El Atlántida Film Fest nos muestra tres posibilidades sobre cómo construir y generar una pieza documental, alejadas del formato clásico.
Estas nuevas propuestas sobre el género del registro documental nos presentan una serie de vías acerca de como aproximarnos, desde un punto de vista estético y formal, al mismo. Cada propuesta diríase antitética de la anterior mostrándonos, de esa manera, que el género, como ya vimos en la obra de Gondry ,también presentada en el Festival «Is The Man Who Is Tall Happy?»; es, hoy en día, uno de los más vivos y activos del panorama audiovisual.
«Cartas desde Parliament Square»: La cámara como registro.
La primera propuesta es «Cartas desde Parliament Square» de Carlos Serrano Azcona. En ésta el director, cámara en mano se va a Londres, más concretamente al Parliament Square del título y, con el ánimo de hacernos visible una protesta invisibilizada por los medios tradicionales, se sienta con Barbara Tucker, activista antibélica que sigue la lucha iniciada en 2004 por Brian Haw. Haw, ya fallecido, fue el impulsor de una acampada de protesta en el plaza del Parlamento en la que él y el resto de manifestantes mostraban su descontento con la Guerra de Irak promovida por los gobiernos de Bush jr, Blair y Aznar. Carlos da el protagonismo total de su documental a Barbara, a la que deja total libertad para que hable directamente a cámara explicando su lucha, sus motivos, sus razones y los motivos de su perseverancia en la protesta. Con esta propuesta simple y meramente documental, en el que la decisión estética es puramente informativa y se ciñe a su propósito de mostrar de modo natural lo que no está reflejado en ningún otro medio de información, Carlos Serrano lo que intenta es que su cámara y sus meras acotaciones o preguntas que, más que interrogar ejercen de función fática ante la información que Barbara nos suministra; sean registros de información de una lucha que ya ha sido derrotada. La cámara ejerce aquí, más que nunca, su misión de grabadora de imagen y audio para que quede constancia de la lucha silenciosa de estos activistas contra la guerra, activistas que impertérritos a su derrota siguen día a día, noche tras noche, sumidos en una lucha que jamás podrán vencer.
«Se fa Saber»: La cámara como presencia visible e invisible.
«Se Fa Saber», por su parte, utiliza la cámara de manera similar a la de Carlos, como elemento de registro de un momento determinado, pero a la vez Zoraida Roselló sabe extraer, con su mera presencia como documentalista lo que hay más allá. El documental intenta registrar la cotidianidad de la vida de un pequeño pueblo de provincias en la Cataluña del Sur, Santa Bárbara. Su cámara intenta no estar, de ahí esos planos extraños, que parecen mal tomados, alejados de la ortodoxia clásica del plano-contraplano. Hay veces, incluso que la propia directora se esconde y toma el plano como si no quisiera estar ahí con la intención de mostrar, con la mayor pureza posible, el comportamiento habitual y cotidiano de los habitantes del pueblo. Por otro lado y, como contraste ante lo anterior, hay veces que la presencia forzada de la cámara dentro de una situación cotidiana, ejerce de detonante simplemente con su presencia. La cámara y Zoraida se erigen así con su mera presencia en provocadoras de reacciones y situaciones que sólo se dan cuando la cámara está presente. Zoraida lo sabe y muchas veces también juega a estorbar, a mostrarse en esas situaciones donde nunca, hasta ahora, ha habido una cámara filmando, creando así situaciones inesperadas y divertidas que muestran la auténtica naturaleza del filmado. La autora demuestra con este recurso un excelente dominio de las técnicas del documental realista, alejado del academicismo formal del clásico documental de informativos. Merecido premio el que se lleva en esta edición del Festival.
«De Occulta Philosophia»: La búsqueda de lo intangible que hace que el arte sea arte.
«De Occulta Philosophia», de Daniel V. Villamediana, como su propio nombre indica, nace del deseo del autor de intentar entender que es lo que se oculta bajo la música barroca. y cuál es la causa de que la música de ese periodo tenga tal capacidad de emocionar y de generar tantos sentimientos en hombres que la escuchan 400 años después de su creación. Para ello Daniel intenta seguir el recorrido de esa música, desde la misma gestación del instrumento, filmando como se crea un clavicordio intenta desentreñar que puede haber dentro de ese conjunto de madera, cuerdas y cajas de resonancia para producir tal magia en su sonido, hasta la ejecución de la pieza en los entornos adecuados y con grupos de músicos que representan en la medida de lo posible la manera de tocar y ejecutar la música en esa época. Entrevistará a luthiers, a interpretes y musicólogos, en forma de charla relajada entre amigos, para intentar averiguar cuáles son las causas musicales, físicas y psíquicas para que la música de Bach, por citar a a alguno, tenga tal magia en sus notas. Pero sobre todo el intento definitivo de Villamediana es filmar la música, no filmar la ejecución performativa de la misma, sino intentar capturar LA MÚSICA en toda su grandeza y su esplendor, un arte puro y el único arte realmente secuencial. Y aunque tamaña empresa es imposible, lo que consigue el documental es simplemente ponernos como espectadores y ponerse él como autor, ante una reflexión sobre lo que es el arte y cómo este se genera, que no es poco. Se llame éste música barroca o cine documental.