Julián López, coprotanista de “Perdiendo el norte” y cada vez más afianzado en el cine, nos cuenta cómo ha sido una vez más trabajar junto a Nacho G. Velilla.
¿Qué tiene Nacho G. Velilla para volver con él? Te estás convirtiendo en uno de sus actores fetiche.
Julián López: “Bueno, yo le estoy muy agradecido porque desde la primera vez que confió en mi, ya ha sido prácticamente en todo lo que ha hecho televisión o en cine para lo que me ha reservado un papel. Es muy gratificante que alguien confíe en ti tan a ciegas. Lo bueno que tiene además es que van saliendo nuevos trabajos, entonces ya sabes la manera de trabajar de uno y de otro, yo ya sé lo que quiere él de mi y viceversa y entre los dos alcanzamos el consenso para hacer los personajes y hacerlo ameno y productivo. Además es un tío que le gusta mucho ensayar para luego ir con seguridad al rodaje, entonces ahí es donde nace ese consenso y llegar con muchas ganas de hacer la peli“.
“Yo al hacer comedia muchas veces me inspiro en personajes dramáticos”
¿Y cómo fueron esos ensayos de los que tanto habláis? Han comentado que visteis casos reales.
Julián López: “Ellos se valieron de casos reales a la hora de hacer el guion, pero yo confieso que a pesar de tener testimonios de gente que se ha ido fuera, no me gusta centrarme sólo en las referencias, si no a veces hacer lo contrario, para así hacer algo nuevo o que no se sepa muy bien por donde va a tirar, porque creo que enriquece mucho al personaje, yo al hacer comedia muchas veces me inspiro en personajes dramáticos”.
¿Y cómo se inspira uno para hacer humor sobre la emigración?
Julián López: “Yo creo que la comedia es uno de los mejores vehículos para hacer crítica social, para mi no hay nada que supere la comedia, es muy devastadora y te deja noqueado. Aparte de entretener y hacerte reír, luego manda el mensaje que subyace. Entonces, yo creo que es lo mejor, y de hecho es lo que he vivido desde niño, de gente que las pasa “canutas” y luego te suelta un chascarrillo de sí mismo, pues ‘ole’ que se lo tome así porque es la manera de sobrevivir”.
¿Cual es el principal reclamo de “Perdiendo el norte”?
Julián López: “La película cumple dos factores muy esenciales, por un lado una comedia y luego además, como ya hemos comentado, retrata un momento muy concreto que estamos viviendo. Luego pasarán los años y verás lo que estaba contando y lo que nos estaba sucediendo en ese momento. Al confluir esos dos factores se crea una película muy atractiva de ver”.
¿Entre vosotros hablabais sobre este momento que estamos viviendo?
Julián López: “No demasiado, pero a la hora de enfocar los personajes y las escenas pues quien más quien menos iba comparando el guion con cosas que le había pasado a algún amigo, primo… por ejemplo con el idioma o la comida, así que eso sí que lo poníamos sobre la mesa. El hecho de crear esta historia y luego rodarla en Berlín era muy guay porque allí se te acercaban españoles al rodaje y te contaban la misma experiencia real que tú estás tratando en la ficción”.
“Para mi no hay nada que supere la comedia, es muy devastadora y te deja noqueado”
¿Qué tal se dio la cosa en Alemania?
Julián López: “Fenomenal, la verdad es que da mucho caché decir a tus amigos que te vas al extranjero a rodar una peli (bromea), queda muy bien. Es como cuenta la película, buscarte las castañas fuera siempre te va a enriquecer como persona, aunque luego quieras volver a España”.
Compartes la mayoría de escenas con Yon González, ¿Cómo habéis consolidado la relación?
Julián López: “Estupendamente. Él y yo nos conocíamos muy poquito y teníamos claro que nos teníamos que llevar bien y tener ese cariño de los dos amigos que se tienen el uno al otro y se van a emprender ese viaje vital y se tienen que apoyar el uno en el otro. Él lo facilita mucho porque tiene mucho corazón, mucho talento como actor y es muy cariñoso, es el tipo de personas que hace que le aprecies en seguida. Me encantaría trabajar mucho más con él”.
¿Cuando empezaste a hacer sketches en “La hora chanante” te imaginabas que la cosa iría por estos derroteros?
Julián López: “Pues ya ni si quiera me imaginaba hacer sketches (risas) porque mi formación es como músico y fue un regalo que algo que tú tenías ahí que no sabías lo que era te ofreciera esa puerta para mostrarlo. Simplemente aposté por ello y me dejé llevar mucho por la comedia. Hacer lo que hacía al principio con los sketches de “La hora chanante” era algo muy especial y pensé en dejarme llevar a ver qué pasaba y por suerte hubo gente que confió en mi y fue cuando decidí lanzarme. Eso es lo que más me gusta ahora, poder tener personajes, hacerlos tuyos y disfrutar con ello”.
“Es muy gratificante que alguien confíe en ti tan a ciegas”
¿Y cuales son los personajes que tienes ahora en mente?
Julián López: “No tengo ahora ningún proyecto pendiente a corto plazo, estoy esperando a ver si cristalizan algunas cosas. Después de “Perdiendo el norte” rodé una película que se llama “El tiempo de los monstruos” de Félix Sabroso, que por primera vez me aleja un poco de la comedia y es un personaje que transita por todos lados lo que fue para mi un reto”.
¿Qué le pides a 2015?
Julián López: “Le pido que esta peli vaya muy bien y que recoja esa estela del idilio que se ha recuperado con el espectador del cine español. También quiero que el público reciba muy bien “El tiempo de los monstruos” y que me den una oportunidad al haberme salido de la comedia para que yo pueda seguir transitando con ese tipo de papeles para seguir experimentando que al fin y al cabo es lo que nos gusta a todos”