Robert Zemeckis ha regresado a la acción real tras 12 años obsesionado con captura de movimiento. Por otro lado Denzel Washington vuelve a meterse en la piel de un personaje a su medida. La película que ha juntado a estas dos figuras claves de Hollywood se titula El vuelo. La historia de un piloto que gracias a un aterrizaje casi imposible salva la vida de un centenar de pasajeros. Sin embargo, la investigación levanta las sospechas de que el capitán estaba borracho cuando aterrizó el avión. El tipo que era un héroe nacional a pasa a ser un alcohólico y mentiroso. “Sí, es una de mis mejores películas”, declaró Zemeckis en la rueda de prensa. “Tenía ganas de hacer un papel así, lo veía como una gran oportunidad”.
Denzel Washington y Robert Zemeckis han presentado el filme en Madrid. El actor dos veces ganador del Oscar vuelve a estar nominado por este papel. Pero tanto él como Zemeckis creen que las dos nominaciones recibidas no son suficientes. “Desde luego que es un honor estar nominado de nuevo pero sinceramente pensé que íbamos a conseguir más nominaciones”, declaró Washington en la rueda de prensa, a lo que Zemeckis añadió: “estoy completamente de acuerdo”. Con o sin el apoyo del prestigio que dan los premios, el trabajo de Washington es memorable. El actor se sumerge en el oscuro universo del alcoholismo sin sobreactuar. Según él, lo más importante para aceptar el papel es la redención del personaje, sin eso, no lo hubiera aceptado nunca.
Para convertirse en piloto Washington ensayó con simuladores y observó a los pilotos que le ayudaron. Pero nunca se metió a preguntar por el alcoholismo en su profesión. “El exceso en la bebida se da en todas las profesiones, es un tema delicado”. Denzel no se ha metido en la piel de un alcohólico para preparar el papel a pesar de que su trabajo es exquisito. “No fui ni a reuniones de alcohólicos anónimos y ni hable con nadie que tuviera problemas con la bebida. Lo único que hice fue poner “borrachos” en youtube”, comentó el actor, “al fin y al cabo mi personaje no se siente alcohólico en ningún momento, había que actuar como si no lo fuera”. Quizás ese es el secreto de la contención de su interpretación.
En la rueda de prensa se habló mucho de Dios, a pesar de que en El Vuelo el diablo tiene bastante más presencia. “Creo que en mis películas hay preguntas sobre Dios, sí”, dijo Zemeckis. “Para mi personaje sólo es una herramienta para ganar simpatía, pero realmente cuando si tiene que escapar de él, lo hace. Sin embargo al final pide ayuda a Dios, ese cambio es lo interesante del personaje”. La redención no podía faltar en una película de Hollywood de este calibre y cuando preguntamos a Denzel sobre qué hubiera pasado si ese final condescendiente no hubiera existido contestó: “No hubiera hecho la película”. Denzel Washington no solo es un buen actor, también es un buen tipo.
Muy mala película, como era de esperar. No es probable que un «cachorro» de la marca Spielberg sea valiente, maduro y agudo en el tratamiento serio de un drama con tantas oportunidades potenciales. Obviamente, tira hacia la moralina, y la caga. Es que es hasta aburrida, leche.
Saludos.
Pues pensaba ir a verla mi estimado 39 escalones, pero creo que me voy a guardar los euros. Su opinión sabe que cuenta mucho.
Creo que donde hay una historia potencialmente muy interesante (la ambivalencia de un «héroe» de comportamiento censurable que, gracias precisamente a eso mismo, logra ser un héroe) hay una pérdida de pulso, una falta de valentía, de imaginación y de profundidad, que nos lleva al terreno del telefilme barato.
Aún así, si partiéramos la película en tres partes y variáramos su orden, la cosa tendría más mordiente: si la estructura es «preludio hotelero»+accidente+introspección psicológica+juicio fuera accidente+juicio+»preludio hotelero»+introspección psicológica habríamos ganado algo aunque Zemeckis fuera tan cagón.
Ahórrate los euros, yo la vi en Youtube…