El cine iraní y Nanni Moretti fueron los protagonistas de la cuarta jornada del festival de Cannes.
La cuarta jornada en Cannes fue agridulce. El nuevo trabajo de Nanni Moretti sólo convenció a ciertos sectores de la prensa, mientras que la ópera prima de la cineasta emergente iraní Ida Panahandeh causó furor entre la audiencia del primer pase. El cuarto día también visionamos la primera parte de «As mil e uma noites» de Miguel Gomes. Este largometraje de más de seis horas sobre el desempleo y la pobreza en Portugal está dividido en tres películas que se irán proyectando a lo largo del festival. Para no alterar el contenido de este falso documental escribiremos sobre la película cuando hayamos visto los dos volúmenes restantes.

John Turturro en «Mia Madre» (Nanni Moretti)
«Mia Madre»: Mea culpa
La última película de Nanni Moretti tuvo una buena acogida por la prensa internacional, no obstante hubo algunos sectores de la crítica que la desaprobaron. El largometraje nos conduce hasta el personaje de Margherita, una cineasta que está filmando una película en uno de los peores momentos de su vida. Margherita Buy -clara candidata a ganar la categoría de mejor actriz- da vida la histérica mujer que centra su atención en pelearse con su nuevo actor estadounidense (John Turturro) en vez de aceptar la inminente muerte de su madre. «Mia Madre» sigue siendo fiel a los temas del realizador italiano ganador de la Palma de Oro en Cannes por «La habitación del hijo«. Nos referimos al tratamiento de la muerte y la culpa, y la negación de ambas. Por otro lado, el director también arremete contra el sistema sanitario, la política y la industria hollywoodiense como es habitual en su filmografía. Sin embargo el hándicap de «Mia Madre» se halla en el intento de representar el flujo de conciencia de la protagonista sin éxito. Moretti ilustra una sucesión de imágenes (recuerdos, sueños o pensamientos) que demuestran la noción de culpa cristiana inherente a la sociedad italiana. No obstante, la conexión entre dicha recreación de escenas es demasiado evidente para tratarse de un flujo de conciencia. La inadecuada representación de dicho corriente distancia al espectador de la trama.
«Nahid»: Picaresca feminista
La única muestra representativa del cine iraní de todo el festival es una enérgica ópera prima seleccionada para competir en Un Certain Regard. El debut de Ida Panahandeh describe la discriminación legal y la humillación social a la que se someten las madres divorciadas en este país de Oriente Medio. Como señaló la autora novel, el filme de referencia que le ayudó a trazar la trama de «Nahid» ha sido la oscarizada «Nader y Simin, una separación«. De hecho, la protagonista de «Nahid» está interpretada por una de las actrices secundarias del film de Asghar Farhadi. Sareh Bayat da vida a una madre coraje que sobrevive de pequeños hurtos y mentiras para ocultar sus problemas financieros. Su nuevo prometido Masoud (Pejman Bazeghi), el director de la escuela de su hijo y su casero desconocen la situación económica de Nahid; tan sólo están al corriente los miembros de su familia y su ex-marido Ahmad (Navid Mohammad Zadeh), quiénes urdirán un plan para sabotear su intento de conseguir la custodia del pequeño, pues todos desean que la ex-pareja vuelva a juntarse aunque Ahmad sea un violento heroinómano. «Nahid» es un picaresco alegato feminista que evidencia el vigor de la heroica lucha por los derechos de la mujer en Irán desde el séptimo arte.