Mar. Mar 19th, 2024
Toastmaster Atlántida

Dos manera diferentes de mostrarnos el reencuentro con la familia, el paso del tiempo, la madurez y como ya no somos los mismos que cuando nos fuimos.

Family Tour Atlántida

«Family Tour»: las dramedias del ESCAC

Liliana Torres, exalumna del ESCAC como Mar Coll, nos muestra en su ópera prima la historia de un reencuentro con la familia. Liliana utiliza una técnica a medio camino entre el largometraje y el documental vital. Usa a toda su familia como intérprete para mostrarnos la historia de su retorno de Mexico, donde está instalada, al hogar familiar;  pero ella tal vez por cobardía o tal vez como modo de catarsis reflejada, es interpretada por Nuria Gago. Así, la realizadora se transmuta en su doble dejando a toda su familia como muestra de espectáculo circense, del que ella parece no querer formar parte. Con esa decisión, lo que entendemos como espectadores, es que la directora es una niña pija que ha nacido en el sitio y en la familia equivocada y que lo mejor que podría haber hecho es huir a ese Mexico que se revela utópico desde el prisma que plantea la película. Cada desfile por cada hogar familiar se muestra como un vía crucis personal para Liliana a la que el tránsito hacia el destino parece, en ocasiones, el del condenado a muerte ante el cadalso. La familia real, la pobre, hace lo que puede en el impostado papel de actores de sí mismos, pero su amateurismo contrasta tanto con el saber estar de Nuria Gago,  que lastra el conjunto y el tono de la película. Lo que es un intento de dotar de verosimilitud y realismo absoluto,  buscando el tono de dramedia que una película como «Carmina y Revienta« logró conseguir con tan buen resultado, se queda aquí como un intento de ridiculizar los orígenes para distanciarse emocionalmente de ellos. Porque la tesis que plantea este paseo por el entorno familiar es esa: Qué lista y guapa soy y que arte tengo pese a venir de esta familia de frikis. Y estoy seguro que Liliana no quería reflejar eso sino mostrarnos como el entorno en el que nos sentimos seguros y acogidos, cuando estábamos en él, se nos torna extraño e inhabitable cuando nos alejamos. Tal vez ha pesado demasiado el intento de epatar y se ha obviado el intento de narrar.

 

Toastmaster Atlántida

«Toastmaster»: El peso de la tradición familiar

Mucho más acertado está el debut cinematográfico de Eric Boadella. «Toastmaster» es la historia del reencuentro de Alek con su tío Kapriel, el hermano de su padre y única familia paterna que le queda después de la muerte 15 años atrás de su padre. Con la excusa de la boda de su madre, Alek decide irse a ver a su tío llevándose a quien va a ser su hermanastra, de 8 años, a pasar el fin de semana y conocerle. Allí descubrirá el rito armenio del brindis, algo que es una importante tradición que se pasa de padres a hijos y debido al oscuro pasado de su tío, inventará junto con la niña una nueva historia acerca de Kapriel y su participación en negocios turbios de la mafia ruso-armenia. La película, plantea una divertida reflexión sobre los ritos de madurez (el paso del cuerno del maestro del brindis es un rito de paso), la revisitación idealista del pasado y como los errores pesan generación tras generación por orgullos que se solucionan simplemente hablando tras un vaso de vino. Boadella, que también es el guionista, es toda una sorpresa como director. Los personajes se nos muestran cercanos y creíbles y con ese punto entrañable y bondadoso que hace que nos sentamos identificados plenamente con ellos. Su dirección sobria, fluida y que demuestra una gran maestría en el arte cinematográfico pese a tratarse de su primer largo; demuestra que, sin grandes alardes y sabiendo usar ese deje indie que tiene la película, cualquier historia es buena si sabe como contarse. Una de las sorpresas del festival, sin duda.

Por Jordi Copano

Estudié Audiovisuales e hice un Master en Estudios de Cine, algo que me sirvió para hacer name dropping de pelis cuando alguien menciona a Tarkovski. Descubrí, gracias a alguna experiencia en rodajes, que odio el Cine, pero amo las películas. Sobre todo las de Zucker, Abrams y Zucker.

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