Entrevistamos a José María Goenaga y Jon Garaño después del estreno de su nueva y emotiva película “Loreak”.
¿”Loreak” es una película sobre la memoria o sobre el olvido?
José María Goenaga: Hay muchos temas que giran entorno a la película. El amor o el problema de la comunicación son algunos de ellos. Sin embargo hay uno que para nosotros es el más importante. Se trata del tema del recuerdo y del olvido. Es decir, de cómo gestionar el recuerdo o el olvido cuando un ser querido se va. En “Loreak” hay un personaje que decide olvidar para afrontar el dolor de la pérdida; otro que opta por lo opuesto, que sería recordar enfermizamente; y un tercero que no tiene nada que recordar ni olvidar, pero que siente que debe llenar un vacío reconstruyendo una persona que no había conocido del todo. Al final el tiempo es el que marca la prevalencia del recuerdo o del olvido. Por mucho que uno se esfuerce en retener a alguien en la memoria el tiempo siempre juega con nosotros.
Jon Garaño: A nosotros nos gustaría que la gente entendiese que en realidad no se puede forzar el recuerdo o el olvido. Es muy humano lo que hace cada personaje en la película, pero en las situaciones que nosotros hemos expuesto no hay que forzar los sentimientos, sino dejar que la vida siga su propio cauce.
Su anterior largometraje “En 80 días” también es un film sobre mujeres. ¿Sería correcto decir que su cine explora la psicología y la conducta de las mujeres sin ir necesariamente dirigido a un público femenino?
Jon Garaño: Ha sido una coincidencia pero se ha convertido en una reflexión interesante. Nuestra película anterior es una historia de amor entre unas mujeres mayores de setenta años. En el caso de “En 80 días” se trata de un hecho verídico que les ocurrió a unas amigas mías. Pero el caso de “Loreak” es muy distinto. La idea fue de José María Goenaga. Él escribió el primer guión y yo me uní al proyecto más tarde, junto con Aitor Arregi. José María tenía muy claro que la madre tenía que ser una mujer y que la persona que recibía las flores también.
José María Goenaga: Aunque inconscientemente fuimos a por personajes femeninos, no tenemos ningún problema en desarrollar los masculinos. Sí que es verdad que nuestros dos largometrajes giran entorno a mujeres pero en los cortos no hay preferencia.
Para que se convirtiera en un drama introspectivo era imprescindible trabajar la contención de las actrices.
¿Y cómo surgió la idea “Loreak”?
José María Goenaga: Ahora que mencionabas “En 80 días”, recuerdo que uno de los puntos de partida de “Loreak” también fue la incomunicación. Ésta la hemos plasmado visualmente a través de los espacios donde trabajan los personajes o donde transitan la mayor parte de su tiempo. Algunos ejemplos serían la cabina de una grúa o la misma autopista. Sin embargo “Loreak” surge de una idea mucho más cotidiana. De una imagen tan rotunda como potente: la imagen de unas flores en una carretera secundaria. Este elemento enigmático nos remite a una situación dramática que provoca que nos cuestionemos quién dejó esas flores o qué puede estar sintiendo esa persona tras el hipotético accidente que no hemos presenciado. De ahí surgió la trama principal, aunque existe otra trama que más tarde se une a la primera. Esta otra muestra a una mujer que empieza a recibir flores de un anónimo. La aparición de las flores misteriosas la ilusionan, pero para otra persona (su marido) representa una gran amenaza que despierta sus celos.
Krzysztof Kieslowski fue el cineasta que más tuvimos en mente.
Formalmente “Loreak” es muy distinta a su anterior film. ¿Cómo se desarrolló este cambio en el planteamiento formal en un proyecto realizado a cuatro manos?
Jon Garaño: Nosotros siempre hemos trabajado en base a un guión del que extraemos un storyboard basado en fotos que nosotros mismo hemos hecho, aunque a veces también usamos fotografías de otras películas o de cuadros; por ejemplo hemos recurrido mucho a la obra de Edward Hopper.
¿Sus referencias estéticas están más próximas al terreno del arte pictórico o al cinematográfico?
Jon Garaño: Nosotros no tenemos un único referente estético. Algunas influencias se encuentran en un nivel consciente y otras en el inconsciente. En mi caso, hay una anécdota muy curiosa que me pasó cuando la película ya estaba en la fase de postproducción. Se me ocurrió volver a ver “El ángel exterminador” y me di cuenta de la cantidad de similitudes que había entre ambas. Me refiero a elementos surrealistas como las ovejas, los espejos. Incluso ciertas relaciones entre personajes. En ningún momento quisimos hablar del filme de Buñuel, pero claramente está en “Loreak”.
José María Goenaga: También nos ocurre algo similar con Jaime Rosales. Nos lo llevan mencionando un montón desde que presentamos la película en el Festival de San Sebastián. Personalmente a mi me gusta mucho su trabajo, sobre todo cómo dirige a los actores y la naturalidad que extrae de ellos. Jaime Rosales nunca fue un referente pero puede que haya algo de él en “Loreak”, igual que hay algo de Buñuel.
El tiempo es el que marca la prevalencia del recuerdo o del olvido cuando se pierde a un ser querido.
Citan a Rosales y Buñuel como referentes involuntarios, ¿cuáles serían los explícitos?
José María Goenaga: Por decir algún cineasta creo que Krzysztof Kieslowski fue el que estuvo más presente en nuestra mente. Especialmente por ese punto hitchockiano voyerista de películas del estilo “No amarás”.
Volviendo a la dirección de las actrices de la que han citado a Rosales, ¿cómo fue el rodaje con ellas?
Jon Garaño: “Loreak” es una película basada en sus personajes, pero el rodaje fue muy distinto de “En 80 días”. Para nuestra anterior película cogimos dos actrices sin apenas experiencia, con lo cual tuvimos que ensayar una y otra vez. En cambio en “Loreak” sabíamos que nos detendríamos en la construcción de unos personajes sólidos, por eso es un un drama introspectivo. Era imprescindible trabajar la contención de las actrices. Aunque también hicimos muchas improvisaciones con ellas. De hecho hay una secuencia de la película que está completamente improvisada.