Entrevistamos al director francés Jean Pierre Améris con motivo de su visita a España por el estreno de «La historia de Marie Heurtin«
¿Cómo surge la idea de realizar esta película?
J. P. Améris: «El origen es realmente mi pasión por la historia de Hellen Keller. ¿Conocéis la película de «El milagro de Ana Sullivan»? Yo la vi cuando tenía 14 años y me trastornó, porque yo estaba muy acomplejado,como contaba en mi película «Tímidos anónimos», por mi altura, no conseguía entrar en contacto con los demás. Y yo pensé, ella es sordo-ciega y ha conseguido salir de sí misma y comunicarse y yo debería de conseguir hacer lo mismo. Nunca se me olvidó esta historia y pensaba incluso hacer un remake, bastante pretencioso por mi parte, porque es una obra de teatro, y me di cuenta de que Hellen Keller es una gloria en EE. UU., los estudiantes siguen leyendo su autobiografía y los americanos cada 15-20 años hacen un remake en la televisión, por lo tanto era imposible financieramente comprar los derechos. Con esta decepción seguí leyendo sobre el tema de los sordo-ciegos y encontré por internet un libro de principios del siglo XX, que se llama «Almas en prisión» y que hace el retrato de varios sordos, y sordo-ciegos. En él se encuentra la historia de Marie Heurtin. Me quedé impresionado de ver que en la misma época que Hellen Keller, teníamos en Francia a una joven que había nacido sordo-ciega, salvada por una religiosa. Para mí fue como un regalo del Cielo haber dado con esta historia y a partir de ahí investigué mucho y fui al centro que sigue existiendo en la ciudad de Poitiers, aunque ya no lo llevan religiosas. Desde el primer día supe que iba a hacer la película porque vi como venían a mí todos los adolescentes sordo-ciegos a conocer al nuevo. Yo tenía un poco de miedo, porque es un poco molesto, porque ellos para conocerte te tocan y te abrazan. Era una mezcla de sentirse incómodo pero a la vez feliz, incluso divertido. En la historia de Marie Heurtin tienen esta comunicación táctil, hay algo que contar cinematográfico. Normalmente hacemos películas en las que la gente se sienta y habla. Aquí la comunicación pasa por el gesto y el olor. A partir de ahí, pasé tres años escribiendo el guión, yendo regularmente al centro. Me conocían perfectamente, tienen una memoria olfativa increíble. Cuando entraba en una sala decían «Ya ha venido Jean Pierre» porque todos tenemos un olor personal, no solo la colonia. Es algo fascinante y yo quería contar esto es la genialidad humana, les faltan sentidos pero trabaja sobre los demás para comunicarse.»
Junto a Marie Heurtin, nos encontramos con otro personaje fundamental, el de la Hermana Margueritte ¿Qué nos puedes contar de ella?
J. P. Améris: «El personaje de Margueritte, que no era una especialista ni una intelectual y que se dedicaba al jardín. ¿Qué hace que al conocer a Marie, sienta algo? Y sin saber cómo intenta ayudarle. Yo nunca me podría haber inventado esto, la historia del cuchillo. Está todo basado en hechos reales, en un libro autobiográfico que escribe Marie Heurtin, en braille. También encontré algunos escritos de la hermana, duró año y medio el proceso hasta conseguir que ella aprendiera su primera palabra. Hay que crear una chispa que haga que entiendan que el mundo es lenguaje. Lo que nos relaciona es el lenguaje y había que adaptar el lenguaje de los signos a la mano. El ser humano es una animal de lenguaje, muchas cosas de las que se ven en la película se ven a día de hoy en los centros. Es una película atemporal, actualmente hay 6000 sordo-ciegos en Francia y muchos en Africa por la rubeola.»
«Encontré por internet un libro de principios del siglo XX, que se llama «Almas en prisión» y que hace el retrato de varios sordos, y sordo-ciegos. En él se encuentra la historia de Marie Heurtin»
El componente de la religión es nuevo en su filmografía, aunque en «La vida» tocaba un poco ese tema. ¿Cómo lo trata en esta película?
J. P. Améris: «Más que la religión diría que el tema principal es el compromiso. El darse uno mismo, quiero hacer algo por los demás porque lo necesito y me aporta algo. Es lo más importante para mí. Estaba contento de que fuera una religiosa porque yo soy creyente. Es la primera vez en quince películas que puedo hablar de la fe, pero es una fe que hace trabajar. En la película no hay oraciones, ni hay oficios, porque la hermana Margueritte era una mujer dura, no pedía a Dios que le devolviera la vista sino que trabajaba por conseguir que ella aprendiera. Es una fe molesta porque meter a Marie Heurtin en el internado es el desorden. Me gusta esta fe de la rebelión, como era Cristo. Es una fe molesta, que va contra la razón porque cree en la pequeña, no solo cree en Dios. Es la fe que hace trabajar.»
«Ese es el tema de la película, el conocimiento te tranquiliza, es la ignorancia y la frustración las que te hacen violento.»
¿Cómo ha sido elegir a los actores y trabajar con ellos? Sobre todo en el caso de Marie Heurtin
J. P. Améris: «Era el gran desafío, encontrar a quién va a hacer de Marie Heurtin. Siempre me ha gustado rodar con niños y adolescentes, con gente que interpreta por primera vez. No es un problema para mí la discapacidad. Desde mi primera película hace 23 años, estaba la actriz que hace de la hermana Rafaelle, que es sorda. siempre he rodado con sordos, me encanta el lenguaje de los signos. Me parece que es un lenguaje magnífico de filmar y no es difícil si la actriz sorda es buena. Al principio quería una actriz sordo ciega, y en el centro había joven que era sordo-ciega, que me gustaba mucho con 15 años y que hacía danza. Pero ella rechazó el papel porque no le interesaba interpretar solo le gustaba la danza. Así que recurrí a una sorda y buscamos por todos los colegios de sordos. Hay cuatro millones de sordos en Francia, me gustaría saber en España pero nadie me lo dice. El casting es como el encuentro de Marie y Margueritte en el árbol, No es una película sobre la discapacidad, es una historia del encuentro entre dos personas, una historia de amor. El casting es intuición, no es encontrar al mejor, es sentir a quién quieres filmar y quién quiere que le filme. Un intercambio, como la película.
En un colegio de las montañas en Chambéry, me paso la mañana haciendo un casting y cuando voy a comer al comedor, afortunadamente, veo a Ariana y me dirijo hacia ella y le digo: «¿Por qué no has venido al casting?» y me responde que se le había olvidado apuntarse y no había pedido la autorización a sus padres. Yo le dije que viniera igualmente porque sabía que era ella. Sientes las cosas. Luego me contó que su historia tenía mucho que ver con la de Marie Heurtin. Ella es huérfana, albanesa, hasta los seis años estuvo viviendo con una gran violencia (porque toda violencia viene de la frustración), nadie a su alrededor hablaba la lengua de los signos y nadie respondía a sus preguntas. Un niño al que no respondes se pone nervioso, se pone iracundo porque quiere conocer y no puede. Su madre adoptiva, cuando llegó a Francia con 7 años, le dijo que tenía algo de Marie Heurtin. Y en el caso de Ariana el aprender el lenguaje de los signos la calmó. Ese es el tema de la película, el conocimiento te tranquiliza, es la ignorancia y la frustración las que te hacen violento. Trabajamos mucho y vino conmigo a conocer a los sordo-ciegos. Porque la gran angustia para un sordo es no ver, tienen un campo visual más grande que el nuestro y a ella le impresionó mucho conocerlos. Aprendió el lenguaje muy rápido, en seis meses. El diálogo es expresarse con el cuerpo y la película vuelve a poner el cuerpo en el centro de la acción. En un mundo en el que el cuerpo se ha sacado del foco, ya que estamos en un mundo virtual y aquí nos tocamos y todo es real. Incluso al espectador le resulta incómodo ver cómo se tocan.
Se nos devuelve al principio de la vida. El bebé antes de hablar lo toca todo y al final de la vida también, cuando los mayores ya no entienden y lo único que te queda es cogerle a alguien la mano. No es fácil coger la mano de alguien, incluso de tu madre. Por lo tanto la película habla de eso, no hay que olvidar que somos reales y que hay una relación carnal con el mundo.»
«El cine siempre ha sido encontrar sentido y mostrar al espectador que aunque haya visto cosas duras se puede vivir.»
Ha hecho comedia y drama ¿Qué genero considera que es más difícil?
J. P. Améris: «La comedia es muy difícil. Toda película es difícil pero lo importante es ser lo más sincero posible. Con esta película, cuando anunciaba el tema me decían que iba a ser horrible. Yo que veía todos los días a los niños y adolescentes reírse y gastar bromas como el resto quería anunciar esto, que no por ser sordo-ciego tienes que ser un triste. mostrar la felicidad del descubrimiento. los discapacitados detestan que se les asocien a «pobrecitos». Yo suelo hacer películas autobiográficas, y es difícil hacer reír siendo sincero. Estás muy solo con los «gags» y solo sabes si funciona cuando está el público y ahí ya es tarde para cambiar. Mi próxima película es una comedia y se estrena en Francia en julio «Familia de alquiler»»
¿Qué proyectos tiene?
J. P. Améris: «Me tengo que poner a escribir un guion para una película de televisión sobre los soldados de Mali. Siempre me interesa el lugar donde hay sufrimiento y ver el renacer. No podemos cambiar pero sí renacer. Esto es lo que me motiva. Cómo se nace con las dificultades de la vida. No podría hacer una película negativa. El cine siempre ha sido encontrar sentido y mostrar al espectador que aunque haya visto cosas duras se puede vivir.»