Con motivo de la presentación a los medios de comunicación del filme «Divergente» entrevistamos a su director Neil Burger en el hotel Villa Magna de Madrid.
“Divergente” se ha convertido en un auténtico fenómeno de masas en EEUU y todo parece indicar que también lo será en España. El responsable de haber sabido trasladar ese universo juvenil a la gran pantalla ha sido el realizador norteamericano, Neil Burger, director de películas tan interesantes como “El ilusionista” o “Sin límites”. Por ese motivo nos trasladamos hasta el hotel Villa Magna de Madrid para entrevistarle.
¿Cómo fue el origen de “Divergente”?
Neil Burger: «La verdad es que no me había leído los libros antes de que me ofrecieran el proyecto, pero tras involucrarme los leí, me gustaron y me atrajo la idea de hacer algo épico, quería hacer algo más grande de lo que había realizado anteriormente. Cada largometraje que hago es totalmente distinto, y lo que más me gustaban del libro es cómo se adentraba en la naturaleza humana«.
¿Cuáles cree usted que son los motivos por los que se ha convertido en todo un éxito?
N.B.: «A ver…Los temas que trata básicamente son: ¿Quién soy? ¿A dónde pertenezco? ¿Ser leal a mí mismo o a mí familia? O ¿hasta dónde estoy dispuesto a arriesgarme? Y estos temas aunque creo que pueden interesar a la gente joven, también considero que se lo pueden parecer a los adultos. Creo que aunque partimos de una novela destinada a un público adolescente, eso no hace que sea un producto exclusivo para jóvenes«.
¿Cuáles ha sido sus aportaciones para hacer algo distinto al universo que propone la franquicia?
N.B.: «Para mí todos esto temas son muy reales. Entonces lo que quería darle un enfoque muy realista a la trama, no quería un universo artificial que tanto se ve en otras sagas futuristas, quería un futuro verosímil, por eso rodamos en Chicago sin alterar el skyline, usando el menor número de efectos visuales para recrear la ciudad, y por supuesto quería que los actores hicieran sus propias escenas de acción, como saltar del tren o del tren a los edificios, y de hecho lo hicieron«.
¿Considera usted que es obligado para llegar a un espectro más amplio de público tener que pasar por hacer una franquicia?
N.B.: «La verdad es que me ofrecieron hacer la tercera parte de Narnia pero rehusé hacerla porque quería hacer una película que se llamaba “Tipos con suerte” (2008), que a pesar de ser más pequeña para mí era algo más personal e importante. Hacer una película de estas características es muy complicado, pero hay que reconocer que hacer una película más comercial te acaba facilitando hacer luego una más artística, así es la industria cinematográfica. De alguna manera es práctico para un cineasta, y a mí me gusta hacer distintos tipos de películas. Por otro lado, uno siempre se pregunta ¿estoy cediendo demasiado? Estoy atendiendo a demasiados compromisos? ¿Voy a perder mi estilo haciendo estos proyectos? Pero tengo que decir que no cambie para nada mi forma de trabajar. Me siento muy orgulloso del reparto porque no son actores de segunda categoría y ha sido un placer trabajar con Tony Goldwyn, Ashley Judd, Shailene Woodley, Theo James, Kate Winslet o Ben Lloyd-Hughes que hace que hace el papel del Will, todos son estupendos«.
Los jóvenes norteamericanos se desarraigan de sus núcleos familiares y se adentran en la sociedad norteamericana y afrontan toda una serie de problemas diversos, ¿hasta qué punto “Divergente” se enraíza en la realidad juvenil norteamericana?
N.B.: «Yo creo que sí, porque en EEUU salen del instituto con dieciocho años y de repente se sienten presionados a tener que tomar una serie de decisiones importantes, como por ejemplo: ¿voy a ser médico?, ¿artista? O ¿profesor? No tienes por qué tomarlas, pero existe una gran presión para que te decidas quién quieres ser y por qué camino vas a seguir. También en la actualidad tienes personas como Mark Zukemberg, que son jóvenes y que se han convertido en grandes empresarios a una edad temprana, fíjate con veinte o veinticuatro años ha generado una empresa enorme, y eso también genera una gran presión en los adolescentes para acabar decidiendo quienes quieren ser en la vida y a dónde quieren pertenecer. Y “Divergente” lo que refleja es esa búsqueda por la identidad, y en EEUU incluso un poco más. Siempre hay una oportunidad de ser alguien especial y muchos jóvenes tienen esa ambición de ser esa persona que se supera a sí misma«.
¿Cree usted que es importante que el cine transmita esta serie de valores y que no se quede en un mero producto de acción?
N.B.: «Pues creo que, sobre todo en “Divergente”, la chica no es una superheroína, carece de poderes especiales. Es todo lo contrario, tiene que trabajar muy duro para llegar a ser una persona capaz de sobrevivir. Estos valores me gustan. En el cine los personajes siempre están sometidos a grandes presiones, son historias en guerra, crímenes, o algún otro tipo de situación extrema, y el espectador puede ver como el personaje está sometido a esa gran presión y acaba preguntándose ¿qué haría yo en esa situación? Las elecciones que toman acaban teniendo consecuencias ¿defendería yo a este acusado? ¿Cuáles serían las consecuencias para mí?»
¿Cuáles cree que son los motivos por los que “Divergente” ha triunfado donde otras sagas no lo han conseguido?
N.B.: «Creo que se debe a que Tris es un personaje muy corriente, que trabaja para sobrevivir y no es nada pretencioso. Por otro lado tenemos el paisaje psicológico: los temores, las alucinaciones, creo que lo hace muy atractivo. Y finalmente, la gran química entre Tris y Four, parece muy auténtico«.
Shailene ha dicho de usted que no tiene ego, ¿puede ser por eso?
N.B.: «Tengo ego (risas)… Te prometo que tengo un ego (risas). A ver trabajo al frente de un ejército de personas al que hay que controlar desde el otro lado. A diferencia de otros directores, no necesito ser el centro de atención, así que en ese sentido puedo aparcar mi ego y me permite dejar que ellos hagan lo que tienen que hacer, dejar que ellos brillen y quizás se pueda decir que soy una persona abierto a escuchar y si alguien tiene una propuesta mejor que la mía, pues adelante. Encantado».
¿Tenía claro desde un principio quiénes integrarían el reparto?
N.B.: «Sí, tenía claro que Shailene sería Tris y elegí a Kate Winslet por la autoridad natural que ella tiene, esa sensación de poder que posee. Pensé en ellas desde un principio. Lo del personaje de Four fue casi una tarea imposible. Mi primera elección fue Aaron Taylor- Johnson, con el que había trabajado en “El ilusionista” y que con quince años dio vida al joven Edward Norton. El problema es que no estaba disponible para esas fechas. Así que empecé a pensar en mucha gente. El problema es que Shailene es una actriz con mucha garra y que puede acabar comiéndose al actor que le pongas delante. Por eso, nos tomó varios meses hasta encontrar Theo. Por eso, buscamos en muchas partes del mundo (Australia, Reino Unido, Dinamarca, España), en todas partes, pero al final le encontramos y te prometo que fue un gran alivio«.