La pasada semana salieron a la venta el DVD y Blu-Ray de «Las Brujas de Zugarramurdi», y tuvimos la oportunidad de charlar con su director en esta presentación en la Fnac de Callao.
Este año Las Brujas de Zugarramurdi ha sido la película más galardonada en Los Goya. ¿Los seguiste? ¿Qué te parecieron?
Sí, estaba en Buenos Aires, los seguí desde el hotel. Pues mira, yo creo que es de las veces que más los he disfrutado porque estaba fuera del espectáculo y fue muy divertido ver a mis amigos subiendo al escenario a recoger los premios, estaba muy orgulloso y muy contento.
¿Qué crees que suele tener el cine De la Iglesia para ser siempre de los más premiados?
Bueno, no lo sé. Yo creo que Las Brujas es una película con un gran trabajo técnico de producción y con mucha gente implicada, entonces los académicos valoran el esfuerzo. Son gente que hace cine y saben lo difícil que es llevar eso a la pantalla.
Cada momento tiene su ideal de belleza y en tu película aparece La Venus de Willendorf, que representó un ideal en su momento. Con esto, ¿estás reivindicando un tipo de belleza en Las Brujas? ¿Cuál crees que sería el de ahora?
Pues mira, esa una buena pregunta (risas). La idea precisamente es defender un modelo de vida alternativo, el que defienden las brujas. Es un modelo de vida matriarcal, no basado en el hombre, en la que las mujeres se sienten liberadas de la presión de tener que ser como ellos. Y eso es algo muy apasionante en la historia, yo estoy muy cerca de todo el texto que dice Carmen (Maura), muy a favor. Por eso no hay un demonio al final, el demonio es la manera que tienen de representar los hombres, sus miedos. Las brujas lo que hacen es ver la vida de otra manera, desde un punto de vista natural, no desde un punto de vista artificial, piensan en el presente, no piensan en el pasado y en el futuro como el hombre. Y en ese sentido dominan con más fuerza la realidad, por eso son tan poderosas.
¿Por tanto Las Brujas son un reclamo matriarcal?
Sí, totalmente.
Tu cine suele ser bastante gamberro pero cargado de connotaciones políticas, de hecho en esta película, entre muchas otras cosas podemos ver la cara de Angela Merkel en los créditos, ¿Cuál es el motivo de que cada vez haya más carga política y social?
No hay una intención consciente de eso, sencillamente lo que hay es una necesidad de libertad, de poder contar las cosas como a uno le apetece. Entonces, quiero hacer comedias, quiero divertir, no quiero evangelizar ni contar a los demás mis problemas ni convencerles de nada. Ahora eso sí, me apetece tener mi opinión sobre las cosas y reírme todo lo que puedo.
¿Y temes que en algún momento pueda jugar en tu contra que tenga este tipo de connotaciones?
Bueno, puede que sí, pero tampoco me importa mucho. Hagas lo que hagas vas a tener gente en contra. En el momento en que haces algo te colocas en la palestra y la gente opina acerca de ti. Entonces prefiero que opinen acerca de cosas que pienso realmente que no en un intento vano de agradar a todo el mundo, que es una cosa que solamente te lleva al desastre.
Podemos ver un relevo generacional en esta película entre la vieja escuela (Terele, Carmen Maura…) y nuevas incursiones como Hugo Silva o Mario Casas. ¿El introducir nuevas caras pero sin perder la marca De la Iglesia tiene alguna intención de captar a mayor público?
Por supuesto (risas). Eso ningún director que trabaje en la industria te lo va a negar, forma parte del negocio. Lo que pasa es que también hay que ver cómo lo haces y con quién. Hugo y Mario son dos actores increíbles que a mí me gustaban muchísimo ya de antes; había visto sus películas y siempre había querido trabajar con ellos, lo que pasa que dándoles un papel diferente a lo que habitualmente les da la industria.
Mario yo creo que en la película demuestra que es un actor de comedia increíble, bueno de comedia y de lo que él quiera hacer, y eso me divierte muchísimo, aparte del juego simpático como de venganza: Encontrarte a un tipo que normalmente siempre lleva las de mandar, de pronto verle absolutamente indefenso y manipulado por mujeres terribles, verle atemorizado, corriendo, gritando, torturado y vilipendiado por todos los personajes de la película.
La gente me dice, “en Las brujas las mujeres son muy malas”, ya, y yo les digo que los hombres muy tontos. Entonces tienes que elegir, qué prefieres, ¿ser malo o tonto? Yo prefiero ser malo. Yo creo que las mujeres salen bastante mejor paradas que los hombres.
Se puede ver constantemente tu pasión por la arquitectura, por los lugares icónicos, aunque a veces los deslocalizas, ¿tiene algún tipo de simbología o significado para ti?
Sí, lo pienso mucho y es algo que normalmente vertebra mis películas, es algo muy consciente. El asunto está en que el decorado, los sets, los símbolos que utilizas, de una manera inconsciente le empuja al espectador a tener una opinión o a ver las cosas de una determinada manera. Entonces resulta más verosímil, por ejemplo rodar en la cueva de Zugarramurdi, que es un lugar en el que efectivamente se celebraron aquelarres, ayuda al espectador y me ayuda a mí a creerte la cosa, a sentir una sensación diferente. No es igual rodar en el edificio Dakota que rodar en El Corte Inglés, eso de alguna manera te empapa de realidad de la película.
Y lo mismo ocurre con la Puerta del Sol, que también es un lugar emblemático, que define Madrid o define, si quieres, ese mundo solar del que están hablando los personajes, esa especia de sociedad actual que les empuja a huir. Los personajes huyen de “Sol”, y eso es algo muy importante en la película porque se van al mundo de la Luna, al mundo de las brujas.
Para algunas escenas que utilizaste digitalmente, como por ejemplo cuando Carmen Maura anda por el techo, ¿no pensaste en utilizar otro tipo de tecnología como por ejemplo la de Nolan en Origen?
Yo le di la vuelta al decorado. Construí el decorado al revés. Primero hice la cena y después en el suelo construí el techo, y ella anda realmente por el techo.
¿Y cuál ha sido el mayor reto técnico y de efectos especiales de Las Brujas?
La escena final, la integración del monstruo en la cueva, todo es fue lo más complicado. Fueron meses de trabajo de un equipo enorme de personas para sacarlo adelante, con los medios que manejamos en este país, ten en cuenta que no tenemos el presupuesto de una gran película. Entonces para conseguir ese nivel de calidad en la imagen, la gente ha invertido sobre todo tiempo, 24 horas durante meses. Equipos que se turnaban para trabajar y para ir sacando adelante todas las capas. Por ejemplo La Venus tenía diez capas, diez lyers de imagen sobre el muñeco virtual y eso después estaba integrado en otras cinco capas de imagen tratada. Todo eso hacía el proceso muy complicado y muy laborioso, pero yo creo que el resultado ha merecido la pena.
El próximo trabajo tuyo que podremos ver es simplemente como productor en «Musarañas», ¿por qué decidiste embarcarte en este proyecto?
Vi la oportunidad y vi una historia que realmente se podía producir porque era un guion que se desarrollaba todo en una misma casa con tres actores principales, y nada, me lancé a ello, y si consigo que la película sea rentable y no perder dinero, voy a hacer otra. Me gustaría producir a un montón de gente.
Sí, porque además ahora parece que todo está en contra para hacer cine.
Por eso es el momento de hacerlo
¿Crees que ahora en el peor momento es cuándo más hay que lanzarse a hacer cine?
Exactamente, y todo en la vida es así. En el momento que más te dicen que no salgas de casa es cuando hay que salir.
¿Y qué más trabajos son esos?
Como productor quiero producir un par de películas y luego como director tengo varios proyectos, tengo una comedia coral en un estudio de televisión, tengo una serie de televisión de terror que quiero hacer y por último, igual hay un proyecto americano que me sale, a ver si lo consigo.
¿Qué le aconsejarías a alguien que está empezando en el mundo de la dirección?
Que no haga caso a nadie, que no escuche a nadie, sobre todo que no oiga a los que dicen que esto es imposible, esto no es un negocio, no da dinero, vas a tener problemas, dedícate a otra cosa. Que se olvide de todo y que haga exactamente lo que crea que tiene que hacer.
Muy buena entrevista y muy completa. Hace un repaso a todos los principales aspectos de la película. Con preguntas interesantes y directas que clarifican los elementos menos conocidos de este film, además de darnos la visión particular de su director. Todo un lujo.
Muy buena entrevista.
Eso sí, la película es uno de los bodrios más penosos que recuerdo.
Interesante entrevista. Gracias Silvia por ofrecernos una información tan completa. Me ha encantado la entrevista, aunque debo reconocer que ha influido mi admiración por este director. Buen trabajo.
Muchas gracias Mamen 57, María Teresa y 39 escalones.