¡Lo hemos conseguido! Por fin, en la Berlinale 2013 una película que recomendar sin grandes peros. Hemos visto Before Midnight y es un gran, enorme, bien actuado, bien escrito y bien rodado «sí».
Before Midnight: un regreso más que esperado
Una noche, mi amigo Diego resumió perfectamente quiénes somos, de dónde venimos y adónde vamos, y solo necesitó dos palabras: «Putos monos». Before Midnight es ese «putos monos» en formato cinematográfico, siguiendo el esquema planteado en las anteriores Before Sunrise y Before Sunset. Ethan Hawk, Julie Delpy, Kim Krizan, Richard Linklater, paseos, conversaciones, Grecia, tú, yo, nosotros, ellos, todos, el cosmos, la nada, la vida, la muerte, el amor, la pérdida y el sentido (o no) de la vida dialogados en una serie de planazos secuencia de la mano de una pareja que ha llevado su compenetración al siguiente estadio. Y todo esto para que, al final, no seamos más que unos primates un poquito (muy poquito) avanzados.
Aunque puede hacerse cuesta arriba volver a escuchar reflexiones que todos hemos tenido y oído más de una vez, la forma es tan brillante que no importa si el fondo está un poco machacado ya, incluso en trabajos de Linklater fuera del tríptico, como Waking Life. Por ahora, esta ha sido la película la imprescindible del festival.
El detalle sociocultural: se menciona a «los españoles» en la cinta. Dos veces. Como ejemplo de amantes apasionados y directos que no pueden dejar de hacerle el amor con la mirada a todas las mujeres con las que se cruzan. Esto, queridos amigos, es lo que verdaderamente hace Marca España. El marketing y la propaganda ha funcionado (de algún modo que no alcanzo a imaginar claramente) lo suficientemente bien como para que Linklater y compañía nos hagan promoción gratis. No lo desaprovechéis, amigos.
La Masterclass de Walter Murch: la importancia del silencio
Por la tarde nos hemos pasado otra vez por la Talent Campus, esta vez a escuchar a Walter Murch, editor de sonido de grandes, grandísimas películas como Apocalypse Now o El Padrino II.
Mientras que la de Paul Verhoeven fue más una charla, esta se acercó más a la master class. Se trató, en una primera parte que parecía sacada de una facutad de biológicas, la importancia del sentido del oído en los seres humanos (es el sentido que antes se desarrolla y el más avanzado de todos, aunque pensemos en términos visuales) y cómo la evolución (que nos colocó los ojos y las orejas en la parte frontal) es clave para entender las complicaciones del audio envolvente en el cine (dar demasiado peso a sonidos que nos llegan desde atrás puede ser contraproducente al contar la historia). La importancia del sonido también es la importancia del silencio. A Touch of Evil, M o No Country for Old Men fueron los ejemplos elegidos por Murch a este respecto.
Habló de Apple, también. Aunque confesó no haber probado la última versión del FinalCut sí que piensa que, en algún momento, podría convertirse en una herramienta de edición profesional (para el cine, se entiende) aunque todavía no ha llegado a ese nivel. Al fin y al cabo, apuntó, no hay millones de editores de cine en el mundo y no son un mercado tan grande como para acelerar la presencia de la manzanita en ese sector.
Y como no sabemos hacer nada más que obedecer a nuestros mayores, ahora mismo (escribo esto pasadas las ocho de la tarde) nos vamos a escuchar jazz a un bar dentro de una iglesia. Mañana, os cuento si mereció la pena.