Hoy es el día os habríamos traído un post sobre lo mejor y lo peor del año en términos cinematográficos, pero hoy tenemos algo distinto.
Este año ha traído cosas buenas y malas en lo personal y en lo profesional. Como todos los años ha resultado ser un tanto gris. Ya se sabe, ni negro ni blanco. Los que hayan seguido la publicación durante sus quince años de vida saben de sobra que tengo dos profesiones. Soy periodista y enfermero. Tanta monta, monta tanto. En enero nos sorprendíamos de cómo en Wuhan se hacía un hospital en siete días. Tenía muchos planes, entre ellos, pasarme a los cuidados paliativos. Veía con tristeza como amigas se quedaban sin su trabajo habitual porque FOX desaparecía. En febrero ya barruntábamos en el Centro de Salud que algo gordo venía. Desde CAES nos pedían públicamente que nos cuidáramos, que éramos esenciales. Eso nos llevó a confinarnos antes que nadie, a llevar una vida monástica, a no salir los fines de semana, ni meternos en locales o eventos concurridos. Y en marzo estalló la pandemia. A finales de ese mes estaba en IFEMA y regresé a tres días antes del cierre oficial a mi puesto. Parecía que todo estaba controlado, pero llegó “el verano y el me relajo porque yo lo valgo”. El estrés iba en aumento, la gente quebrantaba las cuarentenas, hacía lo que quería. Llegó el otoño y la carga iba en aumento. Comenzó a llover sobre mojado. Entró en juego la campaña de la gripe. Vacunando a diestro y siniestro, más la carga anterior adquirida. Y así surfeamos la segunda. Sin haber llegado a rebajar números en el puente de diciembre, como si se tratara de una montaña rusa, el tren se encaminaba a toda velocidad a subir la tercera ola.
Así es como mi faceta enfermera devoró por completo a la periodística. La fagocitó. No dejó nada. Antes de que Rafa regresara a Estados Unidos en enero, por el día de mi cumpleaños fuimos a ver “JoJo Rabbit”. Somos muy fans de Taika Waititi. En ese momento, dejé de ir a cualquier pase por necesario que fuera para la publicación por no poner en peligro no sólo a mis compañeros de crítica, sino a los jefes de prensa de las distintas distribuidoras. El razonamiento era obvio. En un principio, no sabíamos por dónde venía el puñetazo, y luego, porque rebozándote en el Covid durante siete horas no era lógico asistir, a pesar de que ir al cine sea una experiencia segura. Me hubiera dolido mucho, y no me lo habría perdonado, saber que podría haber contagiado a Jerónimo, Miguel Ángel, Lara, Marina, Laura, Mónica o Sestayo. Sólo Nolan y su “Tenet” consiguieron llevarme al cine en mis vacaciones de verano. El paso de los meses empezó a ser un gran peso psicológico. Me costaba y me cuesta, a día de hoy, concentrarme en escribir sobre un largometraje o serie. El estrés hace que pierdas el foco. De hecho, la única crítica que he escrito este año ha sido la de “Mank”, y fue como un parto.
Hoy, se acaba este 2020, donde los amigos, dromers y familia me han ayudado a estar a flote, ser optimista, y ayudar a multitud de personas. Simplemente a seguir el camino. Ahora ese camino está lleno de esperanza gracias al increíble trabajo de los científicos. Ahora, el único sueño de este crítico de cine en apuros es vacunar a todos contra el Covid y de volver a ver a todos mis compañeros de la prensa, entre los que incluyo a esos jefes de prensa que veo como luchan de manera titánica en estos aciagos momentos por llevar a la gente al cine. Ya sabéis, no hay nada como ver una película en el cine. Estar en esa sala oscura y sentir como se desvanece la realidad y vives aventuras que nunca llegaste a intuir. Hasta entonces sólo me queda decir una cosa: disfrutad mucho de las personas que estén con vosotros esta noche, que será única y de lo más recordada. Siempre nos preguntaremos ¿con quién pasaste el 31 de diciembre y qué hiciste? No hay que olvidar que somos nosotros los que hacemos que los momentos sean especiales y bonitos. Como decía el poema de Reiner Maria Rilke que cierra “JoJo Rabbit”:
“Deja que todo pase,
la belleza y el terror,
solo sigue andando,
ningún sentimiento es definitivo”.
Este poema me ha inspirado mucho este año. Me llegó muy hondo en un momento en el que no sabía lo que se nos venía encima. Ahora sé que todo esto pasará y un buen día, nos reiremos de lo que ha pasado y podremos ir todos juntos a bailar ese himno que es “Heroes” de Bowie en el Independance Club. Feliz 2021 a todos los lectores y amigos de la publicación.