El séptimo día en Berlín analizamos el documental sobre un pedófilo «Daniel’s World» y las ficciones de Panorama «Nectktie Youth», «Bizarre» y «Pioneer Heroes».
Dedicamos el antepenúltimo día del Festival de Berlín a la sección Panorama a través de cuatro títulos que exploran la condición oscura del ser humano. El primero y más arriesgado de ellos fue el documental checo «Daniel’s World», centrado en la depresiva vida de un pedófilo que ha decidido no practicar su parafilia. Más tarde fue el turno de «Necktie Youth», el nuevo largometraje del jovencísimo cineasta sudafricano de veintidós años Sibs Shongwe-La Mer, realizado con fondos del Festival de Venecia. «Bizarre» del francés Étienne Faure nos acercó al mundo de las performances fetichistas del Brooklyn más promiscuo y tenebroso, mientras que «Pioneer Heroes» resultó una revisión de la historia de la URSS y la imposible inserción de sus ex-habitantes por culpa de los múltiples traumas que padecen.
«Daniel’s World»: La soledad del pedófilo
Es muy probable que «Daniel’s World» sea el documental más polémico del Festival de Berlín. El largometraje de Veronika Lisková acompaña el día a día de un joven de veinticinco años declarado públicamente homosexual. Sin embargo Daniel no se conforma con cualquier sujeto masculino. El chico sólo se siente atraído por menores de ocho y diez años. Sin juzgar a su protagonista, la autora filma las conversaciones que Daniel mantiene con sus familiares, amigos, psiquiatras e individuos de la asociación de pedófilos anónimos de la República Checa. Con total sinceridad, Daniel se desnuda psicológicamente frente a la cámara, y describe lo que significa convivir con la soledad a la que está condenado de por vida. Daniel es consciente de que nunca formará una familia y que vivirá del onanismo sexual durante los próximos cuarenta años dado que no se le permite tocar a quien más desea. El mérito de «Daniel’s World» se halla en el acercamiento al enfermo a través de una figura más humana y menos monstruosa, una idea que no logra establecerse en nuestro imaginario colectivo. Pues, según afirma la documentalista, los pedófilos no escogieron su condición al nacer. Simplemente son personas corrientes que la sociedad rechaza al tener gustos sexuales distintos.
«Necktie Youth»: Suicidios masivos en la era post-Apartheid
Sibs Shongwe-La Mer, el famoso cortometrajista y artista visual nacido en Johannesburgo en 1991, presentó su impactante ópera prima en la Berlinale gracias al Workshop que el Festival de Venecia organizó en 2013 para financiar largometrajes africanos en fase de postproducción. El debut del enfant terrible veinteañero conocido por la crítica como ‘el Xavier Dolan sudafricano’ elabora un retrato de la locura intratable que padecen los jóvenes de su ciudad natal. Los yonquis de Sandton (los suburbios situados al norte de Johannesburgo) se alienan de la realidad disfuncional que les rodea combinando sus dosis farmacológicas legales con todas las drogas que existen en el mercado. El film sigue una aterradora estructura cíclica iniciada con la voz registrada en un buzón de voz de una futura víctima suicida que se ahorca a si misma, y termina con otra voz en off de un segundo suicida. Esa prisión vital en la que habitan los protagonistas de «Necktie Youth» surge de las pesadillas más oscuras que escondía la utopía de Nelson Mandela. La esteticista propuesta en blanco y negro de Sibs Shongwe-La Mer reflexiona sobre la ola de muertes masivas que está ocasionando el descontrol y el libertinaje irreflexivo de la era post-Apartheid. Basándose en escalofriantes casos reales «Necktie Youth» manifiesta el peligro universal de la irresponsabilidad tras un periodo de represión y anhelada esperanza. Sin duda, es uno de los mejores largometrajes de la Berlinale.
«Bizarre»: Sexo en Brooklyn sin tabúes
El visionado del último largometraje de Étinene Faure se convirtió en un tour por el Brooklyn libidinoso que no entiende de barreras sexuales. Pese al argumento poco desarrollado de «Bizarre», el filme se sostiene por su maleable fluir estético, condicionado por la esencia queer del relato. De este modo, el carácter promiscuo y bisexual de sus personajes subordina la puesta en escena, la cual se caracteriza por su constante permeabilidad. En otras palabras, la película busca el antónimo de lo convencional tanto en la realidad social que se manifiesta en la historia como en la filmación de la misma. La trama de «Bizarre» gira entorno a Maurice (Pierre Prieur), un joven emigrante francés que trabaja de cocinero en un puesto de comida rápida y duerme en coches abandonados. El espectador no dispone de mucha información sobre Maurice, tan sólo intuye que ha llegado a Estados Unidos huyendo de un pasado sombrío que le persigue. Pero, cuando Maurice conozca a una pareja de lesbianas que llevan un local de performances fetichistas, cambiará la vida de todos los clientes y trabajadores de ese bar. Como el apolíneo efebo que protagonizaba «The smell of us» de Larry Clark, el misterioso Maurice no tarda en enamorar a sus nuevos amigos, sembrando el caos por doquier. Esta historia de celos construida a ritmo de remixes del primer álbum de The xx promete mucha escenas de sangre y de prácticas sexuales sin tabúes.
«Pioneer Heroes»: Las generaciones perdidas de la Unión Soviética
El funcionamiento de la Organización de Pioneros Vladímir Lenin, encargada de formar a pequeños soldados soviéticos durante la URSS, es cuestionada en la ópera prima de la cineasta rusa Natalya Kudryashova. Su largometraje plasma el desencanto de una generación perdida en la que sus miembros se convirtieron en glorias nacionales y posteriormente fueron olvidados con la caída de la Unión Soviética. El debut cinematográfico se centra en la vida de tres ex-pioneros en la actualidad, es decir veinte años después en plena aparición del fantasma de los sueños rotos. La agorafobia y las impactantes fantasías sexuales de Olga (interpretada por la misma directora), la depresión de Sergeyev (Aleksey Mitin) camuflada a través de su obsesión por los videojuegos o el maltrato psicológico a su novia y el vacío vital de Katya (Darya Moroz) que llena a conciencia con el lujo que le ofrece su alto sueldo son algunos de los síntomas de los tres protagonistas de «Pioneer Heroes». El filme posee ciertos paralelismos argumentales con la película búlgara «Viktoria» (Maya Vitkova) pero no llega a situarse a la altura de su predecesora. Siguiendo estilos y metodologías distintas, ambos largometrajes describen la nostalgia por el comunismo de los ciudadanos ex-soviéticos y la imposible adaptación a su nuevo país después de la disolución de la URSS. No obstante, a diferencia de «Viktoria», la parte del periodo infantil de «Pioneer Heroes», que el espectador sólo accede a ella a través de breves flashbacks, resulta ser la más interesante de la película, mientras que el traumático presente no logra convencer.