Diego Kaplan y Juan Vera son el director y coguionista respectivamente de “Dos más dos”, película argentina que se estrenó en nuestras carteleras la semana pasada. La cinta ya había sido presentada a finales de abril en España en el marco del Festival de Málaga dentro de la sección Territorio Latinoamericano. Ambos conversaron con Videodromo acerca de las expectativas de la misma y su recepción en un público que desconoce al actor fetiche Adrián Suar, que en Argentina suele asegurar éxito comercial. ¿Pasará lo mismo en España?

Juan Vera, de brazos cruzados, y Diego Kaplan posan en una calle cercana al Teatro Cervantes malagueño
El tema que encarna “Dos más dos” es ciertamente interesante y que a más de uno, al menos en un nivel de atracción intelectual, se le ha planteado alguna vez. Esto es una recreación pobre de cómo el guionista Juan Vera dio con él: “Surgió de charlas que tienes. ¿Qué pasaría si…? Eso ya motivaba…”. Diego Kaplan, que confesó haberle encantado el texto desde el primer momento, lo que causó una sonrisa cómplice en Vera, añadió que no tenía nada que ver con experiencias personales, sino que más bien “había ganas de hablar de otras cosas, de hablar de sexo en cine porque ni en la pantalla ni en la comedia estaba muy vigente”.
Por las experiencias previas de este tándem (Igualita a mi, 2010), algo iba sobre seguro: se trataría de una comedia. Planteadas así las cosas, bien podría parecer el argumento de la nueva película de Woody Allen, pero el carácter creativo de ambos dista bastante del neoyorquino: “Igualita a mí [como le pasa a Dos más dos] es una película del mainstraim, con todos los elementos necesarios”, afirmó su director. Curiosamente y a diferencia de Igualita a mi, para este proyecto Kaplan le pidió a Vera que reescribiera el guión “como si fuera una película senior. Fue muy imporante para el resultado final de la película”. Y sí que se notó porque en Dos más dos se atisba algo más de inteligencia que en Igualita a mí. Todo el mundo sabe que la comedia es una cosa muy seria. “Primero queríamos hacer reir. Cuando haces algo y la gente se ríe, es droga. No hay manera de evitar que quieras más de eso”, recordó Kaplan. “Y después si hay un mensaje en la película no fue escrita desde allí. El mensaje es que no hay mensaje”, recogió su compañero Vera. “Posiblemente haya un mensaje pero no lo consideramos desde allí”, remató el primero.
La comedia es un género en el que estos argentinos se sienten particularmente cómodos. Si Kaplan se encargó de explicar la afinidad intelectual con ella (“La comedia es lo que más me interesa”), Vera sacó a relucir su experiencia de producctor: “No podemos hacer películas sobre la guerra de la independencia porque no dan presupuesto. Parece más de cine americano que tienen mucho dinero. En el terreno en el que podemos competir es en el de los textos, de los actores, de la dirección…”. “…Del vestuario…”, se atrevió a continuar Kaplan lo que provocó un breve silencio entre los allí presentes espantado por unas sucesivas risas. Las reflexiones no se detuvieron: “Yo divido las comedias en inglés y en español. Lo primero de la comedia es auditivo, digamos. No es visual, la primera sensación entra por el oído. En inglés es otra velocidad, otro tempo, hay otra energía…Y en español cambia”, dijo. «A las comedias les resulta más difícil viajar. “Y en los festivales tampoco auspician mucho el género. Cannes, Berlín, Toronto…van más al cine de autor. En cierto modo es como si fuera un género desprestigiado”, siguó Vera que, si bien reconoció no ser un gran erudito sobre la comedia española, sí apreció el trabajo de Luis García Berlanga, Pedro Almodóvar y Álex de la Iglesia, director que recibió precisamente en el Festival de Málaga el premio Retrospectiva.
Con una unidad casi íntima y determinante, la comedia de Kaplan (y en gran parte de la comedia argentina: Un novio para mi mujer, Apariencias, Cohen vs. Rosi…) no se entiende sin el muso Adrián Suar. “Sí, los dos guiones [Igualita a mí y Dos más dos] están escritos para él”, comentó Vera, “y para mí, en Argentina, yo creo que es el número uno o es uno de los número uno que la gente lo quiere ver en el cine, junto a Darín y a [Guillermo] Francella. Es como una garantía de que la gente irá al cine. Y además tiene un timing y una convicción para la comedia muy fuerte». Un piropo bonitamente elaborado para decir que Suar es comercial. Kaplan agudizó algo más: “Él tiene algo muy bueno para mí, y es que es automático que lo quieres. Es algo muy importante en la comedia. El público se encuentra en él, se ve en él”. Dejemos a Suar disfrutar de su éxito…
Para Juan Vera es la segunda vez que viene al Festival de Málaga (Un novio para mi mujer, 2008). Para su compañero, Diego Kaplan, fue su primera vez allí y esperemos que, como él mismo comunicó, le haya servido de aprendizaje.
Fotos: Nacho López