Mar. Mar 19th, 2024
Se puede ver este documental en la seccion generación del atlantida film fest 2017

Hoy exploramos dos filmes muy curiosos de temática dentro de la sección «Generación» de este certamen digital.

“Jesús”: los ninis chilenos

De Chile nos llega filme periférico de rabiosa actualidad. Se titula “Jesús” y hace un retrato de la vida de este joven de 18 años, que ni estudia ni trabaja. Su vida cotidiana se reduce a su grupo de amigos, que tienen como sueño llegar a ser una Boy Band como los Backstreet Boys. Entre ensayo y ensayo, siempre hay un momento para codearse con las drogas, ver vídeos de alto contenido violento en internet o tener sexo. Fernando Guzzoni dirige su segundo trabajo con suma frialdad y realismo. Por ese motivo tiene sentido las escenas de sexo explícito, están perfectamente concebidas y realizadas. La vibrante cámara del director chileno sigue a Jesús de tal forma que el espectador se convierte en testigo de una realidad social, de esta particular tribu urbana. Estos jóvenes no toman parte activa en la política o movimientos sociales. Sólo se sienten comprometidos con sus intereses. Su modus vivendi es carpe diem. Se comen la vida a bocados. Viven al margen de las reglas y convenciones sociales.

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Este largometraje denuncia se adentra en dos territorios muy distintos. En primer lugar, pone de relieve como un país está perdiendo una generación de jóvenes, que viven al margen de la sociedad. En segundo lugar, la homofobia reinante en Chile. Para ello abre otra línea argumental en la que Jesús se verá inmerso en un acto violento. Un miembro de su banda de K-Pop matará de una paliza a un homosexual.

Lo cierto es que Guzzoni decide no tomar partido alguno, así como dar solución alguna. De ahí que tome esa distancia y nos narre con frialdad los hechos. Otra de las grandes bazas del filme es el joven actor Nicolás Durán, que se mete sin miedo en la piel de este peculiar personaje, y lo explora hasta las últimas consecuencias de la mano del guionista y director, dejando claro el viaje psicológico de Jesús en el descenso a su particular infierno.

“Jesús” es un filme muy recomendable y que se merece un visionado, sobre todo porque pone de manifiesto una problemática global, que no sólo ocurre en Chile, también la tenemos aquí en casa. Es una película que busca abrir un debate ante una situación generalizada y más común de lo que creemos.

“Brothers of the night”: Más allá de Querelle

Patric Chiha firma este interesante documental que nos sumerge en las vidas de un grupo de inmigrantes búlgaros en Viena. Su mirada es poética y sutil, desde las dos primeras secuencias. Como cada noche, Yonko, Vassili, Stephan, Nicolay y Alexander se reúnen en el Café Sultán. Allí satisfacen los deseos de los homosexuales maduros de la ciudad. Desde el primer momento, quedan claros los referentes cinematográficos de Chiha: Rainer Werner Fassbinder o Pier Paolo Pasolini. De tal forma, que obras como “Querrelle” se convierten en el prisma desde el que el realizador austriaco observa las andanzas de estos jóvenes.

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El buen gusto formal de la propuesta eleva la calidad artística y estética de este documental. La paleta de colores usada en la escenografía, la iconografía gay y el vestuario hace que este documental sea una reinterpretación, un paso más allá del clásico de Fassbinder, en el que veremos soñar a sus protagonistas con llevar una vida normal algún día. En el plano argumental, lo que da riqueza a este particular largometraje es que la situación personal de cada uno de ellos es diferente, cómo se introdujeron en este singular mundo, unos tienen mujer e hijos en Bulgaría a los que mandan sus ganancias, otros están solteros y sueñan con volver a una casa y comprarse un coche y otros buscan comprar una mujer. Todos lo tienen claro, no tiene sentido volver a su país natal sin dinero y que quieren acabar llevando una vida decente. También el espectador será testigo de cómo mantienen sus tradiciones estos jóvenes gitanos, cómo encuentran en sus raíces una válvula de escape a su realidad dominada por el dinero fácil y el sueño de libertad.

Al igual que “Jesús”, su director no toma partido, tan sólo se limita a examinar y describirnos una realidad con un discurso lírico y ciertos tintes románticos. Sabe rentabilizar la belleza de sus cuerpos, mostrando un sumo respeto y empatía hacia los sujetos observados. Nos muestra cómo sobreviven en ese entorno hostil, dando total libertad al espectador para crearse una opinión al respecto.

Por Alfredo Manteca

Periodismo UCM. Cinéfilo y cinefago compulsivo. Crecí con Kubrick, Hitchcock y Cronenberg.

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