Mar. Mar 19th, 2024
Director del Littlesecretfilm "Todo el mundo lo sabe"

Entrevistamos a Miguel Larraya porque acaba de sacar a la red el #littlesecretfilm para Calle 13 titulado «Todo el mundo lo sabe».

Miguel Larraya es un joven realizador que ha obtenido premios en festivales tan prestigiosos como Almería en Corto y Medina del Campo por su cortometraje «Estocolmo», y que tiene en debutó con el thriller «Afterparty». Además, ha sido uno de los trece cineastas que han sido selecionados para participar en esa curiosa experiencia que es #littlesecretfilm para Calle13. Así que usando las nuevas tecnologías nos pusimos en contacto con este realizador que tiene mucho que aportar y decir en el panorama cinematográfico español para entrevistarle…

Tus personajes parecen sacados de un telediario. ¿Cómo surge “Todo el mundo lo sabe”?

Miguel Larraya: «Al principio cuando me llamó el equipo de #littlesecretfilm, lo primero que me vino a la cabeza fue cómo me lo planteo, qué se podía hacer al tratarse de un formato poco convencional. La primera idea de partida que tuve fue la de ilustrar el sonido en imagen. Buscar una forma de representar el sonido y eso me llevó a las grabaciones clandestinas. Estas a su vez estas a la trama de espías. Eso me hizo plantearme qué sería creíble en España. Como soy un gran lector de prensa pensé que sería original jugar con la prensa como si fuera un género literario. Entonces, si introducimos personajes como un corrupto, una amante y un periodista, la gente sabe en qué claves nos movemos y pueden rellenar fácilmente los huecos. Entonces a medida que construyes el guión te das cuenta que hay cosas que se parecen a las noticias que puedes leer en la prensa diaria, otras no, así poco a poco se van mezclando la realidad y la ficción. La idea final era que el ambiente que se respira en el #littlesecretfilm fuera heredero del clima social actual. Pero es cierto que quería distanciarme del mundo de la política, por ese motivo me centré en el mundo financiero y económico, que tiene una entidad propia. Algo que me gusta de “La conversación” de Coppola es que es una película de escuchas, de espionaje, ambientada en la época del Watergate, pero se centraba en el mundo del espionaje industrial, de tal forma que estás en ese clima pero no te remite rápidamente a nada concreto, convirtiéndose en una alegoría y teniendo su propia identidad el largometraje«.

Director del Littlesecretfilm "Todo el mundo lo sabe"

“Todo el mundo lo sabe” es el #littlesecretfilm número doce ¿eso te generó mucha presión?

M.L.: «Empecé a escribir y a elegir el formato el verano pasado tras proponerme el proyecto, antes de que se presentaran en sociedad los nombres de los 13 autores. Me dijeron que no se parecía a nada de lo que estaban haciendo los otros doce, que era justo lo que quería evitar. Por entonces, sólo había visto #RealMovie de Maqueda. A medida que los he ido viendo, la verdad es que me fui quedando tranquilo al corroborar que íbamos por otro camino, que el nivel era muy alto a nivel de interpretación, por ejemplo Todos tus secretos, y personalmente yo quería alcanzar un nivel similar y contar con actores que no repitiesen, que la película tuviera una identidad propia en ese sentido. Varios directores del proyecto pertenecemos a un mismo círculo generacional y utilizar a los mismos actores de nuestro entorno hubiera sido algo natural«.

«Lo que más me gustaba del reto era cerciorarme de que siempre existe la posibilidad de contar una historia».

¿Cómo laboraste el casting?

M.L.:«A ver, a todos los conocía con anterioridad, bien fuera personal o laboralmente. Con Juan Blanco había trabajado enAfterparty, con Barbará Santa-Cruz ya había trabajado en su día en mi corto “Para no dormir”, con Diego Toucedo teníamos amigos comunes y nos conocíamos personalmente, tenía muy buenas referencias de su trabajo en teatro donde había trabajado con Miguel del Arco, y sabía que podía dar esa mirada dura que precisaba su personaje. Y en el caso de Juan Alén, que es un personaje más pequeño, nos conocemos desde hace un montón de años porque estudiamos juntos en el colegio y la Universidad. En el caso de “El polilla” le puse cara rápidamente y en los otros dos personajes tarde un poco más, a pesar de que me he rodeado de gente a la que conocía, con la que me llevaba bien y que me daba exactamente el papel«.

En la narrativa de este “Todo el mundo lo sabe” es muy importante el uso de los primeros planos ¿a qué obedece?

M.L.: «La idea era empezar visualizando lo que imagina el que escucha la pista de audio. A medida que el espectador va escuchando más comienza a hacerse más nítido, como una imagen que se va concretando en nuestra cabeza. Por eso empezamos con los planos desenfocados, insertos sólo de la boca, de esta manera poco a poco con ayuda de los primeros planos vamos acercándonos a la definición de los personajes. Por otro lado, tras ver en los ensayos que la interpretación de los actores tenía mucha fuerza, busqué la forma de trasladarla a la pantalla, y el primer plano lo hace de una forma muy directa«.

Contar una historia no obedece a un presupuesto ¿crees que siempre hay una forma de poder contarla?

M.L.: «Para mí este trabajo ha sido una demostración de que eso es así. Lo que más me gustaba del reto era cerciorarme de que siempre existe la posibilidad de contar una historia. No cualquier historia, porque hay muchas requieren de más medios, pero si cubrir esa necesidad personal que tenemos algunos de contar historias, de expresar ciertas ideas o sensaciones. Eso, con la democratización tecnológica que se ha dado en el audiovisual los últimos años, cada vez es más fácil«.

Todo el mundo lo sabe (1)

“Todo el mundo lo sabe” escomo una cara B de “La conversación”

¿Cómo se te ocurrió usar la pieza musical de una manera “diegética”?

M.L.: «Era para enfatizar , de cara al espectador, la idea de la representación audiovisual del sonido. Por otro lado, cuanto más vamos entrando en la película cada vez hay más diálogos, y buscaba también crear un momento de descanso, porque venimos de escuchar un mogollón de información. Quería que la pausa que hace el personaje que escucha las grabaciones, también la hiciera el espectador. Y como además, es una película que se puede consumir en internet le puede servir al espectador para hacer un receso e ir a la cocina a beber algo, al igual que hace el personaje, mientras escucha la música de fondo«.

¿Qué es lo más complejo a la hora de construir una pieza de cine negro?

M.L.: «Para mí, los personajes. La esencia del cine negro son los personajes. Utilizar el lado oscuro de las personas es lo más interesante, el lado oscuro de una operación financiera, de los gangsters o de cualquier sector de la sociedad, sirve para hablar del lado oscuro que tiene todo el mundo. Esa construcción, por ejemplo, del personaje de una chica que a veces se miente a sí misma sobre quién es su amante, como todos nos podemos acabar en un momento dado mintiéndonos a nosotros mismos en la vida. O un periodista que mezcla el idealismo con la ambición. Intentar bucear en ello de una manera creíble, buscar motivaciones, pulsiones no tan positivas y contradicciones. Me parece que eso era lo más importante y lo más interesante. Las películas consiguen todo eso son las que que más me gustan a mí«.

¿Cuáles han sido tus referentes a la hora de construir este #littesecretfilm?

M.L.: «La película que más tenía en mente era “La conversación” de Francis Ford Coppola, pero siendo “Todo el mundo lo sabe” como una cara B, porque “La conversación” es una película sobre alguien que escucha a los demás y en nuestro caso es el largometraje de los escuchados. Y me gustaba esa idea de reverso. También fue una referencia en cuestiones técnicas. Con el diseñador del sonido hablábamos de cómo en “La conversación” se trata de un sonido grabado de forma analógica, mientras que aquí es digital, y es la peli de Coppola el uso de filtros, ruidos e interferencias, es más agresivo porque hay menos trozos de grabación«.

«Y, como decía antes, también se parece en el hecho de que enmarcamos la historia en el ámbito privado aunque tenga un poco el feeling del pulso social actual o el que podía haber en EEUU en la época del Watergate. El cine de los 70 era una gran referencia porque creo que estamos viviendo un momento de cierta similitud con esa década. Ahora hay mucha más gente que se cuestiona lo que ocurre a su alrededor. Creo que es un buen momento para este tipo de cine, que intenta buscar nuevas formas de mirar a su alrededor. En ese clima de cambio tal vez podamos encontrar un público más receptivo a nuevas propuestas«.

¿Cuál ha sido la regla que más te ha costado observar?

M.L.: «El tiempo de rodaje, de hecho hemos sido flexibles en ese aspecto. Comparto una cosa que le leí a Manuel Bartual cuando hablaba de “Todos tus secretos”, que hay un punto en el que aprecias que con todo el esfuerzo que está poniendo todo el mundo, entre ser fiel al manifiesto o al resultado y la calidad de la película, creo que como cineasta tienes que inclinar la balanza hacia la calidad. Dentro de un marco en el que tienes las condiciones que tienes, y no te vas a ir excesivamente lejos por razones de presupuesto, que es casi inexistente. Pero sí ser cuidadoso con el esfuerzo de todos, y que el resultado que se vea en pantalla sea digno«.

¿Qué nuevos proyectos estás preparando?

M.L.: «Ahora estoy escribiendo varios proyectos y que se podría decir que se acercan a esa línea del thriller de los años 70. Una de las intenciones que tenía con “Todo el mundo lo sabe” era demostrar que es se pueden contar ese tipo de historia en España. Eso sí, readaptando el estilo y las tramas a nuestra propia iconografía e idiosincrasia, para hacerlas verosímiles y cercana al público«.

Por Alfredo Manteca

Periodismo UCM. Cinéfilo y cinefago compulsivo. Crecí con Kubrick, Hitchcock y Cronenberg.

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