Mar. Mar 19th, 2024
Craig Gillespie dirige Yo Tonya

Margot Robbie protagoniza esta brillante película sobre uno de los casos más peculiares de la historia del patinaje sobre hielo.

Ganadora del pasado Festival de Toronto, la nueva película de Craig Gillespie ha ido acumulando premios allá por donde ha pasado. A pesar de que su presencia será más bien discreta en la inminente gala de los Oscar, contando con tres nominaciones, «Yo, Tonya» supone un excelente ejercicio de estilo y narración reforzado con un reparto sobresaliente.

Tonya Harding (Margot Robbiefue la primera mujer estadounidense en completar un salto de triple axel en competición en patinaje sobre hielo en 1991. Pero su éxito en la pista fue puesto en duda por culpa de su ex-marido, responsable de uno de los delitos deportivos más mediáticos de la época.

Una mujer fantástica

Narrada en clave de comedia, «Yo, Tonya» supone uno de los biopics más interesantes de los últimos años, en gran parte gracias a su estructura poco convencional y al excelente retrato de sus personajes protagonistas. Aunque la historia se desarrolla de forma lineal, desde que Tonya apenas tiene cuatro años hasta su retirada del patinaje artístico a los 23, son las declaraciones de sus protagonistas y entrevistas a posteriori las encargadas de ir desarrollando los acontecimientos desde diferentes puntos de vista, lo que le otorga un ritmo envidiable a toda la cinta y le da consistencia a lo que podría haber sido una simple lista de anécdotas.

El reparto lo integra Margot Robbie, Sebastian Stan, Allison Janney, Paul Walter Hauser, Julianne Nicholson, Bobby Cannavale, Mckenna Grace

Tonya, encarnada por una espléndida Margot Robbie, es la protagonista indiscutible de la historia y uno de los personajes más fascinantes del cine reciente. Su agrio carácter forjado a base de malos tratos y una carrera centrada casi exclusivamente en el patinaje dan como resultado una mujer que desborda carisma por cada poro de su piel y Robbie demuestra una y otra vez que está a la altura de las circunstancias gracias a una naturalidad que asusta. Las declaraciones de su yo actual durante la entrevista que se le realiza resultan claves para comprender ciertos comportamientos del personaje con el resto de secundarios que de otra forma resultarían contradictorios e incluso inexplicables. Su manera de luchar contra los roles establecidos en su carrera profesional son clave para establecer un vínculo entre ella y el espectador, de forma que la película nos ofrece ocasiones de sobra para que empaticemos con Tonya.

Los secundarios perfectos

Pero Margot Robbie no es la única actriz que vale la pena mencionar. El trabajo de Sebastian Stan encarnando a Jeff Gillooly, el esposo por aquel entonces de Tonya Harding, es uno de los papeles más complicados con el que que puede encontrarse un actor; su carácter maltratador (físico y psicológico) que veremos en más de una ocasión a lo largo del film contrasta con otras situaciones completamente opuestas, donde la química entre Robbie y Stan es indiscutible. Paul Walter Hauser da vida a Shawn, el mejor amigo de Jeff y guardaespaldas de Tonya y es un claro ejemplo de cómo encarnar al perfecto idiota, lo que lo convierte en el responsable de algunas de las situaciones más cómicas de la película.

El guion de Steven Rogers se basaba en las entrevistas con Tonya y Jeff.

Allison Janney interpreta a LaVona, la madre de Tonya y principal responsable de la mayoría de sus quebraderos de cabeza. Janney, a pesar de tener poca cuota de pantalla, roba casi todas las escenas en las que hace acto de presencia gracias a sus comentarios voraces y su actitud pasivo-agresiva. La actriz consigue darle el punto de credibilidad que necesita el personaje para que no se quede en una exageración, aprovechando las pocas escenas que tiene con Margot Robbie para mostrarnos algún que otro matiz del personaje, especialmente durante el último tercio de la película.

Craig Gillespie consigue que su labor vaya en la misma dirección propuesta por el guión escrito por Steven Rogers gracias a momentos puntuales donde los protagonistas rompen la cuarta pared para recordarnos que, aunque estemos viendo una dramatización de los hechos basada en entrevistas hacia sus protagonistas, muchas de las situaciones que se nos muestran tienen una base real. «Yo, Tonya« sorprende por su excelente trabajo la hora de saber combinar hechos reales y escenas dramatizadas o escritas para la ocasión, demostrando una y otra vez que muchas veces la realidad acaba superando a la ficción. Rogers no fuerza la maquinaria para dejar bien a sus personajes, sino que deja que sean sus acciones las que los definan, lo que da como resultado una escala de grises en la mayoría de ellos que consigue mantener la credibilidad dentro de la espiral de locura que supone todo el film.

«Yo, Tonya» es una película cargada de buenas ideas y cuya reputación es totalmente merecida. Una de las cintas indispensables del año que, esperemos, de más de una alegría en el futuro a sus responsables.

Frases destacadas de «Yo, Tonya»:

  • LaVona Golden: «I didn’t swear, you cunt.»
  • Tonya Harding: «I’m America’s best figure skater! I don’t want friggin’ Eskimo Pies.»
  • LaVona Golden: «You fuck dumb. You don’t marry dumb.»
  • Tonya Harding: «America. They want someone to love, they want someone to hate.»
  • Tonya Harding: «Look, Nancy gets hit one time and the whole world shits… For me it was an all-the-time occurrence.»
  • Tonya Harding: «There’s no such thing as truth. It’s bullshit. Everyone has their own truth, and life just does whatever the fuck it wants.»
  • Tonya Harding: «It was like being abused all over again. Only this time it was by you. All of you. You’re all my attackers too.»

Trailer de «Yo, Tonya»:

Por Imanol De Frutos

Graduado en ESCAC y montador de profesión. Siempre hambriento de ficción.

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