a los personajes, como bien expresó Javier Cámara en rueda de prensa. El actor considera que el profesor iba creciendo a medida que avanzaba la película, mientras realizaba su «viaje vital» y fue ese mismo camino el que ayudó a los actores a construir sus papeles.
El miedo del principiante era inevitable para Natalia de Molina, que al interpretar a Belén se estrena en la gran pantalla. Un miedo que, sin embargo, se diluyó al conocer a Javier Cámara, que se presentó el primer día con galletas para todo el equipo. El reparto llegó a ser, en palabras de la actriz, como su familia. Con Cámara como su hermano, Trueba como su padre y la productora Cristina como su madre. Tanto llegó a parecerse a su familia que la llamaban del mismo modo que en casa, «la niña». Pero esa niña entró con fuerza, y sus compañeros llegaron a plantearse si estaba engañándolos a todos y este no era su primer papel en el cine, sino el número veinte, pues De Molina se mostraba de un modo muy natural frente a las cámaras.
Un equipo muy familiar que ha construido Vivir es fácil con los ojos cerrados, una película bella que merece la pena ver en una sala de cine. Este film consiguió convencer a la crítica y el público del Festival de San Sebastián, y con razón, pues los paisajes almerienses y la sencilleza de los personajes son capaces de embaucar hasta al menos cinéfilo.
Frases de Vivir es fácil con los ojos cerrados:
Antonio: Los profesores, de tanto tratar con los niños, acabamos por no entender el mundo de los adultos.
Antonio: Cada noche antes de dormir me leo un poema. Es una forma de quitarse la suciedad del día, como una ducha.
Antonio: Mi madre me enseñó a levantarme temprano. Alguien tiene que encender el Sol, decía.