No sólo parece un tío majo, lo es. El actor, guionista y director famoso por ser el tipo que pone cara a Ted Mosby, protagonista de Cómo conocí a vuestra madre, estrena su segundo filme, Amor y Letras.
Amor y letras es una película imprescindible si amas la literatura o a Elizabeth Olsen. Vamos a empezar hablando de literatura. ¿Cuáles son los libros que marcaron tu época universitaria?
(Risas) Bueno, digamos que una de las mejores experiencias de mi vida fue dar clase de literatura en mi primer curso de universidad, en Kenyon College. Me recuerdo leyendo a Wadsworth o a Blake. Estos tipos fueron los que sacudieron algo dentro de mí. Así comencé a amar la poesía. Y aunque estos autores fueron muy importantes en mi juventud, no tardé mucho en dejar de leer lo que mandaban en clase y devorar las novelas de Philip Roth. Las clases de historia del teatro tuvieron un papel muy importante en mi carrera y por supuesto la literatura americana con clásicos como Huckleberry Finn o Moby Dick.
¿Y europea?
Sí, me encantan las obras de Virginia Woolf, entre otros muchos autores. También he leído literatura española, Cervantes o Quevedo, por ejemplo. Pero aunque intento leer mucho evidentemente no se puede leer todo. Pero sí, en mis días de universidad aprendí a amar la lectura. A ser un lector más cuidadoso a la hora de escoger lo que lee.
En el filme tu personaje, Jesse, critica abiertamente la saga de Crepúsculo. El personaje de Olsen, Zibby, la defiende. ¿Pretendes educar con tu película? ¿Enseñar a leer bien?
No, no voy con esa la intención. Si pretendes contar una historia que enseñe algo a la gente, esa historia no será buena. Lo que sí hago en la película es mantener una especie de debate. La discusión sobre este famoso libro de vampiros entre los dos personajes es muy interesante ya que se plantea la pregunta de: ¿Por qué o para qué leemos libros? Algunos leen porque simplemente es bueno para ellos, porque les hace madurar o porque desata su imaginación. Mi personaje lee ejemplares intelectuales, cultos, aunque no le gusten. Sin embargo, el personaje de Zibby sólo lee cosas que le gustan y con las que sabe que se va a divertir o entretener. Yo creo que los mejores libros son aquellos que te proporcionan las dos cosas, que te entretienen pero que al mismo tiempo te marcan de manera intelectual y emocional, como es el caso de La broma infinita, por ejemplo, que aparece en la película.
Hay un momento del filme donde te recreas con varias piezas de música clásica…
Supongo que de algún modo quería mostrar la música con la que he tenido una relación muy estrecha en los últimos cuatro años. Fue un gran placer colocarla en la película para que la gente la escuchara. Es maravilloso introducir a la gente en la literatura o en la música. Pero aún así creo que no es una necesidad de enseñar, más bien es que soy un gran entusiasta.
Ahora es cuando vamos con Elizabeth Olsen. En un momento dado de la película tu personaje se plantea si acostarse con Zibby, con la que mantiene una extraña relación, o alejarse y madurar. ¿Quién en su sano juicio dudaría qué hacer?
(Risas) Tiene que tomar una decisión muy seria, puede acostarse con ella o madurar. Que dude puede parecer una locura, la gente puede pensar: ¡Estás loco, es Lizzy Olsen! Seguro que tú lo pensaste (risas) Siempre son las mujeres quienes suelen tener más cuidado en tomar estas decisiones, pero es una posición muy delicada para él. Y le da vueltas a la cabeza, claro, no porque no se sienta atraído por ella sino porque no está convencido de hacer lo correcto. Mi personaje trata de pensar que la otra alternativa es más adulta, no quiere sentirse culpable, se proyecta en el futuro y ve que no quiere sentirse mal al tomar una decisión. Mucha gente no cruzaría esa línea, otros sin embargo, no dudarían en tener sexo con una chica como ella. La vida se trata de tomar decisiones.
A veces hacer lo correcto puede ser aburrido.
Tomar decisiones correctas no hace a una historia aburrida, yo creo que la hace más interesante. Pensemos en comida, a veces comemos cosas que nos gustan mucho, comidas muy sabrosas que sin embargo sabemos que nos sientan mal. La experiencia de comerlo es muy placentera pero después (pone cara de estreñido) Al final todo se trata de decidir qué quieres hacer con tu vida, comer todo lo que encuentres aunque te siente mal o tener más cuidado con lo que haces con tu cuerpo.
Tengo curiosidad por saber cómo es trabajar con Richard Jenkins.
Es el mejor, trabajaría con él en todas las películas si pudiera. Es un gran profesional. Y aunque aparenta ser un tío duro e realmente una persona muy cariñosa y muy tierna. De hecho se emocionó muchísimo cuando vio el montaje definitivo de la película. Creo que desde entonces confía más en mí como director. Yo soy sobre todo actor y no dirijo mucho a los actores así que cuando teníamos que repetir alguna toma le dejaba improvisar. Aunque bueno, me gusta pensar que en alguna ocasión llegué a dirigirle (risas). Es un actor enorme.
Ya queda poco para que termine Cómo conocí a vuestra madre. ¿Te alivia no volver a escuchar más preguntas sobre la identidad de la madre de tus hijos?
¡Sí! ¡Eso sería genial! (Risas) Tengo ganas de dejar de contestar a eso para siempre… no, pero en serio, creo que realmente es una pregunta absurda. Yo siempre contesto que simplemente va a ser una chica, una persona que no haya salido antes en ningún episodio y de la que me enamoraré y en fin… ¿Quién es tu esposa? No lo sé, no estoy casado todavía (risas). Probablemente sea… una persona. Sí, definitivamente estará bien dejar de contestar.