Con el motivo del estreno de “Las altas presiones” de Ángel Santos, entrevistamos a sus protagonistas, Andrés Gertrudix y Diana Gómez, en el marco del D’A 2015.
“Las altas presiones” de Ángel Santos fue una de las películas más aplaudidas y elogiadas en las recientes ediciones del festival de Sevilla y del festival de cinema d’autor de Barcelona. El ocho de mayo llegó a nuestras pantallas de la mano de Márgenes, una nueva y pequeña distribuidora que tiene en su haber, francamente, una piedra preciosa.
Fue justamente en el festival del D’A 2015, dónde Videodromo tuvo la oportunidad de charlar detenidamente con dos de sus protagonistas: Andrés Gertrudix, visto en “El Árbol Magnético” (Isabel Ayguavives, 2013) y Diana Gómez, aparecida en “Any de Gràcia” (Ventura Pons, 2011). Gracias a sus magníficas interpretaciones en “Las altas presiones”, los dos se configuran como promesas del cine español más independiente y low-cost y demuestran ser merecedores de todos los halagos y cumplidos que les ha hecho la crítica. Videodromo habló con ellos sobre retratos generacionales, edificios vacios y “Northern Soul”. Con cada una de sus respuestas intuimos su compromiso, ilusión e implicación total con el proyecto personal de Ángel Santos.
Buenos días Andrés y Diana. En primer lugar, me gustaría que contarais como llegasteis cada uno de vosotros al interesante proyecto de Ángel Santos, “Las altas presiones”.
Andrés Gertrudix: “La verdad es que yo no conocía a Ángel de antes, pero teníamos amigos en común. Fernando Franco, director de “La Herida”, que es el montador de esta película, me habló del proyecto. Me llegó el guión [de “las altas presiones”], me lo leí y me interesó muchísimo. Cuando contacté personalmente con Ángel, descubrí que ambos teníamos todo un mundo en común de música, de películas, de experiencias vitales que habíamos vivido… Habíamos estado en los mismos festivales y conciertos, pero no nos conocíamos. Es más, somos de una generación parecida y hemos estado en los mismos sitios. Por ejemplo, ¡los dos habíamos sido “mods” de chavales! ¡Habíamos ido a festivales “mods” de adolescentes y seguramente habíamos bailado “Northern Soul” juntos! ¡Y sin embargo, no nos habíamos conocido antes! ¡Es muy fuerte!”
Diana Gómez: “Yo llegué al proyecto a través de un casting, que me acuerdo que fue muy divertido. Era una escena que no estaba en la película y la habían escrito solamente para el casting. Fue un ejercicio de improvisación y me lo pasé realmente bien. Y salió, me eligieron. Así que fantástico. “
Me gustaría que me contarais un poco como construisteis vuestros personajes. En el filme no sabemos ni su pasado ni su futuro. ¿Qué herramientas utilizasteis para crear el mundo interior de cada uno de ellos?
A.G: “A nivel simbólico, Ángel tenía muy claro qué significaba cada personaje dentro de la película y dentro del contexto social actual y que quería contar con cada uno de ellos. Mi personaje [Miguel], por ejemplo, vive en la nada y está en una constante búsqueda y los personajes de Juan y Diana representan ese impulso vital de la primera juventud, cuando te lo quieres comer todo y ves el mundo como un sinfín de posibilidades. Miguel ya está más desencantado, en ese sentido.”
D.G: “Ángel nos proporcionó muchas canciones y películas para que tuviéramos claro el tono que él quería. Tenía muy claro el background de los personajes y aunque no te lo contaba claramente, sí que apuntaba algunas maneras y cositas para que tú recogieras esa información y tuvieras la sensación de saber porqué el personaje estaba de esa forma en ese momento determinado.”
A.G: “Para crear el interior de mi personaje trabajé mucho con música: The fall, Swans… una serie de grupos que son bastante más oscuros que la película en sí. Son bandas que a mí me gustan, pero sobre todo son referencias de Ángel [Santos]. Para trabajar la puesta en escena de “Las altas presiones”, más que el mundo interior de los personajes, Ángel nos dio una serie de referencias históricas del cine que nos ayudaron a trabajar los personajes des de un sitio muy concreto. Nos fijamos especialmente en las películas de Hong Sang Soo, Maurice Pialat y Matías Pinyeiro.”
A.G : «Para trabajar la puesta en escena, nos fijamos en las películasd e Hong Sang Soo, Maurice Pialat y Matías Pinyeiro».
D. G: “Aún y así al final es una amalgama de cosas. Sobre todo, tratándose de mi personaje. Ya no es lo que yo cuento de él, sino como le miran los demás. La mirada de Diana, de Itsaso, de Mónica, su amiga de la infancia… todo eso es muy definitorio de quién es Miguel. Yo confié en que mis compañeros aportaran su visión única y personal de quién es ese hombre y en qué momento de su vida está. La verdad es que son muy buenos intérpretes y que, el conjunto de influencias, inspiraciones y referencias, funciona.”
¿Cómo es la relación del personaje de Miguel con las mujeres, des de vuestro punto de vista?
D. G: “Viéndolo desde la postura femenina, yo creo que Miguel tiene mucho miedo y por eso siempre parece llegar tarde. Porque hasta que no se decide a dar un paso, ya han pasado…”
A. G: “…Han pasado unos cuantos años. De alguna manera, si miras la película en clave generacional, verás que Miguel es alguien que tiene un pasado y que ha sufrido desencantos. Y este dolor, en la vida real, muchas veces te paraliza. Y eso es lo que sucede en “Las altas presiones”. Miguel es alguien que viene de una relación fracasada, en la cual ha puesto mucho y que no ha salido adelante. Y esa relación, que no se ve en la película, pero que trabajamos mucho con Ángel, es, de alguna manera un lastre para él, una mochila que lleva detrás y que le impide relacionarse de una manera normal con la gente. Al final de la película parece que hay una esperanza, pero eso depende de la interpretación que haga cada uno. Este es uno de los puntos fuertes de “Las altas presiones”: plantea muchas preguntas pero no da todas las respuestas. El espectador tiene que pensar, decidir y completar.
A.G: «“Las altas presiones” plantea muchas preguntas pero no da todas las respuestas. El espectador debe completar».
Uno de los temas que más me interesó de la película es la mirada que tiene Miguel respecto la generación del personaje de Diana, Paula. Podríamos definirlo como una melancolía apática por su juventud y el tiempo pasado.
A.G: “Eso es algo que nos pasa a todos. Según vas creciendo, aunque tengas una vida plena y feliz, vas teniendo, cada vez más, esa sensación de oportunidades perdidas. Se echa la vista atrás y se piensa: ¿Y si hubiera hecho eso o lo otro? Y de alguna manera Miguel está en un momento de cambio y de búsqueda. Al contemplar a la generación de Paula, ve que ellos tienen ese impulso que él ha perdido, o que igual no tuvo en ningún momento. Así que no es solo un tema generacional, si no que es más personal. Hay gente que es incapaz de tomar decisiones en el momento en que las tiene que tomar y luego, eso es algo que van arrastrando toda su vida. Si no se toman las decisiones en el momento concreto, es difícil encontrar un camino a seguir porque te enfrentas a una profunda sensación de pérdida y no saber. Yo creo que en la vida uno puede reinventarse las veces que quiera, pero es cierto, que, según creces, es más complicado.”
Justamente relacionado con el tema de las oportunidades, en la película también se plantea la idea de la crisis económica, los trabajos estables y la incertidumbre laboral y se muestra cómo afecta de forma diferente a veinteañeros y treintañeros.
D.G: ““Las altas presiones” cuenta muchas cosas de forma muy sutil. Por ejemplo, nos cuenta que Miguel está trabajando en una cosa que le gusta, pero, que, en este momento preciso, está desencantado. Aún y estar dentro de un sector y una profesión que le apasiona, no cree en el proyecto que está haciendo y por lo tanto, aborrece su trabajo. En contraposición está el personaje de Paula. Ella está a gusto con lo que hace, aunque sabe que eso no le va a dar dinero. Ella es muy consciente de que ahora todo es muy difícil pero que hacer colaboraciones gratuitas y exposiciones con amigos es la única vía y forma de mostrar y hacer lo que de verdad le gusta.”
A.G: “Lo que le pasa a Miguel en la película es que él tiene un impulso creativo que de alguna manera ha aplacado y apagado por una cierta inercia de ir encadenando diferentes trabajos que forman parte de lo que él quiere hacer, pero que no le acaban de llenar. Eso le paraliza, aún y tener una necesidad de crear. Y en la película también nos enfrentamos a eso: a alguien que tiene la voluntad de hacer algo y cambiar su vida, pero que nunca se ha atrevido a hacer nada. “Las altas presiones” representa ese punto de inflexión. Ese momento dónde dices o me hago cargo o sigo sobreviviendo con esta vida que no me acaba de convencer.”
A. G: «La película representa ese punto de inflexión en el que dices o me hago cargo y lucho por mis sueños o sigo sobreviviendo con esta vida que no me llena».
Y justo cuando Miguel decide coger las riendas y hacer algo, le propinan una patada.
A.G: “Pero eso es la vida. Superar dificultades. Más si tienes claro lo que de verdad quieres hacer. Miguel, sin embargo, se esconde. Ha preferido acomodarse y no enfrentarse a sus miedos. Pero eso ahora ya no le vale.”
En la película se le da una importancia significativa a la figura del edificio, un sitio que parece ser un refugio para el personaje de Miguel.
A.G: “Exacto. El edificio vacío es su refugio y, a la par, representa un síntoma del ahora, de ese error colectivo que hemos cometido como sociedad, en este país y en muchos otros: la burbuja inmobiliaria. A un nivel más personal, también se establece una metáfora con el personaje, viéndolo como alguien que es un edificio en ruinas. Podría haber llenado su persona con un montón de cosas, pero ha sido incapaz. En consecuencia, está vacío y su vida ha quedado en ruinas, como los edificios que se muestran en el filme.”
Hablemos un poco de este nuevo cine español centrado en contar historias del yo íntimo, con muy poco presupuesto y un equipo y producción reducida. ¿Qué os aporta trabajar en él?
D.G: “Lo que yo veo distinto de otras producciones más grandes es que el proyecto en sí se cuida mucho. Al ser muy personal, se convierte en un proceso muy bonito y particular. La verdad es que esta película fue como un viaje para mí, en el sentido de que, cuando fuimos a Galicia y luego a Portugal, se convirtió en un viaje dentro del viaje de la trama. La verdad es que no se si todas las producciones pequeñas son así, pero, de ésta me quedo con el viaje, los ensayos que tuvimos y el proceso que seguimos para ir construyendo los personajes. Y realmente, era sólo llegar allí, a alguno de los espacios que Ángel nos iba mostrando para rodar y el lugar te daba tanto, que no tenías que hacer mucho. Simplemente, actuabas con lo que llevabas de los ensayos y con todo lo que habías estado hablando con el director y los compañeros.”
D. G: «De esta película me quedo con el viaje, los ensayos que tuvimos y el proceso que seguimos para ir construyendo nuestros personajes».
A.G: “Personalmente, me siento muy identificado con este tipo de producciones, porque es el cine que a mí me gusta como espectador y tengo la suerte extraordinaria de trabajar en él como intérprete. Me interesa especialmente porque creo que es un cine que va des de lo personal hacia lo general. Se centra en un ser humano y a partir de allí, habla de la condición humana. Es un cine que ante la falta de presupuesto, dinero y medios, se hace más des de el cariño y des del cuidar de los pequeños detalles. A demás, también requiere un compromiso mayor como intérprete, que, igual en otras producciones más grandes, no se necesita, porque estás más armado y protegido. En un filme de este calibre tienes que implicarte no solo en la interpretación, si no, también en el conjunto, en la visión de la historia y en la creación, aunque aquí Ángel lo tenía muy claro. Nosotros dos nos hemos sumado a un tren que ya venía en marcha. Pero él es muy inteligente y nos ha dejado aportar. Al final, una película, es una creación colectiva y cuando más aportes y te aporten, más caminos vas a abrir, aunque sea el director quien decida luego. Entonces, creo que es des de allí dónde se suelen hacer estas películas. Y por eso, de alguna manera acaban teniendo un peso y siguen vigentes según pasan los años. Porque son producciones muy personales.”
A.G: «Esta es una muestra del cine que ante la falta de presupuesto, dinero y medios, se hace más des de el cariño y des del cuidar de los pequeños detalles.»
Personalmente, opino que la película puede funcionar perfectamente en circuito pequeño, ¿cual es vuestra opinión al respecto?
D. G: “Yo creo que a la gente que vaya al cine a ver “Las altas presiones” les va a gustar, así que espero que se animen.”
A.G: “Yo creo que el filme saldrá con poquitas copias, pero estará en cines. Opino que es una película que puede aguantar, sobretodo, porque es un tipo de cine que tiene un público muy fiel. Además venimos de Sevilla, dónde ganamos un premio, que es un festival referencial, del REC de Tarragona y ahora estamos en el D’A. Nos distribuye Márgenes… Venimos de muchos sitios y la verdad es que en todos la peli ha funcionado muy bien. Tenemos la experiencia que esta película se pasó en el festival de Busan, en Corea y allí la gente se sentía muy identificada con la película y los personajes. Entendían todos los conflictos perfectamente, y eso que era gente muy joven que no tenía una experiencia vital para saber valorar todo esto. Pero de alguna manera veían que lo que les pasaba a los personajes, podía pasarles a ellos. En conclusión, estamos impresionados con la acogida y con la crítica. Sinceramente, esperamos que todo eso, llegue al público y la gente se acerque a vernos, vale la pena.”
A.G: «Al final una película es una creación colectiva, y cuando más aportes y te aporten, más caminos vas a abrir.»