Este gran filme versa sobre la injusticia institucional y la corrupción en el momento en que Estados Unidos comenzó con la desindustrialización.
La crueldad del sistema social estadounidense
En las grandes ciudades estadounidenses cuya economía estaba basada en la industria, con la llegada de la década de los 70 llevó aparejada el fenómeno de la desindustrialización, y con él, la llegada de la heroína y la cocaína, que se hizo extensiva en la década de los 80. Así ciudades como Rock Island, Willimantic, Detroit, que vieron grandes tiempos de bonanza económica, veían como toda una generación de jóvenes se consumían con la heroína. Esto queda perfectamente retratado en “White Boy Rick”. Estupendo retrato sin concesiones de este fenómeno, donde el espectador podrá apreciar la forma en que el sistema capitalista fagocita sin contemplaciones ni escrúpulos a toda una generación de jóvenes, que a lomos del caballo intentaban sobrevivir y salir adelante.
El caso que nos ocupa es el de Rick Wershe Jr., quien tras convertirse en un informante encubierto del FBI y luego en traficante de drogas, acaba siendo abandonado por sus protectores y condenado a cadena perpetua. Pero este no es el único, hay otros casos verídicos en los que la policía, como eran los propios traficantes, en cuanto alguien intentaba meterse en su cota de mercado no dudaban en colgarle un asesinado o violación, o ambos inclusive. Con esto quiero dejar claro al espectador de la película que hay casos más sangrantes que el del joven Rick. Aunque lo más llamativo es que todos tienen en común una cosa, que esas personas se convierten en un producto del sistema, porque algo que no explora el filme y que debe saber quien paga por ver el filme, es que el sistema carcelario está en manos de la industria privada y acaba consumiendo a esos individuos que entran es su cadena de procesamiento.
Interesante análisis social
El filme destaca por esa fotografía sucia para retratar esas ciudades postindustriales. Yann Demange, al igual que en su filme “71” no se centra únicamente en contar una historia de supervivencia en una sociedad que devora a sus individuos, lo más importante es la potente carga de crítica social. Andy Weiss y Logan Miller, guionistas del filme, aprovechan también para hacer una formidable crítica al tráfico, venta y posesión de armas. Un derecho anacrónico, que en la actualidad sólo acarrea grandes problemas sociales. También dejan patente el racismo en el sistema penal, en el que las personas afroamericanas sufren peores condenas que las caucásicas, hasta el punto que hay un nuevo sistema de esclavitud social, que no explora el filme, pero que si lo hacen otros documentales como “13th”. Este documental versa sobre la decimotercera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, que abolió la esclavitud en ese país, pero con la excepción de las personas condenadas por algún delito. De tal forma, que en la actualidad el sistema lo usa para esclavizar a la población negra y latina en Estados Unidos.
Es increíble ver como el sistema estadounidense pasa por la trituradora a generaciones de compatriotas sin pestañear. Todo en el nombre del crecimiento económico infinito y de la bonanza del sistema industrial. Es un filme bastante crudo, donde brillan las interpretaciones de un gran elenco encabezado por Matthew McConaughey, Richie Merritt, y los siempre maravillosos Jennifer Jason Leigh, Bruce Dern, Piper Laurie o Rory Cochrane. Todo ello hace sea un filme muy destacable y recomendable, aunque la trama y la historia sea sumamente triste, porque algo que el potencial espectador de este largometraje no puede olvidar, antes de pagar por verla, es que “la banca siempre gana”.
Frases destacadas:
- Richard Wershe Sr.: “La mayoría de la gente son corderos y nosotros somos leones.”
- Brenda Moore: “Te daba por muerto. Cuando alguien deja de ir a clase es porque está muerto o en la cárcel”
- Johnny Curry: “Si te pillan cumplirás una condena de blanco, y si me pillan cumpliré una condena de negro”
- Richard Wershe Jr.: “Conozco a los jugadores y conozco el juego.”
- Richard Wershe Sr.: “Te meterás hasta el cuello y no te dejarán salir.”