Mar. Mar 19th, 2024

Bonello y David Cronenberg triunfan con dos obras menores que vienen repletas de estrellas como Léa Seydoux Robert Pattinson, Carrie Fisher o Julianne Moore.

«Saint Laurent»: un biopic original aunque intrascendente

Cannes 2014. Día 6 Regresan Cronenberg y Léa Seydoux al certamen yves

Para Bertrand Bonello, el director entre otras de aquella memorable «Casa de Tolerancia-L’Apollonide«, la figura del torturado Yves Saint Laurent es la de un narcótico que le fue revelado a las masas, la de algo que va más allá del ser humano y que sirvió para acercar el opio del estilo vía prêt-à-porter y el mantener un manierismo adecuado a las gentes populares de una Francia que nunca le estuvo a la altura, ni en su visión ni en sus maneras. Para hablar de esta alienación de la vida y su huida hacia el gesto insustancial hay que acercarse mucho, con una cámara subjetiva que busca el cuerpo y escuchar el rugido de los materiales textiles, la arruga del modelo y el sonido del cuero al rozar con los elementos. La música suena bien alta en la fiesta donde la droga corre alegre y en la oficina, donde emerge el genio, silencios y escrutinios que tienen más que ver con las expectativas que se tenía hacia sí mismo que lo que el resto del mundo esperaba de él (en realidad, nadie esperó nunca nada). Violencia silenciosa que se exuda por cada poro de un Gaspard Ulliel visualmente perfecto, magnético como Yves debía ser y también como lo es el resto del elenco, todo primera línea de la Francia actual y esto es: Léa Seydoux, Brady Corbet, Louis Garrel, Jasmine Trinca y más. «Saint Laurent» es un Bonello menor, que nos trae un biopic de original ángulo pero alargado y presuntuoso. Nos quedamos con ese final tan sorprendente y con que el gozo, como la estética, cuando es puro, es inmune al análisis, esto es, intrascendente.

«Maps to the Stars»: olvidad el hype

Map of stars cannes 2014

Hace tiempo que Cronenberg dejo de ser ese maestro del horror biológico, pero sigue siendo un agudo narrador, o traductor, de las realidades alteradas, que dejaron de ser aquellas fantásticas e inventadas de sus primeras obras de ciencia ficción para ser, ahora, una que habla de los pilares de lo contemporáneo y los efectos que estos provocan en sus sujetos. Y para atestiguarlo ahí está la cuestión psicoanalítica de «Un método peligroso« y la patología mental dentro de un superyó capitalista idealizado de «Cosmópolis«. El horror, con todo, sigue siendo eso que viene desde dentro. Con una intención provocadora, llena de recados al star system y una batería constante de referencias de la inside industry (“Es que Harvey es mucho Harvey”). En la mitología griega los dioses omnipotentes solían engendrar la corrupción a través de sus actos sexuales, mezclando la sangre y creando semidioses que terminan por erosionar el sistema. Y Agatha, quien podría ser un personaje de cualquier texto de Sófocles, es hija de dos hermanos, hermana a su vez de eso que entendemos por un “niñato” malcriado por su condición de hijo de famosos y de pilar básico que sustenta una franquicia de la que no se les olvida recordar cada poco tiempo los tantísimos millones que hace en taquilla. Pero volviendo con el personaje de Mia Wasikowska, esta esquizofrénica ex pirómana, en principio el personaje con el que más empatizamos por su déficit de caché (también le pasa a ese Robert Pattinson artista en los ratos libres que le da su trabajo de chófer conduce para las ricachonas) ha vuelto a la región, descubrimos, como motor de acción entre los monstruos que pueblan este valle de la endogamia. ¿La enseñanza? El incesto pudre la sangre. La sangre escribe la historia, y la historia ha sido y será por siempre mito.

Si algo hay que tener presenta también en esta obra es que es sumamente divertida. Por supuesto también es magnética, y, aunque poco sutil, armoniosa sin descuidar el subtexto. Sin embargo, esa decadencia de Hollywood ya la retrató mejor de Altman en «El juego de Hollywood« o John Schlesinger en «Como plaga de langosta«, pero los valores han cambiado y el presente tiene cosas tan emocionantes y pintorescas que merecía la pena parodiarlas. Para ello contamos con una Julianne Moore portentosa, con un Robert Pattinson autoconsciente, con un John Cusack oscuro y abrasivo y con cientos de secundarios que aunque ya estaban en nuestro imaginario aparecen aquí como ejemplo que usaremos a posterioridad de lo que es el arquetipo de lo que representan (pienso en esas niñas insoportables de 12 años que hablan con sorna hostiable de las “menopaúsicas” de 23, copa en mano, meneo de pelo y lenguaje corporal emoji).

Varios comentarios encontrareis en los próximos días tildando «Maps to the Stars» de ocasión fallida, de filme decepcionante, pero no os preocupéis, son los efectos de quien tenía unas altas expectativas por motivos basados en el hype y el prejuicio autoral de un proyecto que, no podemos mentir, ya se sabía desde el principio que iba a ser una sátira de brocha gorda y otro giro más dentro de ese viraje al mainstream. En fin, ya se sabe, don’t believe the hype.

Por Esther Miguel Trula

Periodismo Complutense. He visto y he leído. Si hay que elegir, soy más de Edgar Wright que de Robert Bresson. Por suerte no hay que elegir. Mientras vivo en el norte, en mí cabaña en el bosque, mantengo el blog que actualizo asiduamente gracias al poder omnisciente de Internet. La dirección es http://flamencastone.com/ My home, sweet, home

2 comentarios en «Cannes 2014. Día 6: Regresan Cronenberg y Léa Seydoux al certamen»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.