Pablo Maqueda es un joven realizador madrileño que tras realizar el documental All the women, proyecto nacido a través de las autopistas de la información, donde colgaba cada día en Internet un plano secuencia que contempla, desde el anonimato y la lejanía, a una mujer distinta. Ahora regresa con más fuerza que nunca con un proyecto mucho más ambicioso, en el que la red vuelve ser su origen y razón de ser, se llama #littlesecretfilm. Por ese motivo quedamos en el céntrico Café Comercial de Madrid, para charlar sobre qué hay detrás de este nuevo movimiento cinematográfico…
La forja del movimiento
La idea surge como un ejercicio de experimentación, para aprender y ponerme un reto un reto como directo, ponerme tras las cuerdas con las cosas que siempre me habían impuesto respeto como la improvisación o un rodaje rápido y caótico. Justo cuando estoy reflexionando sobre cómo hacer ese ejercicio, Richard Linklater anuncia que ha rodado en secreto Before Midnight, y me pareció una idea muy romántica el hecho de rodarla en secreto. Me recordaba también a Jaime Rosales cuando ganó el Goya por La soledad, en ese momento ocultó a toda la prensa que estaba grabando su siguiente largometraje Tiro en la cabeza. Ahora hay mucha información sobre los largometrajes antes de que se estrenen o rueden, si lo llevas al terreno del crowndfunding. Por todo ello, me parecía una idea mágica el retorno a lo que era el cine hace años, que el espectador acuda a la sala virgen, sin saber nada, por eso la idea de grabar clandestinamente.
Así que lancé la idea a mis contactos de la red cinematográfica y audiovisual para ver que les parecía el experimento, si querían unirse a mí y realizar una película de las mismas características. Así surge la idea del estreno colectivo. De esta manera se podía presentar de una manera potente el proyecto, con una gran cantidad de trabajos que apoyaran el modelo, y presentárselo al espectador de una manera pragmática: “esto es un #littlesecretfilm disfrútalo”.
Poco a poco se fueron sumando a la iniciativa personas de todo tipo, y gente a la que admiro como Jordi Costa que fue el primero en adherirse. Diez minutos después del envío del mail tenía una respuesta suya afirmativa para adherirse al manifiesto y ponerse a sí mismo el reto de grabar bajo unas reglas concretas. También se sumaron poco a poco, Elena Manrique, Jimina Sabadú o Pablo Vázquez. Me gusta que se haya visto representada una gran parte de clase cultural: críticos de cine, escritores (como Alex Mendivil), Haizea G. Viana (directora de marketing). En el caso de Haizea a las pocas semanas se enamoró del proyecto y se animó a codirigir #littlesecretfilm, y la verdad estamos muy contentos con el resultado. La buena aceptación tanto por parte de la crítica como de la industria o el público. Todos lo han entendido muy bien, esto es un acto de amor al cine.
Objetivo: Disfrutar del cine más que estrenar cine.
Fui yo quien creó las diez reglas del manifiesto buscando un espíritu lúdico en hacer cine. Disfrutar del cine más que estrenar cine. Procede de una reflexión interna de trabajar en algo que te gusta, no intentar hacer lo que el público quiere ver. De ahí el hecho de acotar un modelo de producción con diez reglas tan arriesgadas para el disfrute del espectador, que al verla sea capaz de valorar todo el esfuerzo de producción que hay detrás de cada plano, y arriesgando mucho al rodarlo en tan sólo 24 horas. Date cuenta que el riesgo es elevado porque puede salir una gran obra o algo muy cutre.
¿Las reglas no coartan la creatividad?
Podría verse así, a priori, pero no lo creo porque #littlesecretfilm coarta realmente el modelo de producción y de distribución, a diferencia del movimiento Dogma 95 que acotaba más la estética, la iluminación o el sonido de la película. El manifiesto no limita la creatividad que haya detrás de cada largometraje, la temática o el valor que pueda transmitir una historia. Creo que haber acotado alguno de estos aspectos hubiera sido un tremendo error.
Dignificando lo gratuito y la red…
Es un hecho que este proyecto apuesta por Internet exclusivamente. Es una apuesta por dignificar la red como ventana de distribución cinematográfica, y el hecho de amoldarla con las ventanas tradicionales con las plataformas VOD, estreno en cines o vídeo (como Paco León) sería interesante. De hecho, estamos expectantes por ver cómo reacciona la industria tradicional con #littlesecretfilm, si abraza el modelo, lo desecha o lo intenta asumir sólo para Internet. Es evidente que detrás de todo subyace el deseo expreso de los propios realizadores y productores de que el espectador visione cine gratuito, por ese motivo se distribuye en streaming o en un cine de manera gratuita, y es obvio que este modelo es arriesgado dentro de una lógica comercial. Lo bueno y malo de Internet es que es un campo virgen para experimentar o crear formatos nuevos. De momento no nos planteamos nada más, sólo queremos disfrutar de los 17.000 visionados que lleva de momento #littlesecretfilm en tan sólo cinco días de andadura, que avala que al espectador le gusta consumir audiovisual en la red y esto apoyará iniciativas nuevas venideras. Sólo queda saber si tendrán o no un cariz gratuito.
#littlesecretfilm: un modelo aplicable
Nosotros lanzamos una invitación a determinados organizadores, y no es plan decir nombres, pero sí por cuestiones de agenda no pudieron adherirse profesionales consagrados. Eso sí, a todos les gustó el modelo. Pero lo mejor de todo es que el éxito tras su estreno y que el manifiesto esté publicado en la red en diversos idiomas convierte a #littlesecretfilm en un modelo aplicable, y lo ideal sería que un día, algún director o productor consagrado realizarán su proyecto bajo las reglas del manifiesto, lo convertiría en algo más mediático. Sería muy interesante ver si el estilo de realizadores de la talla de Jaume Balagueró se resiente o no ante las imposiciones, o si es igual de arriesgado que sus películas comerciales.
#littlesecretfilm vs. cine transnacional
Me gusta ser realista pero también me gusta pensar a lo grande, y ponerme metas grandes, porque creo que es el único camino para poder alcanzar tu sueño. Lógicamente pensar que #littlesecretfilm pueda ser un modelo transnacional, que pueda ser aplicado en todos los lugares del mundo, pues es un sueño, sería algo muy bonito observar como se exporta esta forma de hacer cine o pensar que un buen día directores consagrados de otros países abracen el modelo, eso lo haría mucho más internacional.
¿Crees que se estudiará en las escuelas de cine en un futuro?
No hay que olvidar que #littlesecretfilm es un juego, es otra forma de hacer las cosas. No lo sé. No voy a negar que me haría ilusión el haber creado un movimiento en la historia del cine, pero me parece demasiado egocéntrico pensar algo así hoy en día, máxime cuando la andadura es de tan sólo cinco días.
Duración Internet vs comercial
Yo creo que lo que se denominó por determinadas corrientes como la generación My Space es las responsable de que la duración de las obras en Internet sea menor. Piensa que allí puedes encontrar toda la discografía de un cantante, y a golpe de clic iban cambiando de canción, esto llevó a que su duración fuera menor. Eso ha pasado con todo: música, cine o libros. Por eso, poco a poco, los creadores acortaban para Internet las duraciones de sus obras, eso también ha afectado al cine y las web series. Piensa que la atención máxima de un usuario ante un vídeo de YouTube no debe ser mucha, de hecho, que un espectador se plante ante el ordenador para ver un #littlesecretfilm entero es ya un acto de fe, de creer en la película, porque en el instante en que el largometraje pierda fuelle puedes cambiar. Las duraciones de las películas convencionales en las salas de cine dependen de las decisiones artísticas de sus creadores, y creo que también va un poco más allá, se relaciona más con el hecho de que el espectador forma parte del rito de entrar en la sala, de estar delante de la pantalla y de amortizar el tiempo ante ella.
¿Qué se siente al liderar un movimiento cinematográfico?
Me hace sentir agradecimiento de que ha haya tantos profesionales del cine que se hayan sentido ilusionados por una idea pequeña que nació en la soledad de mi habitación y con un email. Muy agradecido porque muchas personas hayan sido tan generosas, que hayan tenido un acto tan sincero con el cine, con nuestra pasión por el cine, dando su arte sin ninguna visión comercial, incluso trabajando a destajo muchas horas. No hay que olvidar que los planes de rodaje han sido muy estrictos con duraciones comprendidas entre 15 y 24 horas ininterrumpidas, todo eso me parece un enorme acto de generosidad. Entonces el hecho de haber motivado a tantas personas a realizar una obra en estas condiciones me hace sentir muy agradecido.