Mar. Mar 19th, 2024

Desde Berlín entrevistamos a Cristina Gallego, productora de la película colombiana «El abrazo de la serpiente«.

Cinco años de investigación y desarrollo de la idea que parte de esos diarios de los exploradores han dado sus frutos. Este viernes se estrenaba en España «El abrazo de la serpiente». En la sección de cine indígena «Native» de Berlinale ha tenido una gran acogida entre el público. Entrevistamos a la productora del filme, Cristina Gallego, que vino a presentarla por la puerta grande mientras Ciro Guerra se encuentra en Colombia atendiendo llamadas de diferentes medios porque la película se proyecta simultáneamente en varios países más.

Cristina, gracias por atender a Videodromo.es Esta película nos invita a realizar un viaje diferente al pensamiento y al espíritu. ¿Qué lecciones de vida aprendieron ustedes de las comunidades indígenas del Amazonas?

Cristina Gallego: «Rodar esta película nos ha cambiado la percepción de la vida. A veces programamos cosas esquemáticamente, y ahí aprendimos que debíamos dejar fluir y dejar soltar las cosas. La naturaleza nos estaba ofreciendo un camino que seguir. Y seguimos nuestra propia intuición y corazón, pues esta película no tenía referentes en términos de producción, de guión, ni había la llamada estructura del «viaje del héroe» o un punto de giro premeditado, no. No podíamos prever si llovía o hacía sol.. David, el director de fotografía decía «si sale sol hacemos esto, si no sale sol, hacemos esto otro«.

Es la primera nominación al Oscar para Colombia en un año clave a nivel político para el país, en pleno proceso de paz que ponga punto y final al conflicto armado. ¿Han interpretado la nominación con este otro significado?

C. G. «Siento que hay momentos. Y sí que es cierto que es un buen momento para Colombia. Inclusive hasta por la equivocación de la Miss Universo está Colombia presente y nos hicieron los primeros memes sobre eso cuando se supo de la nominación al Oscar. Pero tampoco hicimos la película planeándola para este momento. Por ejemplo, en diciembre apenas acabó la cumbre del Cambio Climático y le película se dejaba oír también en este sentido«.

Entonces, crees que estamos viviendo una «época dorada» del cine colombiano de jóvenes y exitosos cineastas (me viene a la memoria La Tierra y la Sombra de César Acevedo..) o no cree en las etiquetas?

C. G. «Sin duda. Por una razón, venimos de años de estar mudos en el cine porque antes no había ley de cine. Cada película que se hacía venía de una familia muy rica que podía tener dinero para invertir en cine. La gente que tiene ahora 60 o 65 años han hecho tres películas. Nosotros tenemos treintaicinco y esta es ya mi sexta película. En 2003 la ley del cine permitió la activación de un fondo con dinero para concursos, estímulos tributarios y se creó un mecanismo de actividad. El cine como la vida crece y madura«.

«El cine colombiano no es un cine maduro, pero está mostrando su adolescencia».

 

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¿Por qué crees que la película no consiguió convencer a los fondos de financiación europeos y sin embargo sí que tuvo el apoyo de economías más débiles como Argentina o Venezuela?

C. G. «Fuimos rechazados de todos los fondos durante tres años. Pero es algo normal porque el desarrollo del guión tomó mucho tiempo y no estaba estructurado cuando solicitábamos los fondos. La idea era hablar de una historia con un conocimiento nada occidental en una forma occidental que es la cinematográfica. Es una película de aventura espiritual y sobre un conocimiento inaccesible. Llevarlo a la forma final que tiene el film tomó mucho trabajo«.

«Cuando presentas el proyecto al fondo francés el guión tiene que ser perfecto, de hierro. Debe estar en una forma literaria sin que importe tanto la puesta en escena. Y a veces no funciona así. Hay directores que trabajan con una idea, otros con un guión de ocho páginas, no todo el cine se hace de la misma manera. En Venezuela y Argentina habíamos tenido experiencia por otras películas, por ejemplo, era un orgullo para Venezuela y Colombia tener «Los viajes del viento», a los que les une la tradición del vallenato, que habíamos co-producido con Argentina. Es decir, ya teníamos las puertas abiertas«.

¿Esperaban este éxito arrollador?

C. G. «Sinceramente, fue una película tan difícil de hacer que sólo esperábamos verla terminada en la pantalla. Si esperas algo y la vida no te lo da, no te abre las puertas después de «Los viajes del viento»,  te das cuenta de que nunca estás parado en tierra firme. Un dia estas arriba y otro abajo, un día hay éxito y otro fracaso. Una vez terminada pasaron cosas maravillosas. Echamos la culpa del éxito a haber pedido la bendición y la protección de la selva. Ahora tenemos un plan de celebración en Cartagena (Colombia) -risas-«.

La película tiene muchas capas para ser leída y precisamente una de ellas es la medioambiental. En estos últimos años, en el Amazonas hubo dos sequías y dos inundaciones del siglo..

C. G. «El Amazonas es el pulmón del mundo que nadie ve, que nadie conoce, y que deforestan las empresas mineras, las madereras… La minería ilegal está afectando a todos los países. En la película hablamos de la extracción de quina y caucho. Pero también se extrae oro, coltán.. Los ríos de Colombia son los que tienen más mercurio«.

«Somos un país rico en recursos naturales pero pobre en pensar que eso hay que cuidarlo»

«Si necesitamos agua para vivir porque nuestro 70 por ciento del cuerpo es agua, necesitamos cuidar los ríos. Y no estamos cuidándolos«.

Ahora la presentaron en Berlinale y este viernes se estrena en los cines de España, ¿reaccionan de forma diferente los públicos a «El abrazo de la serpiente»?

C. G. «Siento que hay un mensaje universal pero en cada país siempre escuchas cosas que son fascinantes. Por ejemplo, fuimos a Corea del Sur a presentarla y siento que estas culturas orientales tan imbuidas del budismo y la representación ven otras cosas. Preguntaban por el significado de las figuras en las rocas, por los animales.. Porque su cultura está conectada primero con la naturaleza, y luego con la interpretación de la naturaleza. Entonces es una forma diferente de ver la película. Pero en el fondo «El abrazo de la serpiente» habla de la transcendencia, de qué es lo vital en la vida. Lo que siembras hoy da frutos cuarenta años más adelante. Tiene muchas capas y muchos niveles leídos por diferentes audiencias (norteamericanos, sudamericanos..) Por ejemplo a España le puede llegar de cerca el tema de la conquista y la religión».

«La historia siempre fue contada desde el punto de vista del explorador, del conquistador, la misión y nuestros indígenas eran extras, ruidos de fondo, estaban callados. Seguían siendo animales en el cine».

 

El abrazo de la serpiente entrevista videodromo

Pero también dentro de los propios países latinoamericanos hay segregación interna y racismo hacia los indígenas..

C. G. «Si vas a Argentina o a Norteamérica pasa igual. Hay una segregación muy fuerte. En Colombia si alguien no tiene gusto le dices «es un indio». Llevamos 500 años de desprecio. Queríamos acercarnos a ellos, a su pensamiento. Había un conocimiento valioso que queríamos expandir».

¿Qué normas de convivencia o rituales tuvieron que aprender con las diferentes comunidades?

C. G. «Tratamos de ser siempre muy respetuosos. Seguir instrucciones sobre qué, cuándo y cómo se puede hacer. No podíamos llegar imponiendo con espíritu conquistador. En Colombia hace 30 años que se determinaron los resguardos indígenas. Es decir, para acceder a ese rio, a esa piedra o a ese matorral hay que pedir permiso. Lo hicimos desde nuestro origen del proyecto, con alma y espíritu. Y pedimos la aprobación de la comunidad para que nos supervisaran. Creo que el Amazonas es un lugar que podría destrozarte, pero si tienes respeto por la naturaleza como un lugar sagrado que es, la selva se abre y te abre sus puertas».

¿Cuál es tu personaje preferido en «El abrazo de la serpiente»?

C. GKaramakate (Nilbio Torres / Antonio Bolívar / Tafillama) es con el que más tuve que ver. La película junta un conocimiento científico y el intuitivo. Ciro y yo somos pareja y trabajamos de la siguiente forma: él es más racional y yo soy mucho más intuitiva. Lo único que hay aquí como productora es intuición. Siento toda mi conexión con el personaje. Habla de una cosa muy importante que es que la amistad que siembras, se puede reproducir cuarenta años después«.

 ¿Rodar en blanco y negro estaba claro desde el principio?

C. G. «Sí porque la base de la película eran los diarios de los exploradores. En su inicio tenía un presupuesto importante para nuestras cinematografías. Busco hacer películas que tuvieran una continuidad tanto para Ciro como para mí. De las películas que se habían hecho en el Amazonas, no tengo una que me haya impactado visualmente. Eran feas».

«Se ve diferente el Amazonas y la la selva que los gringos filman y muestran».

«Para nosotros, lo que vimos que se había hecho no era interesante. En blanco y negro era una cosa que queríamos y que no sentíamos que fuera de otra manera«.

La película tiene un presupuesto de 1,4 millones de dólares, bajo en comparación con otras obras que competirán en la alfombra roja. ¿De qué recursos tuvieron que prescindir?

C. G. «Siempre quisimos rodarla en 35 milímetros pero no teníamos el dinero. Hicimos planes para rodar en digital. Fueron años de desarrollo del guión y de buscar la financiación. Desde la universidad le tenemos mucho respeto al fílmico. El rodaje de «El abrazo de la serpiente» tiene  una y dos tomas como máximo, porque no  teníamos pelicula, no teniamos dinero. Sólo podíamos rodar en seis semanas que se alargaron a siete. Pero había que tener una economía muy grande para poder contar esta historia como la queríamos contar. Eso implicaba mucho detalle y mucha preparación para el plano, que aunque suceda en 30 segundos tenía que ser casi perfecto en una o dos chances. No más».

Por último, ¿te ha dado tiempo de ver algo esta Berlinale?

C. G. «No. Estuve en el mercado de coproducción para el siguiente proyecto y atendiendo a medios. A Berlin vine hace un año para buscar al agente de ventas. La Berlinale y el World Cinema Fund han sido siempre la cuna para nosotros. Es un festival muy grande pero es un festival accesible, al que puedes llegar».

 

 

Por María Luz Moraleda

Licenciada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid y por la University of Central Lancashire (Inglaterra) vive en Alemania desde 2012. Trabaja en Berlín como periodista multimedia para el canal de televisión Deutsche Welle y colabora para otros medios.

Un comentario en «Berlinale (Día 7) Cristina Gallego: «La Historia fue contada por el explorador. Nos toca a nosotros.»»

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