“El mundo es nuestro” se reestrena en Madrid y Barcelona tras el éxito de la promoción de la entrada a 2 euros. Esta campaña llega a estas dos ciudades tras los buenos resultados que ha obtenido en las provincias de Sevilla, Cádiz, Málaga y Córdoba durante los meses de verano, donde ha sumado más de 90.000 espectadores. Esta iniciativa, auspiciada por el director del film, Alfonso Sánchez, se suma a otras puestas en marcha tras el estreno de la cinta en 85 salas españolas el pasado 22 de junio, que le han convertido en un nuevo referente del cine español. Os recordamos que este largometraje se financió por el método crowdfunding, o de microdonaciones, con el que obtuvo buena parte de los 600.000 euros del presupuesto de la película. Por ese motivo el martes y miércoles Alfonso Sánchez director, guionista y protagonista del filme acompañado de Alberto López, Olga Martínez y José Rodríguez Quintos estuvieron en Madrid y no dudamos ni un instante en charlar con ellos de todo este fenómeno.
El motivo por el que esta gran comedia se reestrena en Madrid y Barcelona nos lo aclaró Alfonso Sánchez: “No es una idea que surja de nosotros, es una petición por parte de los exhibidores, gracias a todo el fenómeno que está ocurriendo en Andalucía occidental, y es que casi hemos llegado a los cien mil espectadores por toda la repercusión de la campaña ‘los lunes al cine’ de poner el cine a 2 euros para que fueran los parados y ‘contra la subida del IVA cultura para el pueblo’» Los sentimientos en el equipo son variados ante este hecho inusual. Alberto López lo tenía bastante claro: “Ayer, en los Cinesa de Mendez Álvaro, vi que era 10 de septiembre y no me creía que la película, que se estrenó un 22 de junio, pudiera estar viéndose en un cine en Madrid a estas alturas. Así que me debatía entre la incredulidad e ilusión, claro.” José Rodríguez, por su parte ampliaba: “En principio nos sentimos orgullosos, cansados pero muy orgullosos de la respuesta del público, porque todo el verano ha estado yendo la gente de Sevilla al cine y llenado las salas. Era algo impensable. Y ahora en Madrid nos sentimos igual que cuando estábamos en Sevilla, porque la sala respondió exactamente igual. Le gente se quedó en la sala aplaudiendo cinco minutos al final de la proyección” A Olga Martínez lo que le emociona y la hace sentirse satisfecha de verdad es “cuando veo las salas así, y ves reírse a la gente tan a gusto.”
Con Alfonso Sánchez también hablamos de dos referentes de los que apenas se ha hablado en las críticas: “El final es muy ‘Evasión o Victoria’ en dos sentidos, sobre todo porque el ayudarse el ser humano es un hecho que funciona y se superan las barreras de todo tipo y se superan las barreras de todo tipo, y en ese sentido tiene mucho que ver. En segundo lugar, la planificación de cómo el pueblo libera a los héroes y arrasa a los opresores, también. En cuanto a ‘Makinavaja’ es uno de mis personajes y películas de cabecera, al igual que ‘La estanquera de Vallecas”, es un humor muy español, macarra. Hay muchas referencias en la cinta.”
Tras el estreno del filme el pasado 22 de julio vino la Eurocopa que mantuvo en vilo a toda España. Luego, le siguió la espectacularidad de los Juegos Olímpicos, y ahora que reestrenan están los míticos exámenes de septiembre para los estudiantes. Es como si los elementos estuvieran en contra del proyecto, pero Alberto lo tenía muy claro: “La película, contra lo que ha luchado verdaderamente, es contra la falta de apoyo financiero, tanto de inversores privados como públicos, y no hay excusas. Durante todos los días del año se compite con algo, y nuestra película llegará a los 100.000 espectadores, y eso es lo grande. Si la película hubiera tenido un respaldo económico de medio millón euros para su promoción no estaríamos hablando ni de competencia, ni de Eurocopas. Ha sido un año duro para estrenar la película en verano, pero la ausencia de inversor ha sido el principal problema.” Y José nos amplió: “Creo que la edad da igual, este largometraje va dirigido a gente desde los 7 a los 87 años. La gente acude en familia a verla, van nietos con el abuelo y todos disfrutan. Unos arrastran de otros.” Alberto, al hilo, nos aclaró: “el otro día nos ocurrió una anécdota muy bonita, un espectador nos escribió en el Facebook ‘gracias porque habéis conseguido que mis padres vayan juntos al cine después de 34 años que han pasado desde que fueron juntos a ver Taxi Driver’”
En muchas de las manifestaciones que ha habido en Madrid este verano hemos podido ver la camiseta de la película, lo que nos lleva a pensar que puede existir un vínculo entre la trama y la situación socioeconómica del momento. El director del filme se siente orgulloso de que la camiseta se pueda ver como un símbolo de todo lo que acontece o contra la subida del IVA, por ejemplo, y añadió: “Es un orgullo absoluto porque el cine tiene un sentido y es el público. No cabe otro. Ahora nos preocupan los seres humanos que están padeciendo la situación que hay. La película es hija de su tiempo. Y realmente es el único filme que habla abiertamente de la crisis y de lo que pasa en este país en tono de comedia. ” José continuó: “emociona durante la proyección ver como la gente se identifica con los personajes. Son muy reales, sólo has de mirar a tu alrededor para ver a uno”. Olga opinaba: “lo curioso no es que se parezca a la realidad, es que en este país se está pasando más de lo que podemos ver en la cinta. Yo creo que los personajes son muy reconocibles. ¿Cuántos Fermines habrá?”
Les pedimos que nos confesaran si se estaban dejando su propio dinero, sobre todo porque ir de una ciudad a otra, de playa en playa, de cine en cine, todo eso conlleva una serie de gastos a fondo perdido. Videodromo les considera unos auténticos mecenas del cine actual. Alberto se sinceró “nos está costando hasta nuestros matrimonios.” Alfonso continuó: “cuando mucha gente nos pregunta si esto es una nueva manera de hacer cine yo les contesto con toda claridad, esto se hace una vez en la vida, lo hemos hecho así porque no nos ha quedado otra. A esto nos ha llevado la desesperación y el amor por lo que hacemos. Esa mezcla es la que ha movido las grandes pasiones de amor por el cine. Realmente es complicado. No sé si se podrá llamar industria, pero realmente se llama negocio. Hemos conseguido hacer del cine un negocio, hemos vuelto a conseguir que la gente regrese a las salas. Y ya está dentro de las diez películas más taquilleras del cine español de este año, y esperamos estar en la carrera de los Goya este año.”
Desde el festival de Málaga ahí han estado, Alfonso Sánchez y Paco León, dos proyectos distintos, que cada uno ha optado por distintas vías de explotación, y ambos han seguido estrategias distintas y novedosas. El director y guionista de “El mundo es nuestro” tiene claro que las comparaciones son inevitables y odiosas y nos amplió: “A mí ya no me preocupa. Paco ha hecho lo que debía y tenía que hacer en su momento. A él le ayuda que es el Luisma de Aida. Es supermediático, y gana dinero con la televisión y no con el cine. Nosotros no tenemos nada que ver con Paco. Somos unos majaras, los actores peor pagados del país, que no tenemos un puto duro. Ya no nos cabe la menor deuda. Pero tengo claro una cosa: yo, hoy por hoy, no cambio nada de lo que se ha hecho en esta película, porque como tu bien has dicho a toro pasado es muy fácil la faena. Pero ahora mismo es todo un éxito y que es cierto que no volveríamos a hacer un largometraje así y probablemente no volveríamos a distribuirla así, también. Porque ahora tenemos 100.000 espectadores que van a ir del tirón al próximo proyecto… con lo cual ¿para qué distribuirla así?, si lo podemos hacer una manera más casera. Tampoco ha sido una mala experiencia, hay que reconocer que Festival Films nos ha apoyado en todo y estamos muy contentos con ellos. Y si hay una segunda esperamos tener el mismo dinero para producirla que para poder venderla. Si no, será muy difícil que hagamos cine.” Alberto opinaba por su parte: “este modelo seguirá, y es inevitable que las generaciones venideras usen este modelo, tal y como se está poniendo la cosa, y sobre todo porque majaras como nosotros los habrá en el futuro.” Seguirá porque Rubén Ochandiano ha optado por este modelo para realizar “Cuento de verano”.
Con todos los honores se les puede considerar pioneros en cerrar el proceso de una película, porque han llegado hasta la exhibición, cosa que el equipo de “El cosmonauta” anda a vueltas. Alfonso ante este comentario nuestro sólo pudo decir: “para que luego digan que los andaluces no trabajamos. Conozco a Rubén desde hace muchos años y le aprecio un montón y me gusta servir de ejemplo para grandes actores y creadores de Madrid.” Alberto nos reconoció: “El crowdfunding ha sido más un pretexto para el movimiento de la gente que nos seguía en YouTube desde hace cinco años, que para obtener dinero. Pero la campaña de ‘apadrina un tieso’ no sirvió para producirla, es más una adhesión simbólica de toda esa gente a tu proyecto mediante una cantidad simbólica, porque seamos sinceros: con 4.500 euros no haces una película ni de coña, pero sí apoyas la moral de equipo y puedes convencer a terceros para que se suban al carro. Y nosotros partíamos de una cartera de 8 millones de seguidores en la red, luego no partíamos de la nada.” Y la gente olvida, según Alfonso: “a los cámaras, figurantes, etc., que trabajan sin ganar dinero. Y está claro que de estas haces una, no porque desgaste el proceso, sino porque cada inversión que recibes de cada persona implica una responsabilidad con ellos y obviamente la tienes que cuidar. Pero además, como no te salga bien no vuelve a dirigir en tu puñetera vida, que es lo que pasa normalmente en Hollywood.” Y José Rodríguez Quintos añadió “‘El mundo es nuestro’ ha funcionado porque posee un gran equipo que ha confiado en Alfonso, un enorme guión y una gran dirección, luego no todas las películas hechas por crowdfunding deban funcionar, deben de darse todas estas particularidades.”
En las redes sociales os apoyan a muerte, las críticas que habéis recibido han sido más que excelentes, ¿qué más necesitáis? El director nos contestó rápidamente: “tiempo para que el boca oreja funcione, porque cuando no tienes dinero para promocionar necesitas tiempo para que la gente hable de tu producto, y encima las salas de exhibición están sometidas a las presiones de las mayors norteamericanas y tienen que colocar sus productos nuevos.” Al hilo de lo que hablamos, la semana pasada se presentó “Holmes & Watson: Madrid Days” y Garci dijo a grosso modo el cine había muerto y que se debía habilitar un espacio en los museos para proyectar buen cine. Alfonso opinaba al respecto: “A Garci le debían de embalsamar y ponerle en el Museo de Cera, para empezar. Que debería devolver la subvención que se gastó aquí con ‘Sangre de mayo’, debería sentir vergüenza torera para seguir y que me alegro tela de que no haya sido seleccionado para los Oscars, y ‘Grupo 7’ sí está en la carrera de las nominaciones y me enorgullece. Hay mucha gente implicada en esta industria para que un tío desde su casa y que hace películas para hacerse pajas mentales tenga los santos cojones de decir esas cosas. Tiene muy poca vergüenza. Tenían que quitarle el carné de académico. A tomar por culo. Además, el cine de Garci está más cerca de los Morancos y el nuestro del cine más clásico, el motivo, que cada uno vaya al cine y lo descubra.”
Está claro que hacen cine, tanto Alfonso Sánchez como Alberto López, porque no saben hacer otra cosa y porque están enamorados profundamente del séptimo arte. Son viscerales y francos, y de lo que no cabe la menor duda es que son honestos con su público y consigo mismos. Así que ya sabéis ‘El mundo es nuestro’ podrá verse en Madrid en las salas Cinesa Getafe y Cinesa Méndez Álvaro, mientras que en Barcelona se podrá optar entre Cinesa La Maquinista, en la propia capital catalana, y Cinesa Parc Vallés, en Tarrasa. En todos los casos, la tarifa para el visionado mantendrá un precio único: 2 euros. Ese mismo precio se mantendrá en Sevilla en Los Arcos, Alameda Multicines, Cineápolis Montequinto y Metromar Aljarafe, así como en Multicines Jerez de la Frontera y Bahíamar de El Puerto de Santa María, ambos en la provincia de Cádiz.
Fotos: Elena Cantera
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Cuanto más mediocres son, más subido se lo tienen.
Claro que el principal sentido del cine es el público. Ahora bien, ¿el público inteligente, educado, activo, crítico, autónomo, independiente…? ¿O el público alimenticio que va al cine con la misma actitud con la que enciende la tele de su casa y espera exactamente lo mismo?
Solo por lo que ha dicho de Garci deberían expulsar a este mendrugo del país, por más que las últimas películas de JL sean una bazofia. ¿Acaso este meloncio llegará a hacer algo que llegue mínimamente a la categoría de, por ejemplo, «El crack»?
Uno de los males del cine español es que está lleno de «directores» e «intérpretes» nuevos que son unos gilipollas, y que pretenden enmascarar en rebeldía y actitudes transgresoras tipo Tarantino de baratillo una profunda incultura y una mediocridad absoluta como creadores y narradores. O que ruedan unos cuantos capítulos o participan en alguna teleserie y se creen Hitchcock o De Niro. A picar piedra los ponía yo…
Lo siento mi estimado 39 escalones pero sus pallabras quedan ahí y se las tengo que recordar, este es su comentarios obre «La piel que habito» de Almodovar hace un año:
«Mala. Pésimo el manejo de la historia, horrorosos los protagonistas, algunos momentos de ridiculez sublime. Lo peor de Almodóvar en años.
Por otro lado, me gustaría saber por qué cuenta con el apoyo institucional de Televisión Española en todo lo que hace (especiales, entrevistas en prime time, publirreportajes en los telediarios -se supone que TVE ya no emite publicidad-, sesiones especiales de sus películas en sus espacios de cine -como Versión Española-, etc.). Entiendo que lo haga PRISA, que lo tiene como un niño adoptado, pero ¿por qué TVE?
Me pregunto qué hubiera sido de Almodóvar tras “Hable con ella” sin el esnobismo de cierto público americano y de un montón de pseudointelectuales franceses, amplificado hasta la saciedad (y con muy poquito rigor) por los altavoces de RTVE y PRISA.»
¿Y quién apoya a su Garci? Venga campeón.
Alfonso Sanchez es honesto no se lo tiene creido ni está subidito, ha retratado a una España que está ahí, que existe y esto es un películón, creo que usted es el único crítico que no la apoya, el motivo real lo desconozco ¿esnobismo? ¿político? ¿No le gusta las cosas que dice?
En fin, que me ha dejado de piedra pómez con su comentario, se me ha caido un mito esta mañana, No me lo esperaba de usted para nada.
¿Habrá visto 39escalones El mundo es nuestro?
Está claro que no, es lo único lógico que puedo pensar.
Gran entrevista! (y gran película).
Un saludo.
Vamos a ver: yo no he juzgado la película porque, efectivamente, aún no la he visto. He juzgado las declaraciones de este señor exclusivamente sobre Garci, nada más, a la vista de su filmografía y de la de Garci, al cual critica él motu proprio. Y, la verdad, tengo curiosidad porque he oído cosas muy buenas, aunque será la primera vez, creo, que el crowdfunding ofrezca un resultado estimable…
Punto segundo: no sé a qué viene recordarme los argumento -que mantengo en su totalidad- en relación a Almodóvar y que, parcialmente, extiendo a Garci. No he valorado aquí ni la película de Garci -aunque ya he dicho que las últimas son una bazofia- ni su figura mediático-política, con la cual no simpatizo por cierto (ni con la emisora de radio en la que interviene ni con los poderes que le financian sus películas ni con Telemadrid). Pero que venga un recién aterrizado a juzgar a quien tiene una trayectoria sólida y más que estimable como guionista, director y ESCRITOR de cine mantenida durante cuarenta años largos, con gobiernos de todos los colores y con un nivel de calidad -excepto en la última época- más que estimable, en términos tan despectivos además, es algo que no acepto, ni de Alfonso Sánchez ni de Perico el de los Palotes recién caído de una serie de Internet. Buena parte del juicio que expresé sobre Almodóvar me vale para Garci, como digo, el de la última época, el que se ha echado en brazos de determinados sectores político-ideológicos que lo subvencionan y publicitan, especialmente desde que perdió el apoyo de la otra parte (recuérdese que su famoso programa de televisión se lo dio la izquierda y se lo quitó la derecha). Lo cual no evita comprobar una diferencia entre ambos casos: mientras Almodóvar ha pasado de MacNamara a los Oscar por arte de «magia», la trayectoria de Garci antes de caer en manos de la caverna -con la que ha hecho sus peores películas- ofrece auténticos tesoros cinematográficos, ideologías aparte. Y eso es innegable, para mí, para ti, para el tal Sánchez y para esos críticos tan unánimes con su película. Reconociendo sin embargo, y en eso os doy la razón, que, en circunstancias normales, las películas de Garci desde «Tiovivo» hacia aquí no deberían haber visto la luz.
Estoy seguro de que sabéis juzgar una obra cinematográfica independientemente de las simpatías ideológicas de quienes la hacen, promueven o publicitan. Es lo que yo procuro hacer siempre. Y partiendo de ese hecho, Garci, hasta los 2000, es un director fundamental en la cinematografía española. Cosa que de Sánchez, hoy en día, no se puede decir. Mi comentario hay que entenderlo en esa clave única y exclusivamente.
No entiendo a qué ha venido una respuesta tan hostil a un comentario tan concreto sobre un aspecto tan determinado de todas las declaraciones de este señor. Quizá la amistad personal, la participación en el proceso o la cercanía. No lo sé. La cuestión es que tu respuesta, tocayo, me parece desproporcionada, creo que equivocada, buscando «pillarme» en una incongruencia que no es tal -la misma objeción que le pongo a Almodóvar le pongo a Garci, pero no es igual la obra de Almodóvar en su conjunto que la de Garci- ni achacarme defectos como el esnobismo o el sectarismo que, creo, no tengo (por más que tenga muchísimos otros). No sé ha qué ha venido, la verdad, y si a ti se te ha caído un mito -debo entender que yo, aunque no me reconozca-, yo no entiendo por qué, la verdad.
Obviamente, no debería haber calificado a este señor de gilipollas o haberlo incluido en la clase de mediocres que vomitan Internet y las series de televisión al mundo del cine, especialmente en España. Pero me reafirmo en que lo que ha dicho sobre Garci es una gilipollez. Y si él no tiene pelos en la lengua, yo tampoco. Pido disculpas, auténticas, por el calificativo en todo caso y por si he ofendido a alguien, faltaba más.
Ah, y por si acaso: cuando vea la pelicula de este señor, si la veo (porque en ZGZ ya notamos los recortes hasta en el número de películas que nos llegan, y estamos hablando de la quinta -o cuarta, según- ciudad de España), aunque me parezca la leche en vinagre y coincida con toda la crítica del mundo mundial -clase, a la que dicho sea de paso, no deseo pertenecer-, aunque me deshaga en elogios, cosa que haré sin el menor remilgo si me entusiasma tanto como a ti, seguiré diciendo que lo que el tal Shánchez ha dicho de Garci es una completa gilipolllez.
Avisados quedáis…
Primera frase del primer comentario: «Cuanto más mediocres son, más subido se lo tienen».
Primera frase del segundo comentario: «Vamos a ver: yo no he juzgado la película porque, efectivamente, aún no la he visto».
Ahora ya si eso me leo todo lo que ha escrito :_)
La mediocridad del tal Sánchez y su, digamos, excesivo encanto de haberse conocido, los he extraído de la entrevista, de sus propias palabras, no de la película. Creo que cualquier persona inteligente lo habrá entendido.
En su caso, si se lee lo demás, quizá lo entienda.
Cualquier lector inteligente que se haya saltado frases como «¿Acaso este meloncio llegará a hacer algo que llegue mínimamente a la categoría de, por ejemplo, “El crack”?».
El mismo. O incluso uno que lo lea y se dé cuenta del deterioro monumental que sufre el cine hoy en día, en España y fuera, producto de quienes lo hacen, incluso cuando lo hacen bien, de quienes lo venden. Y de quienes lo ven.
Obviamente, un señor que habla despectivamente del «cine de pajas mentales» se gana el calificativo a pulso. Mérito suyo, no mío.
O cualquier lector inteligente que se pregunte por qué el entrevistado puede insultar y humillar a un cineasta con más reconocimiento, trayectoria, experiencia, cultura y calidad que él, sin que ningún comentarista le afee la conducta, pero se cuestiona al comentarista que usa la misma fórmula con él, incluso habiendo sido más suave y habiendo argumentado -más y mejor, si se me permite- sus razones.
No espero que lo entienda, claro.
Mi estimado 39 escalones siento haber tardado en contestar, ha sido por otros motivos. A ver, le recordaba su comentario sobre Almodovar porque parece que atacamos cualquier fórmula, y estos chicos no dejan de ser una esperanza en el lúgubre panorama. Segundo sabe que no censuro nigún comentario, pero sabe que dentro de un marco dejo que todo el mundo diga lo que quiera, pero se subió un poquito. En cuanto a lo que dicen ellos yo podía haber eliminado el tono, pero respeté sus palabras y por eso las hemos reproducido tal cual. Desde luego que me considero un lector inteligente pero era obvio que no había visto la película y usted atacaba abiertamente el producto, cosa que me parecía muy mal. Y al igual que usted atacaba a Almodovar en su comentario creo que tiene razón sobre Garci.
Reconozco el error en el tono, en las formas y en el contenido, y solicité -y reitero- las oportunas y sinceras disculpas, tanto al entrevistado como al entrevistador como a comentaristas y lectores, aunque recalco que el nivel lo marcó Sánchez, no yo.
En todo caso, me parece justa la condena al actual Garci mediático, «derechón» y «cavernoso», pero creo que, por justicia, coherencia, rigor, y muchas otras razones, un cineasta de la importancia y de la trayectoria de Garci -su cine se volvió un dinosaurio cuando se apartó de su auténtica fuente, la cercanía a la sociedad, el reflejo y la interpretación de una realidad personal y colectiva de un país en cambio galopante-, que ha sabido captar como nadie las transformaciones sociales del periodo 1975-1987, merece respeto por parte de los principiantes y primerizos, especialmente cuando quieren dotar a sus obras de ínfulas sociales. Como siempre, para alejarnos del papanatismo nacional, basta con mirar el extranjero y ver cómo gente como Peter Viertel, Robert Wise, Peter Bogdanovich y muchos otros han alabado la forma de hacer cine y la importancia de Garci en el contexto europeo de los últimos setenta y la década de los ochenta. Es como si, digamos, Juan Antonio Bayona, en el estreno de «El orfanato» y aprovechando una referencia tangencial de un periodista, pusiera de vuelta y media a Carlos Saura, lo mandara embalsamar o, peor, a tomar por…, por hacer cine «de pajas mentales». Estoy seguro de que comprenderá que mi indignación es exactamente la misma que si se hubiera dado esta hipótesis. Comprenderá, igualmente, que es menos grave e indecoroso mandar a alguien a picar piedra que a tomar por…
Le hago observar un detalle: en un país anglosajón esto no ocurriría nunca. Porque por encima del gusto particular, y aunque el interlocutor eche pestes de la obra de un compañero, de puertas para fuera existe el respeto. Especialmente a quienes han marcado, independientemente de gustos, épocas o hitos determinados. Los extras de los DVD están llenos de palabras vacías sobre la obra de tal o cual dichas por gente que, internamente, seguro que piensa que es una porquería. Pero no lo dicen porque saben que, lo primero, es hacer gremio. Y porque nadie pretende hacerse nombre saltando sobre otro.
No hace falta que se disculpe mi querido y estimado 39 escalones. Comprendo a donde quiere llegar. Cierto es y lo decía en mi crítica que echaba de menos al Garci de «El crack» o de «Las verdes praderas» Sabe que desde Videodromo siempre aplaudiremos las nuevas ideas y proyectos, y esta gente en el fondo luchan por hacer un cine conectado con la sociedad y su problemática, y encima consiguen hacerla en tono de comedia. Por cierto, la semana que viene iré a su tierra ¿quedamos? ¿le apetece que zanjemos esto con una caña o un café?
¡¡¡Rayos!!! Por supuesto, incluso con un vermut, aperitivo, tapeo o similares, faltaba más…
Eso sí, me despierta la curiosidad la posibilidad de que este desplazamiento a Mañiland tenga relación con tareas cinéfilas, de corresponsalía o infiltración peliculera. En cuyo caso la curiosidad es doble, porque la crisis aquí se lo come todo. Por no tener, pronto ya no tendremos ni salas de cine.
No se preocupe, le iré informando vía correo electrónico.