Mar. Mar 19th, 2024
Fotograma de la película "El leon duerme"

 En nuestra primera crónica de la octava edición del DA Film Festival exploramos «On Chesil Beach», la película inaugural, «El león duerme esta noche» del homenajeado Nobuhiro Suwa y la indie «Person to person».

El jueves empezó una nueva edición del D’A Film Festival y ya van ocho años trayendo el mejor cine de autor a la ciudad de Barcelona. El D’A 2018 propone más de 100 películas repartidas en 10 días y 16 pantallas. Todo un reto para los que intentamos cubrir el festival sin dejarnos «joyas» ni «imprescindibles». Mientras que el jueves pudimos asistir a la inauguración, que este año corrió a cargo de «On Chesil Beach«, el viernes nos escapamos hasta la Filmoteca de Catalunya para ver lo más nuevo de Nobuhiro Suwa, director japonés al que el DA le dedica su retrospectiva y que ha elaborado una carta de amor al cine bella, sencilla y emotiva con «El león duerme de noche«. Decidimos acabar la primera jornada con algo más ligero, el filme indie «Person to person«, que nos deja ni fu ni fa.

«On Chesil Beach»: El reencuentro entre McEwan y Saoirse Ronan

Podriamos decir sin lugar a dudas, que «Lady Macbeth«, la inauguración del D’A 2017, fue una de las mejores de la historia del certamen. Drama inglés de época, con un humor retorcido, basado en una novela de éxito, con una actriz con tablas al frente y un director debutante. «On Chesil Beach» comparte todas estas características añadiendo nombres conocidos como Ian McEwan y Saoirse Ronan (flamante «Lady Bird«) a la mezcla. No obstante, «On Chesil Beach» no contiene el macabro y sexual sentido del humor de la ópera prima de William Oldroyd, ni un secundario masculino a la altura de la estrella femenina, ni un tempo ni montaje tan milimetrado como el clic-clac de un reloj.

«On Chesil Beach» narra la historia de una pareja de recién casados que van a pasar su luna de miel en un hotel cerca de la playa. Sin embargo, la noche de bodas se antoja un desastre. Ella no está preparada y él no puede controlar sus impulsos. A través de flashbacks, se irán descubriendo diferentes capas de su personalidad que les ha llevado a casarse sin, seguramente, ser conscientes de lo que supone.

El punto de partida de «On Chesil Beach«, para qué negarlo, es bastante naíf. Toda la trama central gira alrededor de la no consumación del matrimonio y los torpes pasos de cada uno para conseguir lo contrario mientras que el pasado intenta ensalzar ese amor tierno y no sexual que viven los protagonistas. Hay quienes ven demasiado azúcar en eso y desconectan su corazón para no sufrir una sobredosis. Es cuando la cosa se tuerce cuando realmente la cinta se pone interesante. Cuando la situación llega al límite y los personajes explotan en direcciones opuestas y radicales. Pero no comentaremos nada más, pues la cinta se estrena el junio y es mejor dejar con la intriga.

Ian McEwan, escritor de «Expiación» entre muchas otras novelas, es un gran amante de las descripciones largas y de las frases cortas que lo dicen todo. Pero, para recitar sus palabras y que nos lleguen hasta el fondo del alma se debe creer en ellas. Saoirse Ronan, que debe su carrera justamente a una adaptación cinematográfica de McEwan lo hace estupendamente. El suyo es un personaje mojigato y obediente, una esposa de mediados de siglo XX que cocina y es amable y no siente el sexo como algo «disfrutable», sino, como algo «obligado». Pese a ser un personaje que es fácil considerar ridículo, Ronan le da sensibilidad, credibilidad y consistencia. Otra lección de interpretación de la joven irlandesa. Quien le da la réplica es Billy Howle. Y desgraciadamente… no está a la altura. Teniendo un peso más que considerable en la película, a lo mejor Dominic Cooke (con una larga carrera en el mundo teatral pero inexperto en el mundo del cine) tendría que haber arriesgado más con el actor. ¿Un Jack Lowden tal vez? ¿O Un George MacKay?

Lejos de «Expiación«, «On Chesil Beach» es una adaptación de McEwan con sus más y sus menos que triunfa cuando Ronan se impone en pantalla pero se apaga cuando ésta desaparece de plano. Una inauguración un tanto regular, pero ni mucho menos, fallida.

«El león duerme esta noche»: El cine es magia y Léaud un ilusionista

Eran las 20:00h y la Sala Chomón de la Filmoteca de Catalunya estaba en plena ebullición. Todos esperábamos impacientes la aparición de Nobuhiro Suwa, cineasta japonés homenajeado por el D’A este año. Justo el viernes 27 de abril estrenaba su última película «El león duerme esta noche» y qué mejor ocasión de contemplarla que con él mismo en la sala.

Protagonizada por Jean-Pierre Léaud, al que cualquier amante de la Nouvelle Vague le guarda un cariño especial, la solvente Pauline Etienne («La Religiosa«) y un puñado de niños, podemos declarar sin miedo que «El león duerme esta noche» es una de las obras maestras del D’A 2018. Delicada, agradable, cercana, sencilla, emotiva… la cinta de Suwa es un canto de amor al cine y a la vida, y esto, a los cinéfilos, nos vuelve locos.

Jean es un reputado actor que se acerca al ocaso de su vida sin dejar de trabajar en el mundo del cine. Por circunstancias ajenas a él, el rodaje de su última película se suspende unos días con lo que decide volver a la casa de una vieja amante y pasar unos días tranquilo. Sin embargo, el fantasma de esa chica y un grupo de niños con ganas de jugar a ser cineastas romperán la calma ansiada de Jean… para bien.

Fotograma de la película "El leon duerme"

«El león duerme de noche» (de la cuál podéis leer la estupenda crítica de Luis Suñer aquí) es una pequeña maravilla de cine dentro del cine dentro del cine. Jean está rodando una película y cuando tiene esos días de descanso, un grupo de niños decide rodar una película con él. La contraposición entre lo más académico e industrial del director reputado y lo más caótico y divertido de los chavales le hará rememorar a Jean la magia del cine y le devolverá su amor por ese arte.

Maravilloso contemplar un Jean-Pierre Léaud pletórico, feliz y en sintonía con (muy) jóvenes talentos, lejos del sombrío y moribundo Luis XIV de Albert Serra. Pese a que ambos personajes hablen de la muerte, y Léaud no pueda evitar mostrar su vejez y un aspecto físico decadente, en la película de Suwa hay un mensaje de felicidad respecto a ello, un deseo de re-conectar con «ese final que nos espera a todos» de forma natural.

Y aún más espectacular fue el coloquio a posteriori dónde surgieron anécdotas interesantísimas y que dejaron entrever que «El león duerme esta noche» es una película que se fue construyendo poco a poco, a partir de pequeñas ideas y casualidades de la vida; sin un guión fijo. El título viene de la canción que Jean Pierre canta con entusiasmo y demasiada solemnidad a mitad de la película y que todos conocemos como «la de awimowe» [Un momento que casi podríamos comparar con el de Harry Dean Stanton cantando «Volver» en «Lucky«].Suwa confesó que se empeñó en que Léaud cantara para su filme y que el actor escogió esa cancioncilla porque era su preferida. A su vez, contó que plasmó muchas de las anécdotas que el actor le iba explicando del rodaje de Luis XIV en el momento cine dentro del cine. Léaud le comentaba que «No sabía como representar a la muerte», «No sabía a qué cámara mirar si había más de una» o «Que tenía una visión sobre el momento de irse diferente a la del director».

Y por si fuera poco, Suwa dejó bien claro que toda la parte infantil del filme está improvisada. Los niños fueron quienes se inventaron «la película» dentro de «la película» y sus reuniones, conversaciones con Léaud y discusiones entre ellos no fueron adulteradas por la mano de Suwa en ningún momento. Realmente, la película es una gozada, y la visita de Suwa, un regalo para los cinéfilos. 12 points para el D’A.

«Person to person»: fortaleciendo estereotipos

Acabamos la jornada con «Person to person«, algo más sencillo, fácil y simpático (o eso creíamos). La película de Justin Guy Defa empieza en un Nueva York wody-allenesco (que malas connotaciones tiene ese adjetivo desde hace un tiempo) para mostrarnos un tapiz de la población de la ciudad. Sin embargo, la elección de «representantes» no podría ser más típica, homogénea y estandardizada. Neuróticos, gritones, charlatanes, hipsters que se alimentan de la cultura y el postureo… y lo que es peor: personajes agresivos.

Hace unos meses contemplamos «Golden Exits» de Alex Ross Perry en Americana 2018, y viéndola en perspectiva, el universo que retrata no es tan diferente del de «Person to Person«. Es más, los dos directores, muy modernos ellos, retratan unos estereotipos masculinos vs. estereotipos femeninos que hasta dan miedo de lo «cliché» y poco libres que son. En «Person to person«, los machos arreglan sus problemas a ostias, peleas, sobornos y «humillaciones» a los aspectos «varoniles». Y por supuesto, les cuesta expresar sus sentimientos; hacerlo es de débiles. Las mujeres, por lo contrario, son retratadas o como arpías que van a lo suyo o personas desesperadas por encontrar el amor o la atención masculina en cualquier ser que les dirija la palabra. Más que un problema de «Person to person«; digamos que es uno de cierto indie americano liderado por hombres bohemios que se pasean por las calles de NY.

Sin embargo, «Golden Exits» tenía algo que «Person to Person» no tiene: consistencia estructural. Montada a modo de puzzle, con 5 o 6 historias cruzadas, está claro que la película viene precedida de un corto que germinó y tuvo que echar raíces dónde no las había. Hay algunos gags y momentos de lucidez, sobretodo por parte de Michael Cera, aunque la mayoría de historias de la cinta acaban siendo cargantes (sobretodo por esas actitudes tan metidas en las cajitas de los géneros). Destaco la pequeña presencia de Bennie Safdie («Good Time«) y David Zellner («Damsel«) que me han arrancado una sonrisa pícara.

Pese que el D’A ha triunfado antaño en el terreno del indie (Dónde el Americana Film Festival es el rey) con cintas como «Nasty Baby» o «20th Century Woman«, cierto es que «Person to Person» es una cinta menor, que no estaría al nivel de la horrenda «Bird in a Blizzard«, pero que se queda incluso pequeña para la gran pantalla. Un directo a VOD, le hubiese sentado mejor.

Por Marina Cisa

Film PR, Social Media Manager, Productora y lo que me echen. Comunicación Audiovisual en la UPF y a mucha honra. Cinéfila hasta límites insospechados. Una vez toqué a Xavier Dolan y me firmó el DVD de "Yo maté a mi padre". Espero ver a monsieur Godard en vida.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.