Mar. Mar 19th, 2024

La gran ganadora de la 54 edición del Festival de Sitges fue “Lamb”, filme dirigido por Valdimar Jóhansson, que ya podéis disfrutar en los mejores cines.

No solo Noomi Rapace se llevó un merecido premio a mejor interpretación femenina (ex-aequo con Susanne Jensen, co-protagonista de «Luzifer», de Peter Brunner), sino que el filme en sí ganó el premio a mejor película. Durante la celebración del festival, pudimos entrevistar a Valdimar Jóhansson, director de la película, que narra la historia de un matrimonio que vive aislado en una granja y un día debe hacerse cargo de una criatura mitad oveja/mitad humano. Una obra muy ambigua, característica de la que el propio Jóhansson está muy orgulloso y, como se leerá a continuación, está dispuesto a mantener.

Pol Romero Navarro: Durante los últimos meses la película está pasando por muchos festivales, recibiendo muy buena crítica… ¿Cómo lo está viviendo?
Valdimar Jóhansson:Bien, bien. Siempre estoy orgulloso de una buena crítica y, además, ya llevamos mucho tiempo viajando. Ahora mismo venimos de Estados Unidos, después iremos a México, ahora estamos en Sitges… Después iremos a Londres, también. Creo que hasta navidades estaremos viajando. Está bien, la verdad.”

P.R.N.: ¿Cómo surgió la idea? ¿De dónde surge esta criatura mitad oveja mitad humano?
V. J.:No sabría decirte muy bien de dónde saqué esta idea. Al principio estaba haciendo una especie de libro con un montón de dibujos y fotos y, de alguna manera, terminé dibujando algunos dibujos de la criatura y, a partir de ahí, digamos que empezó todo.

P.R.N.: ¿Y por qué decide esconder la criatura durante todo el primer capítulo de la película?
V. J.:Bueno, puedes ver partes de su cuerpo. En el guion ya estaba así y creo que es muy importante esconderla durante tanto tiempo porque debes pasar por el proceso de la pareja, sentir el mismo dolor que ellos, su pérdida…

P.R.N.: Es muy interesante cómo utiliza el espacio. Por un lado, su película tiene un tono algo intimista, al mismo tiempo, sin embargo, también filma paisajes espectaculares. De esta manera, podemos sentir la hospitalidad que transmite el lugar, pero también una gran soledad. ¿Cuál fue su relación con el espacio filmado?
V. J.: “La localización era muy importante para mí. Estuve viajando por toda Islandia para encontrar la granja adecuada y estuve enviando dibujos y esquemas a varias personas para ver si conocían una granja como la que yo había imaginado en un principio. Entonces, mi hermano me envió unas fotos de una granja y, aunque no fuera la granja de mis sueños, como durante 20 años nadie había vivido allí, podíamos hacer lo que quisiéramos. Era muy interesante todo el diseño, las montañas eran muy bonitas, podíamos rodar el espacio en 360 grados, cualquier ventana, no había cobertura… Tenía cierto poder, ¿sabes? Queríamos un mundo que nosotros mismos pudiéramos crear, del cual tuviéramos un control total. De hecho, en la película, nunca nos vamos de este lugar, solo en un momento.

P.R.N.: Hay varias influencias que se hacen notar bastante en la película, por ejemplo, la de Béla Tarr.
V. J.:Sí, Béla Tarr es una gran influencia. Él fue mi mentor cuando tenía 20 años, en Sarajevo. Además, cuando estaba estudiando, ya estaba trabajando en este guion, así que durante gran parte del tiempo que pasé ahí trabajando en el guion de Lamb también estuvo Béla.”

P.R.N.: Ya veo, él es uno de los productores ejecutivos de la película. ¿Tuvo alguna participación en el guion?
V. J.:No, no, era más bien alguien que me aconsejaba, alguien que me daba coraje, que me animaba… Que él pusiera su nombre en la película es algo que está muy bien tener y que agradezco mucho.”

P.R.N.: Hay una escena maravillosa, cuando la familia está mirando la televisión, en la que creo que apuntas a una idea interesantísima sobre nuestra capacidad para acepar lo extraño en nuestro día a día, y creo que la película, en parte, nos habla sobre eso, ¿no? La aceptación de lo nuevo, de lo raro… Y de cómo podemos entregarle a esto nuestro amor.
V. J.:Eso algo que hablamos muchísimo. En parte, Lamb habla sobre la aceptación. No necesitas tener un vínculo de sangre para ser padre o madre, ¿sabes? Hablamos muchísimo sobre los temas que queríamos tratar y había tantos… Estoy muy contento porque la gente está sintiendo muchas cosas y creo que cada uno debería hacer su propia lectura de la película, porque hay tantas cosas de las que queremos hablar, que quizá alguien siente una cosa, otra persona siente otra… No hay una buena lectura o una mala lectura.

P.R.N.: Sí, durante la película uno siente muchas cosas, creo que esa es una de sus virtudes. El final, por ejemplo, es muy triste, pero al mismo tiempo tiene cierta belleza, un poder y una fuerza que lo hace un poco raro.
V. J.:Mucha gente también me dice que lo ven como un final súper feliz. Entiendo tu explicación, pero la gente está leyendo cosas muy diferentes entre sí, eso es lo que me gusta.”

P.R.N.: ¿Y qué puede decir sobre el momento en el que ella, al final, mira a cámara?
V. J.: “Estaba escrito en el guion. Es una decisión planeada desde hacía mucho tiempo. Sé que hay gente a la que no le gusta el final, pero… No sé, nuestra decisión fue esta.”

(Risas.)

P.R.N.: Bueno, realmente no me importa mucho si es bueno o malo, pero le pregunto tanto sobre el final porque uno llega a sentir tantas cosas a la vez que, de alguna manera, impiden… captarlo.
V. J.:Sí, claro, claro. El final es muy abierto. Todos queríamos algo muy abierto e interpretable, un final que se quedara en la cabeza de los espectadores. Queríamos hacer ese tipo de película. Además, hay tantos detalles que quizá no se ven la primera vez que uno mira la película… Intentamos hacer una película que nosotros quisiéramos ver y sintiéramos que nunca habíamos visto. Fuimos muy leales a nuestras ideas.”

P.R.N.: Ha comentado que hay muchos detalles que quizá se pierden en el primer visionado. Probablemente sea así, porque nada más terminar la película sentí que debía volverla ver. Sin embargo, ahora estoy recordando ese momento en el que los protagonistas tienen una conversación sobre viajes en el tiempo con su marido, una secuencia difícil de encajar con el resto del filme, que pasa muy desapercibida.
V. J.: (Se ríe.) “¿Cuándo te diste cuenta de que ellos han perdido un hijo?

P.R.N.: Cuando ella está en un cementerio y puedes ver el nombre de Ada en una cruz.
V. J.:Sí. Pues justamente la escena en la que hablan sobre viajes en el tiempo es el primer momento en el que hablan sobre algo que han perdido.”

P.R.N.: ¡Por supuesto!
V. J.:¿En vez de ir hacia el futuro, por qué no viajar al pasado?

P.R.N.: Claro, claro.
V. J.:Además, durante la película también vemos una habitación vacía… A veces los diálogos son un poco extraños, pero eso es porque siempre hay algo detrás.”

P.R.N.: Sí, eso es fantástico. Además, creo que los tres actores están muy bien porque, a lo largo del filme, deben contener muchas emociones y solo hay pequeños momentos en la película en los que ellos muestran esas emociones, a veces con un grito, otras veces a través de un disparo… ¿Cómo trabajaste cada papel con los actores?
V. J.:Tampoco trabajamos tanto juntos, no hicimos ensayos. Simplemente mantuve un muy buen contacto con todos ellos para hablar sobre el papel y encontrar bien a sus personajes. Fue algo que hicimos todos juntos. Lo que sí nos interesaba era tener el mínimo diálogo posible, ese era nuestro objetivo. Quizá nos pasamos un poco (ríe), pero bueno, como bien has dicho, debemos leer también el lenguaje corporal de los actores. Además, creo que es muy importante porque con los animales de la película hacemos lo mismo, sabemos cómo se sienten por su lenguaje corporal. En cualquier caso, mis actores están genial y creo que no es nada fácil actuar sin decir nada, porque debes conseguir que el espectador sepa ver a través de ti sin el uso de la palabra.”

P.R.N.: Creo que las secuencias en las que el cuñado de la protagonista intenta seducirla representan muy bien esta idea, porque podemos sentir la tensión que hay entre ellos sin llegar a saber qué está ocurriendo realmente. Es también un buen ejemplo de hasta qué punto su película está abierta a muchas direcciones, de su habilidad para construir una historia que puede leerse desde muchos puntos de vista.
V. J.:Sí, teníamos muchas historias de fondo y, a veces, nadie tenía la misma. Quizá Noomi tenía una y Hilmir otra, yo no tenía ningún problema con ello. Pero entre nosotros hablamos de todo esto, de cómo no queríamos que nada estuviera cerrado.”

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