Mar. Mar 19th, 2024
Droga, pobreza , violencia y, en medio, Jon Sistiaga. Nos ha dedicado unos minutos con motivo del estreno de su documental 'Honduras: La mara vida'.

Droga, pobreza , violencia y, en medio, Jon Sistiaga. Nos ha dedicado unos minutos con motivo del estreno de su documental ‘Honduras: La mara vida’.

Droga, pobreza , violencia y, en medio, Jon Sistiaga, quien nos ha dedicado unos minutos con motivo del estreno de su documental 'Honduras: La mara vida'.

“En el país más mortífero del mundo”, así arranca la segunda producción de Jon Sistiaga de este año, recordando que los 19 asesinatos diarios consiguen que Honduras supere a México y Colombia en peligrosidad. Olvidado por todos, con una excepción, los carteles de la droga que ven en este encuadre un lugar idóneo para el tráfico y paso de estupefacientes de camino a los Estados Unidos.

Barrios enteros que malviven, dinero fácil y muchos jóvenes que no tienen nada en la vida. Ellos son el blanco perfecto para las maras, los grupos criminales que se han rendido ante los carteles de la droga para llenarse los bolsillos a costa de los más vulnerables.

“Salir y encontrarte dos o tres cadáveres sobrepasa todo. Esto solo puede ir a mejor”. Y así, Sistiaga confiesa que no es del todo pesimista con respecto a Honduras, aunque apostilla que “tendría que pasar algo como en Iguala con los 43 asesinados para darle un puñetazo en la cara a la sociedad y decirle ‘¡te habías acostumbrado! ¡Espabila!’”.

Este tipo de periodismo más comprometido, al ser más conflictivo y costoso, ¿tiene cabida en las televisiones generalistas convencionales o es necesario montártelo por tu cuenta en medios de pago o como freelance?

Jon Sistiaga: “Estos temas gustan en casi todas las cadenas, pero obviamente en cadenas como Telecinco o Antena 3 tienen otro tipo de formatos y trabajan de otra manera. Yo estoy muy a gusto donde estoy. He trabajo mucho tiempo en Telecinco, en Cuatro, sin embargo, una cadena como Canal +, que se emite para los abonados, sin publicidad, te permite trabajar este formato de otra manera, te permite construir la narrativa interna del documental casi como una película porque no tienes cortes de publicidad. Sabes que desde el minuto uno no vas a tener publicidad, no van a meterte 12 minutos de anuncios que te van a fastidiar todo lo que tú habías construido antes, o que vas a tener que meter en los primeros cinco minutos toda la artillería para pegar a la gente a la ‘tele’ y que no se te vayan a otra cadena. Yo creo que esa es la ventaja de trabajar en esta cadena”.

“Intento buscar siempre cosas que aparezcan en un breve dentro de un periódico y no en la página principal”

¿Qué necesitas ver en cada tema para que lo consideres relevante y decidas ahondar en él para tus producciones?

J.S.: “Yo intento tener siempre una mirada colateral de la realidad. Para hacer el ‘breaking news’ ya están los informativos, para tratar temas que son ‘mainstream’, que ya están en todas las portadas, ya hay otras fórmulas, otros medios y otros formatos. Honduras es un lugar donde Cuatro ha mandado ahí a ‘Cabo Vadillo’, donde Antena 3 ha mandado ahí a los de Callejeros. Mi mirada intenta ser un poco más colateral, basada en una experiencia de 20 años de trabajo, intento meterme hasta dentro en los temas y tratar de rebuscar qué es lo que ocurre y por qué ocurre. Intento buscar siempre cosas que aparezcan en un breve dentro de un periódico y no en la página principal. Eso no significa que no sean importantes, sino que se han desdeñado donde sean. Pero leer en algún lado que Honduras es el país más peligroso del mundo y ver que el titular está dedicado a Siria, pues me parece importante ver por qué es, identificar a qué se debe, qué datos tiene y, si yo me los creo esos datos, pues hacer un documental sobre ese país tan peligroso”.

¿Cómo te preparas un tema desde aquí, desde la redacción en España?

J.S.: “Documentación, documentación y documentación. Leer mucho, tener un poco claro qué se dice y quién te puede hablar, tener claro varias situaciones y lugares a los que quieres ir… Yo quería buscar alguien que les tatuara, quería encontrar un marero, un policía con mando, un cooperante… Todo eso lo vas cerrando desde aquí y luego tienes una agenda que obviamente tiene que estar muy abierta a lo que ocurra allí, a todos los imprevistos que te ocurran allí, para darte cuenta de que a veces la realidad supera con mucho tus previsiones, que cuando llegas allí ya has grabado todo lo que querías grabar en tres días. En primer lugar te das cuenta de que ‘sí, tenía razón, he acertado con este tema’. En segundo lugar, ahora voy a explicar todos estos muertos”.

“A pesar de ello, hablan porque saben que su labor es denunciarlo aunque luego sufran acoso, cárcel, palizas, extorsión”

¿Y en qué punto decides pasar de un reportaje a un documental? ¿Cuándo te das cuenta de que lo que concebías como un reportaje tiene base para convertirse en un documental y cómo cambia tu estrategia de trabajo en ese momento?

J.S.: “Ya son muchos años de trabajo. Tengo claro qué es lo que quiero contar. Otra cosa es que al tercer día de grabación tenga ya todo el material. Entonces, bueno, te dedicas a narrarlo de otra manera. En ese momento desdeñas que haya más muertos porque ya tengo muertos suficientes para un documental. No voy a llegar a 50 muertos, porque llega un momento en que no te aporta nada, cuando además ya crees que has grabado esa sensación de ‘¡joder1 ¿Otro? ¿Pero cómo que otro? ¿Pero aquí al lado? ¡Ostia!’, eso ya lo has reflejado. En ese momento cambias un poco de idea.

Eso me pasó, por ejemplo, en Afganistán. Íbamos a hacer un documental sobre los tipos que se dedican a desactivar las bombas, que lo llamamos ‘Caminando sobre las bombas’, y al segundo día de estar allí, habíamos grabado ya cuatro bombas cada uno de los días, ya teníamos material suficiente. Entonces, cambié el sentido del documental y, sabiendo que quería hablar de eso, pensé ‘voy a contextualizarlo un poco mejor, voy a hablar de la vida de estos tipos, en su día a día, si sueñan, si lo que sea, porque ya tengo las imágenes espectaculares, ya tengo todos los bombazos’. Es tener capacidad de reacción y ya está”.

Me imagino que serás muy consciente de que te juegas hasta la vida, de que dejas mucho atrás. ¿Cómo decides adentrarte en este tipo de temas tan peligrosos sabiendo esto?

J.S.: “Sí, sí, claro que las sabes y las asumes. Hay un factor de riesgo muy obvio en todos estos documentales. Pero precisamente si lo que quieres es reflejar una historia sobre la violencia tremenda en Honduras, tienes que llegar tanto a las víctimas como a los perpetradores y sabes que en esa parte de los perpetradores hay un elemento intangible de peligrosidad que puede hacer que todo se de la vuelta y se vuelva contra ti. Bueno, lo asumes. Espero que, por mi experiencia, mi forma de ser, mi empatía, mi suerte, no lo haga. Pero es algo que puede pasar”.

Droga, pobreza , violencia y, en medio, Jon Sistiaga, quien nos ha dedicado unos minutos con motivo del estreno de su documental 'Honduras: La mara vida'.

¿Alguna vez te ha pasado que el aparecer en uno de tus documentales haya tenido consecuencias para tus personajes o para ti mismo?

J.S.: “Siempre hay ese riesgo. Tú les informas. Pero también ha tenido yo esos problemas. Aquí, en España, en el mundo de la globalización y los mails es así. Los tuve de Barras Bravas en Argentina, los tendré de mareros cuando se emita esto… Gente que ha colaborado conmigo los ha tenido. Estoy recordando ahora un documental sobre la persecución de los gays en Uganda. Todos ellos saben que pueden sufrir las consecuencias, y así ha sido. Y a pesar de ello, hablan porque saben que su labor es denunciarlo aunque luego sufran acoso, cárcel, palizas, extorsión o lo que sea. Y lo han sufrido y te llaman y te lo cuentan”.

“Hay un elemento intangible de peligrosidad que puede hacer que todo se de la vuelta y se vuelva contra ti”

Usted habla de solucionar el problema de las maras con educación y redistribución de la riqueza, pero el conflicto está profundamente instalado en Honduras. ¿Cómo cortar ahora de raíz toda esa ola de criminalidad que se ha insertado ya en la sociedad?

J.S.: “Todo esto no se cura de un día para otro. Digamos que Honduras está en el estado que estuvo México hace cinco años al igual que México hace cinco años estaba en el estado en que estaba Colombia hace quince años. Colombia ha logrado salir, ha logrado que la violencia provocada por los carteles de la droga ya no sea el día a día. Y la otra violencia, la de la guerrilla, está en sordina y con negociaciones de paz. Todo tiene su proceso. Primero, identificar las causas; luego, tener una policía preparada y unos funcionarios públicos que sepan que la impunidad no es la norma sino que es la excepción en los corruptos y una sensación en la sociedad de que las cosas no pueden seguir así, de que la gente tiene que denunciar en las calles, de que hay que asumir ciertos riesgos para que todo esto acabe. Lleva su tiempo”.

Droga, pobreza , violencia y, en medio, Jon Sistiaga, quien nos ha dedicado unos minutos con motivo del estreno de su documental 'Honduras: La mara vida'.

Por Cristina del Gallego

Licenciada en Periodismo por la UCM y Máster en Reporterismo en Televisión (URJC). Apasionada de la parte más social de nuestro oficio y de la Cultura, gran creadora de sueños.

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